![Martin Varsavsky, empresario amigo de Elon Musk, en su casa de Madrid el día de la entrevista.](https://s1.elespanol.com/2025/02/07/espana/politica/922418121_252926714_1024x576.jpg)
Martin Varsavsky, empresario amigo de Elon Musk, en su casa de Madrid el día de la entrevista.
Varsavsky, el amigo de Musk: "España no está inmunizada contra una toma autoritaria del poder por la izquierda"
"Comparen a la gente que coloca Sánchez y a la gente que coloca Trump. ¡Los de Trump tienen un nivelazo!".
"En España, es difícil comunicar ideas liberales porque la gente, de izquierdas y derechas, siente un gran amor por el Estado".
"El plan de Trump para Gaza me parece razonable. Es original y está basado en la realidad de los hechos".
Nos recibe Simba a los pies de la pequeña colina donde se levanta la casa de nuestro invitado. Simba es un perro libertario y muy cariñoso, que nos guía pacientemente sin mordernos esos michelines socialistas que el profesor Hayek atisbaba en todos los seres humanos.
Esta es la casa de un hombre rico que no se averguenza de serlo: se nota que no es un español. Camino del recibidor, por este jardín en cuesta que es más grande que Pamplona, nos da tiempo a repasar su trayectoria.
Nació en Argentina en 1960. Siendo chico, se exilió con sus padres a Estados Unidos para escapar del terrorismo de Estado. Allí emprendió, se hizo de los Demócratas y acabó en España en 1995. Aquí se le conoce por la genialidad de Jazztel, que luego vendió por una millonada. Pero ya antes tocó el oro con una empresa pionera en la detección del sida.
Martín Varsavsky: "En privado los empresarios odian a Sánchez"
Le vamos contando a Simba lo bonita que nos parece la casa de su dueño y le decimos –mintiendo–, cuando nos salta a la altura de la cadera, que no nos parece tan necesario el Estado del Bienestar. ¡Adiós a los impuestos, Simba! ¡A ver si nos va a ver el socialismo con forma redonda y nos lo extirpa a bocados! ¡La huevada no, por favor, Simba!
Ya vamos llegando, poco a poco, a la tierra prometida. El gato, también ronda un gato, se llama Whisky. Y nos habría venido bien un poquito para hidratarnos en este paseo tan cuesta arriba. Golpea el sol de invierno en esta casa casi toda cristal y paneles solares.
En los coches aparcados en el garaje, un par de Teslas, encontramos otro dato clave para presentar a nuestro entrevistado, que dejó de ser de izquierdas para hacerse de derechas: su estrecha amistad con Elon Musk, fundador de estos coches eléctricos, propietario de Twitter, ganador de la carrera espacial y hombre fuerte en el nuevo gobierno de Trump.
Al fin sale a recibirnos, en camiseta y vaqueros, Martín Varsavsky. Amigo de Musk y Milei –pero amigo de verdad, no como decimos los españoles de cualquiera–, propietario del negocio de clínicas de fertilidad más grande en los Estados Unidos (quizá por eso Simba nos merodee tanto la cintura) y miembro del consejo asesor de Axel Springer, el grupo mediático más influyente de Alemania. Admirador de Trump, está en contacto directo con Feijóo, Abascal y Ayuso.
Varsavsky es la fuente clave para comprender por qué ha ganado Trump, qué está pasando dentro de ese gobierno, cómo es realmente Milei, qué busca Elon Musk, cuál es la realidad de los partidos de extrema derecha –él no comparte este calificativo– reunidos este fin de semana en Madrid junto a Abascal, por qué es tan difícil emprender en España.
Desliza que enviará propuestas al PP y Vox con el objetivo de echar a Sánchez. ¡Ya tenemos a nuestro Elon Musk!
Es un tipo hábil, amable y vehemente a partes iguales, rápido, con mucha capacidad para disparar titulares sobre realidades complejas. "Listo e inteligente. Osado y convincente. Un revolucionario que hizo que, por primera vez en España, prevalecieran las ideas creativas sobre el dinero convencional", nos dice un empresario español que tuvo que competir ferozmente con él.
Ya estamos sentados con Varsavsky, que no rehúye ninguna pregunta, que afronta las respuestas como si hubiera que ganar un partido. Como si hubiera que derrotar al de enfrente. Habrá tensión, risas y diversión. Nos salvará su esposa Nina, encantadora, de morir achicharrados por culpa del sol que impacta en la cristalera justo enfrente de nosotros.
"¿Así está mejor?", dirá moviendo la cortina y procurándonos la sombra. "Muchas gracias, señora Nina, ¡su marido quiere abrasarnos por estatalistas!". ¡Y nosotros que creíamos ser liberales! Varsavsky se ríe porque tiene sentido del humor. Eso acaba disolviendo los baches de tensión que vamos encontrando.
Sabe que, en España, mucha gente dice “soy amigo de Fulano”… cuando sólo lo ha visto un par de veces. A usted se le presenta estos días en los medios como amigo de Elon Musk, de Donald Trump y de Javier Milei. ¿Son realmente sus amigos?
Con Trump sólo estuve una vez. No es mi amigo. Soy, digamos, un fan de lo que está haciendo. En general, muchas de las cosas que está haciendo desde su investidura me parecen bien. Con quien sí tengo una relación muy frecuente es con Elon Musk. Hablamos sobre ciencia, negocios, política… Y a Javier Milei le organicé dos giras con empresarios por Estados Unidos. No es un amigo como los del colegio o la universidad, pero sí en el sentido de poder colaborar y contrastar ideas.
¿Son tan excéntricos en el trato personal como ellos mismos procuran transmitir en sus apariciones públicas? Usted ha hablado alguna vez de la peculiaridad del “envoltorio”. Las excentricidades de Musk, las conversaciones de Milei con su perro muerto…
Milei y Musk son dos personas muy diferentes al resto de la humanidad. Yo sé que, en España, todo el mundo quiere ser igual y que el patio de su casa, como dice la canción, se moje y se seque como los demás.
Eso es una generalización absoluta, señor Varsavsky.
Bueno… [sonríe]. Yo tengo la sensación de que aquí, en España, la igualdad es algo que se aprecia mucho más que en otros países. Por ejemplo, la palabra “oportunista”, en Estados Unidos, entraña un mérito. Aquí, significa algo despectivo porque uno está aprovechando una oportunidad en detrimento del otro. El patio de mi casa es particular. Tengo siete hijos y cada uno de ellos es particular. Sin duda, Elon Musk y Javier Milei son muy particulares.
