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Una semana después de la salida de Juan García-Gallardo de Vox, Santiago Abascal ha anunciado este lunes una nueva reestructuración del partido con la designación de 12 nuevos portavoces. Cada una de estas personas se ocupará de las políticas del partido en un sector concreto, como pueden ser vivienda, asuntos sociales o Europa.

En un momento en el que Vox "sigue creciendo en afiliación, intención de voto e influencia internacional", con la cumbre de Patriots celebrada en Madrid este fin de semana, ha dicho Abascal, su objetivo es reflejar que la formación que comanda representa "un partido de gobierno y preparado".

En esta mesa de portavoces sectoriales se sentarán José Antonio Fúster (portavoz nacional), Pepa Millán (portavoz en el Congreso de los Diputados), Jorge Buxadé (portavoz de Vox en el Parlamento Europeo), José María Figaredo (Emergencia y Economía), Samuel Vázquez (Seguridad e Inmigración), Rodrigo Alonso (Trabajo y Campo), Alberto Rodríguez Almeida (Industria), Rocío de Meer (Emergencia demográfica y Políticas sociales), Isabel Pérez Moñino (Agenda España), Carlos Hernández Quero (Vivienda), Julia Calvet (Juventud) y Ainhoa García (Familia y Asuntos Locales).

Según trasladan fuentes cercanas a la dirección de Vox, la idea de "impulsar a estas figuras emergentes" surgió de la "inquietud" del secretario general del partido, Ignacio Garriga. Se trata de "personas de máxima confianza" y su nombramiento sirve para "reforzar el partido y sus áreas discursivas", según explican estas fuentes.

El propio Garriga ha dicho, después del breve discurso de Abascal, que estos 12 portavoces "recorrerán calle a calle" todo el territorio nacional para explicar las medidas y "soluciones reales" que Vox quiere poner en marcha cuando, "más pronto que tarde, lleguemos al Gobierno". "Son personas comprometidas, con fuertes conocimientos y con un gran entusiasmo", los ha presentado Garriga.

Vox constituye este nuevo modelo de partido en un momento de crisis interna tras la salida del exvicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que el lunes pasado renunció como portavoz de su grupo, procurador y miembro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Vox. Dos días después de dimitir, en una entrevista en COPE, cargó contra la dirección acusándola de poner "zancadillas" a sus dirigentes y de no "cuidar el capital humano".

Sin mencionarlos, el exvicepresidente castellanoleonés se refería a las continuas deserciones que ha experimentado el partido en los últimos años (Macarena Olona, Iván Espinosa de los Monteros o Rocío Monasterio). Por eso ahora Abascal tira de cantera para dar mayor visibilidad a nuevas caras.

Esas turbulencias internas, además, no parece que le estén reportando un desgaste electoral al partido, según las empresas demoscópicas. La última encuesta publicada por este periódico y elaborada por SocioMétrica da a los de Abascal un porcentaje de voto del 14,1%, con lo que obtendría nueve escaños más que los actuales, hasta alcanzar los 42.