CCOO y UGT logran reunir a menos de 500 personas en Madrid en una concentración para acusar al PP de "tacticismo"

Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) han concentrado este domingo en Madrid a apenas 500 personas, en su mayoría pensionistas, para acusar a la oposición del uso partidista del 'decreto ómnibus' y, principalmente al PP, de "tacticismo político".

Finalmente, el conjunto de medidas, con la subida de las pensiones como eje principal, será aprobado con el apoyo del PP y Junts en el Congreso de los Diputados, pero los sindicatos han advertido de que seguirán en las calles para evitar el uso partidista de los derechos de la gente y anuncian una movilización en Barcelona para apoyar la reducción de la jornada laboral de 40 horas semanales a 37,5.

En la plaza Jacinto Benavente, los secretarios generales han cargado contra PP y Junts en una movilización que se vio desdibujada tras el apoyo de ambos partidos al decreto de 29 medidas que el Gobierno aprobará la próxima semana.

Cristina Sille REUTERS Buenos Aires

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Los sindicatos mayoritarios de España reunieron en Madrid a apenas unas 500 personas, según las estimaciones de la delegación del Gobierno en Madrid. “Si las llegamos a desconvocar hubieran dicho que actuábamos al dictado del Gobierno”, ha exclamado Unai Sordo, líder de CCOO.

“Estas medidas han salido adelante porque ha habido una mayoría política, pero muchas de ellas, porque son muy bien valoradas por la sociedad. Y de eso se trata, de no dejar solo que los intereses de las mayorías sociales dependan de los tacticismos y las coyunturas políticas”, ha añadido.

Pepe Álvarez, secretario de UGT, ha respondido al alcalde popular de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que el pasado martes calificó como "monólogo del club de la comedia" la manifestación. "A mí me gustaría decirle al alcalde de Madrid que para club de la comedia su partido. Club de la comedia es decir ahora sí y dentro de un minuto no", ha clamado Álvarez. 

Minutos después de la manifestación, el vicesecretario de Coordinación Autonómica, Local y Análisis Electoral del PP, Elías Bendodo, ha calificado de "triste" que los sindicatos "se conviertan en un seguidista del Gobierno, en palmero del Gobierno, y dejen su labor fundamental".

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Las protestas, bajo el lema "Con los derechos de la gente no se juega", se han reproducido en 50 ciudades españolas. En Madrid, unos 500 manifestantes han apoyado incondicionalmente los discursos de los secretarios generales de los sindicatos.

Marieta Martín, de 70 años, culpa al PP, a la extrema derecha y a Junts del retraso de la aprobación del decreto que le subirá la pensión. "Intentan jugar con nuestros derechos, pero no nos dejamos", explica a EL ESPAÑOL. 

Clama porque que entre el Gobierno y la oposición exista un mayor entendimiento. "El ruido político está afectando a que la gente crea que cada vez estamos peor. Y es verdad que en asuntos como la cesta de la compra y la vivienda estamos peor. Pero estamos muchísimo mejor de lo que estaríamos si otros gobernaran", declara. 

Manifestación en Barcelona

Los sindicatos también han apuntado hacia Junts, que finalmente votará a favor al decreto ómnibus tras una negociación que redujo las medidas propuestas por el Gobierno de Pedro Sánchez de casi 80 a 29. UGT y CCOO tratarán de presionar en la calle para que se lleven al congreso otras propuestas como la exención del IRPF para las personas que cobren el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y, sobre todo, para la aprobación de la reducción de la jornada laboral que ya planean Trabajo y Economía. 

"Que Junts sea plenamente consciente de que en Cataluña y en Barcelona va a haber una inmensa mayoría que quiere reducir la jornada de trabajo", ha expresado Álvarez. Los sindicatos han anunciado una manifestación en la capital catalana el próximo 4 de marzo para meter presión al partido nacionalista y pedir su apoyo a la reducción de la las horas de trabajo hasta las 37,5.

Tanto Álvarez como Sordo han justificado que la manifestación se produzca en Barcelona al apelar a la huelga conocida como "de La Canadiense". Una protesta que en 1919 consiguió mejoras laborales para los trabajadores, entre ellas la reducción de la jornada laboral a las ocho horas, que los sindicatos buscan que se replique en 2025 para "seguir conquistando derechos".