Pero, explíquese, usted que los ha tratado bastante: ¿por qué dice que son “muy diferentes al resto de la humanidad”?
Elon ha contado que él es atípico, y no neurotípico. Es asperger, está en el espectro autista. Uno de mis siete hijos también lo está y es un genio aprendiendo idiomas, computación, ciencia… pero a veces tiene ciertas dificultades sociales, como también le ocurre a Elon. Muchas veces, la gente no le entiende bien. Por ejemplo: algunos creyeron que hizo el saludo nazi cuando no lo estaba haciendo.
¿Habló de ese gesto con Musk?
Me dijo: “Claramente, me llevo la mano al corazón y saludo a la gente”. Desde mi corazón para la gente. Él quiso saludar así. Supongo que, si hubiera hecho el gesto con ambos brazos, nadie le habría acusado de hacer el saludo nazi. Creo que, en el espectro autista, no se tiene tanto control de los gestos. Si usted se fija en cómo baila Elon, verá que lo hace de manera especial. Mire, Elon es tan genial que quedarnos en los gestos me parece…
Y con respecto a Milei, no sé si está en el espectro autista, pero lo llaman “el loco Milei”. Así le dicen en Argentina. La gente ve en él algo diferente. Es brillante entendiendo la economía argentina. Milei es el Elon Musk de la política. Son hombres de obsesiones. Para ir a Marte, Elon hizo Tesla porque allí los coches eléctricos funcionan. Siempre está hablando de ir a Marte.
Cuando Trump dijo en su discurso “vamos a ir a Marte y plantaremos la bandera norteamericana”, las cámaras captaron que Elon se puso muy contento. Milei tiene esa misma obsesión con la inflación cero y el superávit. También tiene ideas que repite exitosamente. Entre ellos son parecidos. Y al mismo tiempo son muy distintos a la gran mayoría.
Son perfiles públicos que polarizan mucho. Gustan a mucha gente, es cierto, pero también generan un amplio rechazo entre sus detractores. En España, quizá por algún factor cultural, no han aparecido candidatos personalmente excéntricos.
Es cierto, pero fíjese: Trump es mucho más popular que Pedro Sánchez. Ganó con un 51% de los votos; Sánchez perdió y sacó un 31%. Milei es mucho más querido en Argentina que Sánchez en España: ganó con un 56%. ¿Cómo es posible que esta gente sea tan querida en sus países y tan despreciada por una parte muy importante del público español? Biden y Sánchez polarizan mucho más. Las caras que no asustan son las que tendrían que dar miedo.
Este fin de semana visitan Madrid Le Pen y Orban de la mano de Santiago Abascal. ¿Conoce a alguno de los tres?
Conocí hace muy poco a Santiago Abascal, sólo a él.
¿En qué circunstancias lo conoció?
Queríamos conocernos mutuamente. Fue un encuentro muy agradable donde pude profundizar y enterarme mejor de sus ideas. También he visto últimamente a Feijóo y a Espinosa de los Monteros. Conozco a Isabel Díaz Ayuso. No conozco a Pedro Sánchez. Digamos que conozco a los actos principales de la derecha, desde la derecha más socialdemócrata a la derecha más liberal.
De entre esos tres que ha mencionado –Abascal, Feijóo y Ayuso–, ¿quién le parece que está mejor preparado para gobernar España?
Hay una serie de cosas que me hicieron pasar de la izquierda a la derecha. Principalmente, los asesinatos de Hamás el 7 de octubre y la reacción de la izquierda antisemita. Me considero de derechas y liberal, como Milei, a quien ayudo y apoyo. No había visto a nadie con ese deseo de aplicar la motosierra y reducir el tamaño del Estado.
En España, los menús que ofrecen izquierda y derecha a los electores siempre tienen ese componente de “gran gobierno”, de “gran Estado”. Lo hacen PP, PSOE e incluso Vox. Ninguno de los partidos que hay aquí encaja exactamente con lo que yo más creo. Apoyo a Ayuso, Feijóo y Abascal porque quiero que se vaya Sánchez, pero me gustaría que se presentara a las elecciones alguien de tendencia más liberal.
Más libertaria, quiere decir, ¿no? Creo que el liberalismo clásico tampoco encaja con lo que está describiendo.
Sí, libertaria: alguien que quiera un Estado mucho más chico. España podría bajar el gasto público a la mitad, duplicar la eficiencia, reducir los impuestos a la mitad… En definitiva, obtener los mismos resultados con muchos menos impuestos, como por ejemplo Suiza. Nadie está hablando de eso.
Un ejemplo muy claro es el problema de la vivienda. Es el problema más grande que tiene este país. La solución me parece obvia: ir a todas las ciudades españolas y liberar el suelo. Así, se construirán un montón de viviendas y los precios bajarán. Incluso podrían liberar el suelo sólo para los alquileres. Hay mucha gente que no cree en la ley de la oferta y la demanda. Hay mucha gente que cree demasiado en la intervención del Gobierno. Volviendo a su pregunta: estaría encantado de ayudar a los tres. A Feijóo, a Abascal y Ayuso.
¿Sin preferencias?
Mi tendencia personal está más entre Ayuso y Abascal. Porque Feijóo está más en el centro y eso a mí me cuesta más. Pero me parece bien que Feijóo esté ahí porque, para ganarle a Sánchez, deben conseguirse votos desde el centro hasta la derecha.
![Varsavsky se dio a conocer en España con el liderazgo y creación de Jazztel.](https://s1.elespanol.com/2025/02/07/actualidad/922418122_252926743_1024x576.jpg)
Varsavsky se dio a conocer en España con el liderazgo y creación de Jazztel.
Le planteo una cuestión casi de filosofía política: del mismo modo que los marxistas se moderan cuando llegan al gobierno porque su modelo es una utopía, ¿pasa lo mismo con los libertarios?
Milei, con esa motosierra, prometió que bajaría todos los impuestos y ha acabado subiendo alguno. El ajuste ha recaído más en el sector privado que en el público: un 57% respecto a un 40%, según los datos que recoge el libro del profesor Rodríguez Braun, nada sospechoso de socialdemócrata.
