La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez (d) durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrado este martes en Moncloa.

La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez (d) durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrado este martes en Moncloa. Javier Lizón EFE

Política VIVIENDA

Moncloa constata que no tiene apoyos para su plan de Vivienda y apela a la presión ciudadana sobre sus socios

"Si alguien quiere boicotear o poner palos en las ruedas, tendrá que responder ante la ciudadanía", dijo este martes la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.

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Pedro Sánchez presentó su plan de Vivienda el pasado lunes y, sólo unas horas después, el Gobierno ya constató que no cuenta con el apoyo de sus socios para sacar adelante varios de sus puntos. Ahora, desde Moncloa recurren a la desesperación sobre la materia y apelan a la presión ciudadana para convencer a sus socios, incluyendo Sumar.

En caso de que no apoyen las diversas medidas del plan o pongan demasiadas trabas, en Moncloa creen que también servirá para desgastar a sus adversarios políticos de cara a las próximas elecciones. La vivienda apunta a ser el gran asunto de la legislatura, donde tanto PSOE y PP como los partidos a la izquierda de los socialistas se están disputando la bandera.

Al menos cinco de las 12 medidas que presentó Sánchez el lunes necesitan pasar por el Congreso de los Diputados, especialmente aquellas relacionadas con fiscalidad. "No oculto la complejidad de la materia y que puedan existir diferencias ideológicas", reconoció este martes la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.

No obstante, y a pesar de la falta de apoyos, Rodríguez dijo "no terminar de comprender" algunas de las diferencias, que "lo que espera la ciudadanía es acción y determinación" y que van a presentar las medidas ante el Congreso con la esperanza de que salgan adelante.

El Gobierno ha presentado el plan de Vivienda sin haber iniciado una ronda de contactos con los distintos grupos parlamentarios para conseguir su apoyo y, de momento, la mayor baza es amenazarles con que tendrán que hacer frente al coste político si no facilitan la tramitación de las medidas.

"El pueblo español tiene un principal problema, el acceso a la vivienda, y es responsabilidad de los grupos políticos el abordar este problema saliendo del partidismo y el dogmatismo", añadió Rodríguez. Según ella, Sánchez presentó una batería de "medidas solventes".

Socios en contra

Sus socios, sin embargo, no parecen estar de acuerdo con esa supuesta solvencia a la que alude Rodríguez. El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, dijo que el Gobierno "llega tarde y se queda corto" y que "habrá que ir más allá".

El portavoz económico de Bildu en el Congreso, Oskar Matute, criticó la idea de Sánchez de limitar la compra de vivienda por parte de extranjeros extracomunitarios incrementando la carga fiscal hasta el 100% del valor del inmueble. Matute aseguró que limitar no es suficiente y que hay que "prohibir la compra de viviendas por parte de extranjeros" si no es para vivir.

Pero las críticas más dolorosas para Moncloa vinieron de parte de Sumar, formación que lleva meses pidiendo a la ministra que "se ponga las pilas". Tras conocer las medidas de Sánchez, el otro socio del Gobierno pidió una mayor ambición en las medidas que presentó Sánchez.

Por ejemplo, desde Sumar apuestan por prohibir cualquier tipo de compra de vivienda que no se vaya a usar para vivir y condicionar la transferencia de los fondos estatales de vivienda a que las comunidades autónomas apliquen el sistema de control de precios de alquiler.

Pero, sobre todo, en Sumar se mostraron en contra de aumentar hasta el 100% las exenciones de IRPF a los propietarios que alquilan sus viviendas por debajo del precio marcado por el Ministerio de Vivienda. La formación de Yolanda Díaz apuesta por lo contario, por castigar a los que pongan precios más altos.

Podemos también se pronunció en una línea similar sobre las exenciones de IRPF y su secretaria general, Ione Belarra, ironizó diciendo que "hemos pasado de pedir solidaridad a los caseros, a regalarles dinero público de todos y de todas para que bajen los precios".

La respuesta de Moncloa

Isabel Rodríguez criticó a las formaciones que "ya se han opuesto con su voto a esas medidas tan importantes" y abogó por abrir ese debate en el parlamento "para explicar a los españoles la concreción de las medidas".

Pero amenazó: "Si estamos diciendo que en España hay un problema y que se necesita movilización y que para hacerlo el Gobierno está dispuesto a que el 100% sean bonificadas, ¿quién dice que no? Creo que es interesante y que la ciudadanía tiene que estar atenta".

"Pero la ciudadanía no tiene que tener ninguna duda. Si alguien quiere boicotear o poner palos en las ruedas, tendrá que responder ante la ciudadanía", continuó.

A la complicada aritmética parlamentaria que el Gobierno ya tiene de por sí para sacar adelante cualquier medida, hay que sumar que el PP también ha presentado su propio plan de Vivienda y que Alberto Núñez Feijóo volverá a usar esta materia para atraer a algunos socios del Ejecutivo.

El PP se centrará en intentar contar con el apoyo del PNV y Junts, lo que no sólo debilitaría la mayoría de investidura, sino en un asunto capital y de mucho valor político. Pero desde el partido conservador también se han mostrado dispuestos a intentar contar con el apoyo de otros socios de izquierdas.