![El secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, junto a Puigdemont y Turull en una reunión. Imagen de archivo](https://s1.elespanol.com/2023/10/30/castilla-y-leon/region/805930291_252706671_1024x576.jpg)
El secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, junto a Puigdemont y Turull en una reunión. Imagen de archivo
Junts y PSOE se reunieron con el mediador internacional 48 horas después del órdago de Puigdemont a Sánchez
Tras 'descongelar' sus relaciones, ambas formaciones abordarán algunas de las carpetas que continúan pendientes como la inmigración o el catalán en la UE.
Más información: Junts maquilla su proposición sobre la cuestión de confianza y pide a Sánchez "considerar la oportunidad" de presentarla
Junts y el PSOE mantuvieron una reunión discreta con el mediador internacional poco después del aviso del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que el pasado 17 de enero anunció la suspensión de negociaciones sectoriales con los socialistas, según han asegurado fuentes de Junt y avanzó EL ESPAÑOL.
El encuentro tuvo lugar el lunes 20 de enero en Bruselas, es decir, tan solo 48 horas después de la advertencia de Puigdemont y, en la reunión, que contó con la presencia del equipo de mediación que encabeza el diplomático salvadoreño Francisco Galindo Vélez, el PSOE expuso el nivel de ejecución de sus acuerdos alcanzados con Junts.
De esta manera, Junts da por celebrada la reunión extraordinaria que exigió Puigdemont al PSOE en su rueda de prensa del 17 de enero, y espera ahora abrir una nueva etapa en las negociaciones en Suiza -la próxima reunión tendrá lugar en febrero- para abordar cuestiones nucleares del "conflicto político entre Cataluña y España", como el reconocimiento nacional y la financiación autonómica.
El PSOE y Junts superaron este martes la última crisis abierta entre ambas formaciones al alcanzar un acuerdo para la votación por separado de las medidas sociales del decreto ómnibus que Junts rechazó inicialmente y la tramitación de la proposición no de ley que exige al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se someta a una cuestión de confianza ante el Congreso de los Diputados.
Negociar "pieza a pieza"
Después de que Junts haya "descongelado" las relaciones con el PSOE, ambas formaciones abordarán algunas de las carpetas que continúan pendientes, si bien las mencionadas fuentes insisten en la estrategia de negociar "pieza a pieza" y ven prematuro abordar la negociación presupuestaria si no ha habido un cumplimiento previo de las inversiones en Cataluña previstas en años anteriores.
En relación con la proposición no de ley sobre la cuestión de confianza, señalan las mencionadas fuentes, Junts tendrá en cuenta el nivel de cumplimiento de los acuerdos alcanzados hasta ahora entre los dos partidos, entre los que destacan el traspaso de competencias a la Generalitat en materia de inmigración o la oficialidad del catalán en la Unión Europea, dos temas que, apuntan, están avanzados, aunque todavía quedan algunos flecos.
En Junts estiman que la proposición no de ley podrá votarse en un plazo máximo de un mes o mes y medio, por lo que será entonces cuando deberán hacer balance sobre el grado de cumplimiento y cómo de llena está la "cesta" de acuerdos satisfechos.
Inmigración y el catalán en la UE, asuntos pendientes
En lo que respecta al traspaso de competencias en materia de inmigración, los escollos radican en tres elementos: la presencia de los Mossos d'Esquadra en espacios de frontera, la gestión de las órdenes de expulsión desde la Generalitat y la expedición de los Números de Identidad de Extranjero (NIE).
Más sencillo resulta, según la formación independentista, lograr la oficialidad del catalán en la Unión Europea, ya que se han solventado las reticencias de los países que se habían mostrado más reacios en un primer momento: "Sólo falta que Sánchez descuelgue el teléfono y haga dos o tres llamadas", agregan las fuentes.
Encima de la mesa de Junts y el PSOE también figura la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales que pretende impulsar el Gobierno, si bien la formación independentista todavía no tiene un posicionamiento determinado por las dudas que plantean algunos sectores económicos, como la agricultura.