No estoy de acuerdo. Argentina tenía un 15% de déficit en el presupuesto y ahora tiene dos puntos de superávit. Es el recorte más grande de la historia de la humanidad. Por supuesto que aplicó la motosierra y cerró todo tipo de ministerios inútiles, como ese de la mujer, que era increíblemente absurdo: tenía 1.004 empleados y costaba 300 millones de dólares al año. Cuando Milei puso más policía, los asesinatos descendieron a la tasa más baja de los últimos veinticinco años.
Conozco también a Federico Sturzenegger, el ministro argentino encargado de la motosierra. Hablo con él, me cuenta las cosas que hacen, cómo combaten toda esa burocracia innecesaria… España tiene mucho de esa burocracia y no se deshace de ella.
A los españoles nos encanta etiquetar: teniendo en cuenta que ya envía propuestas a algunos políticos de nuestro país, ¿le gustaría convertirse en una especie de Elon Musk a la española?
Existen analogías: soy un emprendedor de la tecnología que quiere contribuir a la política. Admiro enormemente a Elon. Yo ayudo en lo que puedo. Elon también hizo ese giro que hice yo desde los demócratas a los republicanos.
Me gusta ser Martín Varsavsky. Vivo en España, pero mis cuatro empresas más grandes están en Estados Unidos. Voy todos los meses y viví allí veinticinco años. De niño, crecí en Argentina. Por eso tengo esa triple relación: España, Estados Unidos, Argentina. Soy residente y pago la mayor parte de mis impuestos en España. La pregunta es: ¿cuál es mi rol?
Exacto, esa es la pregunta.
Yo mismo lo voy descubriendo poco a poco. Participo, ayudo, comparto ideas… Sé que muchas veces voy a contracorriente con estas propuestas que pueden ser consideradas liberales o libertarias.
En España, es difícil comunicar estas ideas porque la gente tiene un amor por el Estado, ya sea la gente que quiere un gobierno de izquierdas o la gente que quiere un gobierno de derechas. Es mucho más difícil hacer aquí lo que Elon hizo en Estados Unidos. Porque él se aprovechó de una corriente que allí ya existía. Aquí no percibo ninguna revuelta fiscal como la de Argentina o Estados Unidos.
Con este contexto español que describe, le tiene que gustar mucho España para haberse quedado.
Europa está tan atrasada en lo que se podría llamar el progreso tecnológico que ya apenas lanzo proyectos aquí. Tengo una empresa de clínicas de fertilidad, otra que produce medicamentos para la fertilidad, otra que diseña equipos para la fertilidad y una última que investiga la creación de un útero artificial para salvar la vida de los bebés prematuros. Las cuatro en Estados Unidos.
Me quedé en España porque me encanta este país. Vine en 1995. Quiero mucho a España. Y me quedo porque tengo la esperanza de que cambie. No sólo España, tengo la esperanza de que cambie toda Europa. Creo que Von der Leyen ya ha recibido el mensaje de que Europa se está pasando de regulación.
España es una democracia. Hoy es como es y mañana puede ser mucho mejor. Tengo muchos amigos aquí, tengo siete hijos españoles, me encanta la vida en España. Vivir aquí es una maravilla. Pero no le oculto esa frustración que me produce el hecho de que la actividad del empresario esté mal vista por un grupo importante de la población española.
"Los empresarios están mal vistos por una parte importante de la población española"
Permítame que discrepe, señor Varsavsky. Creo que el grupo de españoles que detesta a los empresarios es reducido y se localiza en un espectro político concreto de extrema izquierda.
Espero que tenga usted razón.
Sus padres huyeron de Argentina en los setenta por el terrorismo de Estado y se instaló en Estados Unidos. Ya desde muy joven comenzó a emprender. Se hizo de izquierdas, donante del Partido Demócrata. ¿Por qué?
Es muy interesante lo que hizo Clinton, un presidente demócrata. Hubo expansión económica. Equilibró el presupuesto nacional, limitó el Estado del Bienestar y creó incentivos para que la gente emprendiera y trabajara. Felipe González sería asimilable: metió a España en la OTAN, creyó en el euro… A veces me pregunto si fui yo el que se fue a la derecha o fue la izquierda la que se fue a la extrema izquierda.
¿Y qué se responde?
Que la izquierda se fue a la ultraizquierda.
Si pagara el grueso de sus impuestos en Estados Unidos y no en España, ¿sería más rico?
Viví de vuelta en Estados Unidos entre 2014 y 2018. Pagaba 23% de ganancias de capital, 34% de la renta y 0% de patrimonio. Aquí pago un 29% de ganancia de capital, un 47% de la renta y un 2% del patrimonio. Si continúas así veinte años, ya te han sacado, más o menos, un tercio de lo que has ganado. En Estados Unidos no hay impuesto al patrimonio.
A usted le gusta España una barbaridad.
Sí, pero si Sánchez gana en 2027, me voy.
¿Se ha rendido del todo en lo que se refiere a emprender en España? ¿No hace absolutamente nada aquí?
Tengo un negocio que se llama Barter Energy, que hace instalaciones solares; soy el presidente. Es el único negocio que tengo en España. Bueno, hay otro, Overture, con algunos investigadores residiendo aquí. Pero estamos hablando de 5.000 empleados en Estados Unidos y unos 80 en España.
La economía española, sin embargo, no arroja malos datos macroeconómicos y la relación de Sánchez con los empresarios no parece mala en líneas generales. Por lo menos en público.
En privado le odian, pero aquí nadie se anima a decir nada porque tienen miedo a las represalias. ¿Por qué? ¿Qué poder creen que tiene el Gobierno?
Los impuestos. El impuesto a los bancos, el impuesto a las energéticas…
Hay una especie de ambiente en España según el cual los miembros de las empresas cotizadas no pueden criticar al Gobierno. Porque el Gobierno de Sánchez es súper agresivo, como lo fue con Rafael del Pino cuando tomó una decisión [se refiere a la deslocalización de Ferrovial] que era buena para su empresa. Yo salí a defenderle porque tenía todo el derecho a hacer lo que hizo. Ferrovial, si no me equivoco, tenía menos del 5% de su negocio en España.
Ahora, respecto a los datos macroeconómicos que usted menciona, estoy de acuerdo en que el PIB sube, ¿eh? Más que en otros países de Europa. Hay una explicación: la inmigración. La pregunta que yo le haría a usted es: piense en sus amigos del colegio… ¿les va cada vez mejor? ¿Tienen buenos sueldos o se han estancado? Mire a su alrededor. En España, los sueldos son muy bajos. ¡Se paga muy poco a la gente! Por eso en España aumenta el PIB, pero no el PIB per cápita.
A España, como país, le va mejor. Pero a los españoles, como individuos, les va igual o peor. Porque, además, nos machacan con cada vez más impuestos. España crece, pero el español no.
"En España, nos machacan a impuestos. ¡Se paga muy poco a la gente! Por eso España crece, pero el español no"
Antes me ha hablado de la vivienda, ¿alguna propuesta para reformar nuestro sistema de pensiones? Se ha demostrado insostenible.
Hay muy pocos jóvenes y muchos mayores porque la gente no tiene hijos. Una solución sería en parte la inmigración, pero me refiero a la inmigración de venezolanos o argentinos que, en cuanto llegan, cotizan y cotizan y cotizan… Y no a los africanos, a los que se les paga cuando llegan a Canarias.
Otra solución… En Estados Unidos, hay algo que ayuda mucho. Allí también tienen un problema de natalidad, aunque no tan grave como el español. Los estadounidenses ponen ese dinero en la bolsa de su país. Entonces, logran un efecto multiplicador. Por ejemplo, si se pone un millón de dólares en el Nasdaq en el año 2004, en 2024, dos décadas después, se convertirán en unos ocho millones. Pero, claro, si ese mismo dinero se pone en el Ibex, que está chato desde hace un montón de tiempo…
Los noruegos son muy listos. Tienen un fondo soberano. Dicen: “No vamos a invertir en Noruega”. Ellos cogen sus pensiones y las invierten en el Nasdaq. Cada noruego que nace lo hace con un patrimonio de 600.000 euros. Si usted me pide una idea, le digo: “Cojan el dinero de las pensiones españoles e inviértanlo en la bolsa norteamericana”. ¿Por qué la bolsa española no sube? Porque este es un gobierno socialista que machaca y machaca a la empresa. Cada vez que alguien gana más, ¡impuesto!
![Varsavksy tiene una relación personal estrecha tanto con Milei como con Elon Musk.](https://s1.elespanol.com/2025/02/07/actualidad/922418124_252926813_854x640.jpg)
Varsavksy tiene una relación personal estrecha tanto con Milei como con Elon Musk.
Sigamos repasando su biografía para hablar ahora de Estados Unidos y cómo puede afectar a Europa y a España la presidencia de Trump. Me decía que fue miembro del consejo de la Fundación Clinton. ¿Qué tal hoy con Clinton? ¿Qué piensa de las cosas que dice usted de Trump?
Estuve bastantes años en la fundación. Aunque ahora hace ya mucho que no estoy en contacto con él. Personalmente creo, conociendo a Clinton, que no debe de pensar de Trump lo que piensa Kamala Harris.
Hablemos del 7 de octubre, que es una fecha clave. Contó en su blog que aquel día, de pronto, tuvo una especie de iluminación y se hizo de derechas. Usted es judío y ocurrió a raíz de los asesinatos de Hamás en Israel que provocaron el inicio de la guerra. Muchos partidos de izquierdas se posicionaron al lado de Palestina y en contra de Israel. Pero he estado revisando sus apariciones públicas y veo que usted renegó de la izquierda hace ya varios años.
Siempre me declaré a favor de la solución de los dos estados. Tras el 7 de octubre, sentí que esa solución era imposible. El 7 de octubre significa un cambio muy grande respecto a Israel. Hubo un despertar al ver cómo la izquierda reaccionaba de manera antisemita.
Hay algo que no entiendo: esa postura de los partidos europeos de izquierdas puede llevarle a la desafección respecto a la izquierda actual, pero usted dice que se hizo de pronto de derechas. ¿Por qué el viraje completo?
Soy un emprendedor, un empresario. Hago empresas. Como le contaba, me va muy bien en Estados Unidos. Aquí, en su época, hice Jazztel y me fue muy bien con las renovables. Mi militancia política nace de mi rol de empresario y de la dificultad para realizar mi actividad en España como me gustaría.
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz hablan de la gente como yo con un tono… No se dan cuenta de que el Estado del Bienestar depende de la actividad privada. España necesita muchos más empresarios para que compitan por la fuerza laboral y los sueldos suban. Lo que ellos ven claro es que si los sueldos subieran, nadie les votaría. Entonces, crean una fábrica de pobres.
Me gusta Suiza, que tiene los pobres más ricos del mundo y los ricos más ricos del mundo. Por eso creo que la derecha es una mejor solución que la izquierda. Por eso me he hecho de derechas.
Sin embargo, usted no apoya lo que podemos entender como derechas tradicionales. Se acerca a los movimientos nacional-populistas de nuevo cuño: Trump y Milei, principalmente.
Detesto a Putin. Es un peligro.
Hombre, pero es que Putin es un tirano.
Lo que quería decirle es que hay ciertos partidos de derechas, como el de Orban, que no detestan a Putin. Entonces, yo no me identifico con Orban, pero sí con Giorgia Meloni. No toda esta nueva derecha es igual. Hay una más autoritaria y otra más libertaria. La derecha autoritaria y la derecha libertaria tienen algo que ver, pero muy poco. Yo me identifico con la derecha que está a favor de la libertad para los individuos y para las empresas.
¿Le incomoda, entonces, que Vox se financie a través de un banco húngaro?
No conozco los detalles de ese préstamo bancario. Orban no me parece un ejemplo de lo que hay que hacer en Europa. Aunque luego estoy de acuerdo con algunas de las cosas que hace Orban. Putin y el islamismo son los dos peligros más grandes para las democracias europeas. Por eso trabajan de la mano. Por eso hay una guerra contra Ucrania hecha por Rusia e Irán.
En un primer momento, parecía que todos estos movimientos de extrema derecha o nacional-populistas, ya sé que usted los califica de otra manera… Parecía que eran todos similares. Pero luego se fueron diferenciando, por ejemplo en relación a Putin. Está más que acreditada la vinculación entre Putin, Le Pen y Orban. Cuando llegó la hora de la verdad, Vox se asoció en el Parlamento Europeo con Le Pen y Orban, y no con Meloni. ¿Fue un error?
Existen muchos grises entre estos partidos. Es importante la actitud hacia la Unión Europea: algunos quieren reformarla, que la UE se meta menos con la vida de cada país y que sea una unión de comercio. Es decir, que ayude a la economía, pero que no la dirija. Yo estoy a favor de eso. No sólo se tienen que achicar los gobiernos de las naciones, también tiene que hacerlo el europeo.
Le Pen clarificó su posición diciendo que no se iría ni del euro ni de la Unión Europea. Meloni apoya a Europa institucionalmente e identifica el islamismo y el putinismo como los enemigos de las democracias europeas. A mí me gustaría, por ejemplo, que la Afd se deshiciera de ciertos elementos no democráticos que hay en su interior. Si yo votara en Alemania, votaría a la CDU.
Usted es judío y en la Afd hay elementos neonazis. Sería una locura que los votara.
Tendrían que deshacerse de esos elementos para que pudiera votarles.
Ha hecho un análisis de estos movimientos políticos, pero no me ha contestado sobre la decisión de Vox de alejarse de Meloni para acercarse a Orban.
Creo que ellos pidieron la financiación a Hungría porque no la encontraron en los bancos de España. Creo que recibieron unos siete millones de euros, que me parece una cifra muy pequeña para un partido como Vox. Si el establishment español les cierra la puerta y no les quedó otra opción… Entonces, ahí me parece que pueden tener algo de razón.
¿El fin justifica los medios?
Todo es más complicado de lo que parece. Orban es un miembro de la Unión Europea, no es Putin. Sí que tiene un sesgo pro Putin que a mí no me gusta, pero no es tan grave. Me parece más grave que exista un cordón sanitario contra Vox y que se les empuje así a quedarse sin dinero. Vox es una fuerza totalmente respetable y el PP también. Apoyo a los dos. Lo tengo clarísimo.
"Vox es una fuerza totalmente respetable y el PP también. Apoyo a los dos"
El Gobierno y la izquierda sostienen que, en España, el 'statu quo', el verdadero poder, es de derechas. Hablan de los medios, del Ejército, de los jueces… Usted sostiene lo contrario, le parece que el ‘mainstream’ es de izquierdas.
España no está inmunizada frente a una toma autoritaria del poder por parte de la izquierda. Como España vivió el franquismo, los españoles sólo asocian el autoritarismo con la derecha y les cuelan con facilidad el autoritarismo de izquierdas. Sánchez tiene una tendencia autoritaria. Ha sido muy hábil logrando que todos los enemigos de España, los independentistas, se junten en torno a él. No hablo de “enemigos” en un sentido militar, claro, sino de proyecto político. Lo explican los propios independentistas.
¿En qué percibe esa “tendencia autoritaria” de Sánchez?
Por ejemplo, en la cantidad de decretos de los que se vale. Como en muchas ocasiones no tiene apoyos parlamentarios, gobierna cada vez de manera más autoritaria. Espero que ese castillo de naipes se caiga antes de 2027. No estoy en absoluto de acuerdo con eso que él dice de que el verdadero poder es de derechas. En España, se habla muchas veces de “extrema derecha”, pero no de “extrema izquierda”.
Sé que usted no comparte que Vox sea un partido de “extrema derecha”.
¿Y Podemos?
Podemos es de extrema izquierda igual que Vox es de extrema derecha.
Pero, en España, la mayoría de la gente evita utilizar la etiqueta de “extrema izquierda”. Como le digo, no hay anticuerpos frente a la izquierda autoritaria. Cuando se produce esa alianza tan fuerte entre el PSOE y Maduro, los españoles no ven el horror de Venezuela.
Vuelvo a matizarle: algunos españoles, pocos, ni mucho menos la mayoría.
Bueno, vale, pero los que piensan como le digo son los que nos gobiernan.
Usted es libertario también en lo social. ¿Cómo conjuga esas creencias con el fuerte conservadurismo social de Vox? Ya conoce sus posturas, por ejemplo, sobre el aborto.
Lo woke será recordado en la Historia como el macartismo de la izquierda. Han ido muy lejos con las políticas identitarias y de género. Por eso me parece bien Vox, porque combate muchas de esas políticas. Por ejemplo, comparto con ellos que los políticos de izquierdas utilizan el cambio climático para meter el miedo a la gente y crear chiringuitos con esa excusa.
Una cosa es decir que se utiliza el cambio climático para montar chiringuitos y otra muy distinta es acabar negando el cambio climático. Sé que no es su caso, pero Trump llegó a decir que el cambio climático es sólo un invento chino.
La temperatura ha subido un grado y medio desde 1900. Pero, ¿va a ser Madrid el Sáhara? ¿Va a ser Miami Venecia?
Hombre, pero entre esos dos extremos existe un término medio.
Veo que la izquierda está utilizando el cambio climático para crear un miedo enorme en la gente. Un miedo tal que ha llegado a afectar a la natalidad. Algunos dicen: “¿Para qué voy a tener hijos si este planeta va a hervir?”. Las nucleares, por cierto, son una gran solución para el cambio climático. El PSOE va en contra de las nucleares. Dejará a España empobrecida y con una energía carísima. Estas cosas son las que me acercan a Vox.
Se está produciendo un movimiento pendular: hemos pasado del cambio climático utilizado para infundir el miedo a que alcancen el poder algunos que niegan el cambio climático.
Yo he trabajado mucho con renovables. Esta casa en la que estamos está llena de paneles solares. Mis coches son eléctricos. Pero, dicho todo esto, al final, ese miedo del que hablo acaba en el mismo punto: obligar a la gente a pagar más impuestos de los que tendría que pagar.
La transición ecológica está llegando por razones de mercado: la gente se pone paneles solares en casa para pagar menos por la factura de la luz; no porque crea que el planeta está hirviendo. Me refiero a que el mercado puede encontrar soluciones al cambio climático.
Pero no me ha contestado a lo que le preguntaba: la difícil convivencia, dentro de Vox, entre el liberalismo económico y un fuerte conservadurismo social.
En Vox saben que yo tengo clínicas de fertilidad y creo que les parece genial porque ayudo a la gente a tener hijos y ellos son pro natalidad. Hay temas concretos en los que uno puede no estar de acuerdo. Pero es como cuando vas a un restaurante: te dan el menú y piensas en los platos que te gustan, no en lo que no te gustan.
No existe el menú perfecto, no existe el partido perfecto. Me gustan muchas cosas de Vox y muchas cosas del PP, incluso hay algo que me gusta de la izquierda: eso que hicieron de que los coches no puedan circular por el centro de Madrid me gustó. ¿Lo ve? No soy dogmático. Soy una persona muy científica, me gustan los datos. Si alguien me demuestra con datos que mi postura es equivocada, cambio de postura.
![Un momento de la entrevista.](https://s1.elespanol.com/2025/02/07/actualidad/922418128_252926929_854x640.jpg)
Un momento de la entrevista.
Dice que los españoles no hemos entendido bien las causas del triunfo de Trump. ¿Cuáles son?
La más concreta, el bolsillo. ¿Por qué el bolsillo? Podría usted contestarme: “El paro con Biden era muy bajo”. Y es verdad. Pero había una sensación en Estados Unidos de que las “políticas de inclusión”, que son las políticas identitarias, estaban destruyendo la economía. Un ejemplo: obligar a los empresarios a contratar a gente por su sexo o su color de piel.
Cuando Marthin Luther King dijo que soñaba con un mundo donde a la gente no se le juzgase por el color de la piel sino por el contenido de su alma… Biden ha hecho lo contrario. Sus políticas desembocaron en un país donde se elegía por factores ajenos a ese “alma”, que en traducción contemporánea sería la capacidad. Eso terminó desgastando al votante norteamericano.
Después está lo de la inmigración, que puede ser buena o mala. Trump dijo basta. Está intentando ser selectivo. Y luego está la seguridad: ¿ha visto cómo están ciudades demócratas como San Francisco? Son muy peligrosas. La izquierda lo ha permitido todo. Esa idea de que “hay que entender a los criminales, pobrecitos”. Las primeras dos semanas de Trump han sido las dos semanas más increíbles de la Historia.
El paroxismo del pensamiento de Trump sobre las identidades llegó con el accidente de avión del otro día. Sin esperar a los resultados de la investigación, culpó de la catástrofe a las políticas identitarias de los demócratas. ¿No es eso muy peligroso? Es el presidente del país más importante del mundo, no un tipo que está opinando en la barra de un bar.
Me parece peligroso usar políticas de identidad para contratar controladores aéreos.
¡Pero si no sabemos si fue eso lo que provocó el accidente!
Me parece muy peligroso contratar controladores aéreos por su identidad sexual, y no por su capacidad de controladores aéreos. Yo no quiero que mi piloto sea negro, mujer o gay; quiero que sea el mejor piloto. Que sea gay, mujer o negro, pero el mejor.
No está contestando a mi pregunta.
Un helicóptero chocó con un avión en extrañas circunstancias. Está claro que hubo un error humano garrafal. O bien de los controladores aéreos o bien del piloto del helicóptero. No del avión porque estaba aproximándose a tierra cerca del aeropuerto.
A eso iba: no sabemos lo que ha pasado y Trump se lanzó a publicar esa conclusión.
Especialmente en esos puestos, los contratados tienen que ser los mejores. ¿Vio a la mujer bombero lesbiana que dijo que no podía levantar el cuerpo de un hombre en los incendios de Los Ángeles? ¿Por qué hay bomberos lesbianas incapaces de levantar un cuerpo? ¿No es esa capacidad imprescindible para ser bombero? No es homofobia ni nada de eso. A mí me parecería estupendo que se contratara como bomberas a esas mujeres trans con constitución genética de hombres que fueron a las Olimpiadas. Trump está haciendo un gran trabajo. Esa es mi idea general.
No ha contestado a la pregunta.
Es que no conozco los detalles.
Fueron sus palabras literales.
Quizá tenga razón Trump.
Y quizá no. Esa es la cuestión. No esperó al resultado de la investigación y culpó a un rival político del accidente.
Si yo ahora le pregunto a usted cuánto es 3.000 por 350, usted va a ir haciendo cuentas en su cabeza, va a hacer un “guessing” del resultado. Me va a dar una aproximación. Un juez sí debe tener la respuesta exacta. Que un presidente dé una respuesta aproximada no me parece mal. Es muy difícil esperar a estar seguro del todo para dar una opinión. Esa es mi respuesta.
"No quiero que mi piloto sea elegido por ser mujer, gay o negro. Quiero que sea seleccionado por ser el mejor"
Le lanzo otra provocación. Suele decir: “Es mucho más fácil entender el triunfo de Trump que el de Sánchez”. En realidad, no son tan distintos, ¿no? Los dos han indultado a quienes intentaron dar un golpe, los dos colonizan las instituciones públicas colocando a sus amigos, los dos tienen una concepción iliberal de los medios de comunicación, los dos han levantado un muro para dividir a los ciudadanos entre buenos y malos en función de sus ideas políticas.
Entiendo por dónde va, pero llega un momento en que hay que ser del Barça o del Real Madrid.
Eso es lo peligroso de la política de hoy, la ausencia de un término medio.
Uno debe escuchar todo y después decidir: “¿De qué equipo soy?”. Yo soy del Real Madrid. Pedro Sánchez sería la analogía del Barça, que me perdonen los del Barça, lo digo con todo el respeto. Es sólo un ejemplo para explicarme.
Se lo cuento con otro ejemplo. Pedro Sánchez ha metido a su amigo Marc Murtra a dirigir Telefónica, un desconocido que nunca hizo nada exitoso que yo sepa. Y Trump ha colocado a Elon Musk. Si se trata de enchufar a alguien, prefiero a Elon, que es el empresario más brillante y genial que he conocido. ¡Es tan grande la diferencia de calidad! Conozco personalmente a muchos de los que metió Trump. ¡Tienen un nivelazo! Estados Unidos va a ser un competidor feroz con gente tan buena en el poder. ¿Le digo más?
Adelante.
JD Vance, el vicepresidente. Yo estuve en la cena en la que Peter Thiel [fundador de Paypal junto a Musk] conoció a Vance. ¡Y Vance odiaba a Trump! Decía sobre él aquella noche unas cosas que no podría usted creer. Pero Trump se dio cuenta de que Vance era muy bueno y lo metió de vicepresidente. Para Trump, la calidad del individuo es mucho más importante que la lealtad. Me gustaría que eso ocurriera en España.
¿Y los indultos? Primero fue Biden al irse de la presidencia indultando a sus familiares. Y ahora Trump indulta a los golpistas del Parlamento. No es una anécdota. Influye en la igualdad entre ciudadanos, en el Estado de Derecho.
Estamos de acuerdo. El poder ejecutivo no debería tener la capacidad de indultar. Eso ha acabado por provocar una guerra de indultos. Tú indultas a tus parientes, pues yo indulto a los que me apoyan. No debería ocurrir.
![Varsavksy hace en la entrevista su análisis acerca de las formaciones surgidas a la derecha del conservadurismo tradicional.](https://s1.elespanol.com/2025/02/07/actualidad/922418130_252926978_1024x576.jpg)
Varsavksy hace en la entrevista su análisis acerca de las formaciones surgidas a la derecha del conservadurismo tradicional.
Con su política arancelaria, Trump está articulando una posición contraria al libre comercio. Eso no es libertario, ni siquiera liberal. Ha sorprendido a muchos.
Estoy en contra de los aranceles, pero a favor de cómo los utiliza Trump.
¿Del chantaje? O haces lo que yo quiero o te meto aranceles.
Yo no lo llamaría chantaje. A Estados Unidos le cuelan las drogas y el fentanilo por la frontera, lo que mata unas 100.000 personas por año. Por la frontera de Canadá llegaron más terroristas islámicos que por la frontera de Río Grande. ¿No tiene Estados Unidos el derecho a hartarse de que le cuelen drogas y criminales?
Señora Sheinbaum, o controla la frontera o le meto unos aranceles que no se lo va a creer. Y la señora Sheinbaum ha llevado 10.000 soldados a controlar la frontera. Corrimos el riesgo de que llegaran los aranceles con Canadá, México y Colombia, pero no han llegado. Trump está utilizando los aranceles de manera inteligente.
Y luego está China.
Eso era un agujero. Amazon paga todos los impuestos y luego llegaba Shein y te colaba millones de paquetes pequeños. En España tampoco tendrían que dejar pasar así esos paquetes. Estoy a favor de los aranceles a China porque, allí, ellos no dejan operar a Google y Microsoft; se cierran a la gran tecnología norteamericana, que es el fuerte de Estados Unidos. ¿Y Estados Unidos tiene que comprarse todo China? Si las empresas norteamericanas no tienen libertad en China, las empresas chinas no deben tener libertad en Estados Unidos.
Voy con otra provocación. Trump se presenta como un gran pacificador, pero ha llegado amenazando con expandir su territorio: Groenlandia, el canal de Panamá…
Con el Canal de Panamá tiene mucha razón. Lo hizo Estados Unidos, lo construyó Estados Unidos. Y ahora resulta que se lo estaban quedando los chinos. Marco Rubio le dejó las cosas bien claritas al presidente de Panamá. ¡Diez puntos!
Lo de Groenlandia es diferente. Cuando lo vi, pensé: “¡Esto es una locura!”. Después, comencé a leer y resulta que los de Groenlandia parece que detestan a Dinamarca. Yo creía que estaban encantados con ser daneses. Trump no ha dicho que vaya a invadir Groenlandia. Parece que quiere proponerles ser norteamericanos, igual que a los de Canadá. Si hablara de invasión, yo estaría totalmente en contra.
Eso haría bueno a Puigdemont: él sólo está proponiendo a los catalanes dejar de ser españoles.
Pero aquí hay una Constitución que lo prohíbe. No sé cuál es exactamente el régimen jurídico en Groenlandia. Muchas de las ideas de Trump y Milei, al principio, suenan chocantes. Parece que no van a funcionar, pero luego funcionan. Yo tengo todo el respeto por las cosas que funcionan.
Y la propuesta de Trump de que Israel limpie Gaza de palestinos y luego la ocupe Estados Unidos, ¿le convence? ¿Cree que funcionará? La ONU y los países árabes socios de Trump se han opuesto.
Es una propuesta original y está basada en la realidad de los hechos. Esa realidad es que Gaza está en ruinas, es inhabitable. Está llena de explosivos. En 2005, se fueron todos los judíos de la franja. Los palestinos que se quedaron tuvieron la oportunidad de construir un Dubai y, en cambio, hicieron lo que ahora tienen.
La propuesta de que Egipto, Jordania y otros países árabes acepten a la gente de Gaza es razonable. Es gente que está obsesionada con matar judíos y no con construir su propio país. Si Alemania aceptó más de un millón de refugiados sirios, ¿por qué los vecinos árabes, con su misma cultura, no pueden aceptar 1.800.000 gazatíes?
Trump dará incentivos a Egipto y Jordania para que acepten a la gente de Gaza. Habrá inversión privada. Y luego se llevará personas a Gaza para que vivan allí pero sin estar gobernados por Hamás.
La inmigración ha aparecido de manera colateral varias veces en la conversación. ¿Cómo cree que debería actualizarse la política de inmigración en España? Ha hablado del reflejo de Estados Unidos.
España debe buscar inmigrantes afines. España tiene mucha más suerte que Alemania por sus raíces con Latinoamérica. Alemania no tiene a 400 millones de personas que hablan su idioma y su cultura en otro continente. Hablan español, son cristianos, beben de la misma tradición. No me refiero a que vayan a misa todos los domingos, sino a que tienen una misma cultura.
No llegan con ideas contrarias a España ni a Europa. Piensan que los hombres y las mujeres son iguales, no están contra los homosexuales, no son antisemitas… Digamos que son buenos. Yo soy latinoamericano. Fui al colegio en Argentina y me enseñaron a amar la cultura española. Creo que la solución pasa por tener más inmigrantes hispanoamericanos.
¿Se equivocará Trump si reduce o suspende su ayuda militar a Ucrania? Existe cierta incertidumbre sobre esto.
Cuando gobernaba Biden, todas las armas que aportaba Estados Unidos sólo podían ser utilizadas para defender Ucrania, pero no para atacar a Rusia. Trump ha levantado ese precepto: “Usen las armas para lo que les dé la gana”. Y los ucranianos están bombardeando Rusia. Putin tiene un problema mucho más grande con Trump que con Biden. Los europeos no entienden a Estados Unidos.
![Varsavksy nació en Argentina, se exilió a Estados Unidos y vive hoy en Madrid.](https://s1.elespanol.com/2025/02/07/actualidad/922418133_252927076_854x640.jpg)
Varsavksy nació en Argentina, se exilió a Estados Unidos y vive hoy en Madrid.
Elon Musk ha sido el motivo por el que ha aparecido en la tele estos días. Usted lo conoció hace más de veinte años.
Lo conocí en 2006, en una cena en casa de Serguéi Brin, el fundador de Google, que asistió para comprarse uno de los primeros Tesla Roadster. Después, lo vi en Italia hace dos o tres años. Además, chateamos con mucha frecuencia, como le contaba, sobre ciencia, empresas, política…
Creo que no siempre se han llevado tan bien, ¿no? Discutieron mucho.
Elon es un visionario y yo lo soy menos. Me di cuenta de algunas cosas gracias a él. Me parecía que Elon aseguraba cosas que no eran verdad. Y después aprendí que muchas sí lo eran. Estuvimos bastante en desacuerdo. Me llevó tiempo comprender su visión del mundo.
Él no entiende el mundo con el eje izquierda-derecha. Él lo ve como trabajadores y vagos. Los que trabajan y los que viven de los que trabajan. También discutimos porque él atacó a la ADL, una asociación que combate el antisemitismo. Yo me puse del lado de la ADL. Pero después investigué y vi que, además de combatir el antisemitismo, promovía una agenda woke.
¿Ahora están en un buen momento de la relación?
Sí, sí. Llegó a bloquearme en Twitter, ¿eh? Luego nos fuimos alineando… Twitter ha pasado de 7.000 empleados a 2.000 y el servicio ha mejorado diez veces. Es lo mismo que va a pasar en el gobierno americano.
Musk tiene el sueño de llevar a los humanos a Marte desde que era un chaval. Los coches eléctricos también están relacionados con eso. Quiere que la humanidad disponga de un ‘planeta B’ en Marte porque tiene miedo a que nos destruyamos con una guerra nuclear. Muchos dicen que Trump se aprovecha de Musk, pero… ¿y si es Musk el que se está aprovechando de Trump para cumplir su sueño?
Son un matrimonio. Son mejores juntos que por separado.
Musk apostó fuerte por la sostenibilidad y las energías renovables. Ahora ha silenciado esas posiciones estratégicamente para no chocar con Trump.
Es muy interesante este tema. Hace tiempo escuché a Elon hablar de esto y tiene una postura bastante parecida a la mía. Dijo: “Estamos emitiendo demasiado CO2”. También dijo que no sabemos cuáles van a ser las consecuencias. Hablaba de las ventajas de los coches eléctricos…
Él quiere que la gente compre sus coches. No para salvar el planeta, que igual ayuda, sino porque son los mejores coches del mundo. Allí, además, los idiotas de los reguladores europeos no los capan como aquí. Yo tengo el mismo modelo en Madrid que en Miami y el de Madrid está capado.
¿En qué se diferencian?
El de Miami es totalmente autónomo. Se conduce solo. Tienes que tener la mano apoyada en el volante, pero el coche lo hace todo. Los europeos viven en la ignorancia de lo que puede llegar a hacer un Tesla.
Como en la Guerra Fría, se está volviendo a repetir esa pugna espacial, pero debemos añadir una: la de la inteligencia artificial. Usted es un gran amante de este asunto. ¿Musk está preocupado por los avances chinos en este campo?
Los chinos hacen grandes cosas, aunque siempre las exageran. A veces hacen cosas terribles y mienten sobre ellas, como lo del virus de Wuhan, que era un virus chino, como decía Trump.
Por suerte, los algoritmos de su inteligencia artificial los han hecho “open source” y ya están en manos de los norteamericanos. Está muy bien que los chinos contribuyan con algo porque vienen chupando de los avances de Occidente desde que empezó el nuevo régimen capitalista. Les dieron a elegir: “¿Capitalismo y democracia o comunismo?”. Y escogieron el capitalismo, pero sin democracia.
Conoce bien a Musk: ¿utiliza el algoritmo de Twitter para captar votantes? El 'New York Times' ha publicado un reportaje donde se da a entender eso.
Elon es un gran empresario y no va a arruinar su negocio haciendo trampas con el algoritmo. A la gente de izquierdas que está en Twitter, el algoritmo le muestra cosas de izquierdas. Y viceversa. No creo que Elon esté haciendo trampas.
Sánchez pidió que se prohíba el anonimato en las redes sociales. ¿Lo comparte?
Me parece directamente una petición dictatorial. El anonimato permite expresarse a mucha gente que tiene miedo. Como los empresarios del Ibex, que tienen miedo de dar su opinión contra Sánchez. El anonimato en las redes es esencial.
Pongamos una persona a la que le han diagnosticado un cáncer y quiere hacer preguntas sobre eso, pero sin revelar su identidad. Para esas cosas también es importante.
Es cierto, pero esos beneficios tienen también una contrapartida. Si yo escribo en el periódico que usted es un evasor de impuestos, usted puede demandarme y me condenarán. Si lo hago en Twitter con una cuenta anónima y eso se viraliza, no podrá pararlo. No podrá denunciarme. El daño estará hecho para cuando lo corrijan.
Nada es perfecto. Las mentiras agudizan el ingenio de la gente, que tiene que esforzarse en discernir qué es cierto y que no. Además, se puede saber la IP desde la que llegó tal comentario. Si se comete un crimen y la justicia se mete, las redes sociales deben contar todo lo que saben de esa persona.
Musk habla abiertamente de su plan para lograr el crecimiento de los partidos nacional-populistas y de extrema derecha en Alemania y Reino Unido. ¿Tiene algún interés en hacer lo mismo en España? Invitaron a Abascal a la toma de posesión de Trump.
Por ahora, Elon no ha demostrado ningún interés por hacer algo en España. También es cierto que ahora no hay elecciones aquí y sí las hay en Alemania. Si no hubiera elecciones en Alemania, no se habría metido allí. Es un tipo inteligente que usa sus recursos como puede. Nunca le escuché decir algo sobre España.
¿Y usted le cuenta cosas sobre España? Quiero decir: ¿Trump y Musk saben algo de España? ¿Saben quién es Puigdemont? ¿Saben que la gobernabilidad aquí depende de los independentistas? ¿Le cuenta estas cosas a Musk?
Mire, una economía comparable a la española sería la coreana. Corea es un país con una cantidad de gente similar a España. Una economía también similar a la española. Lo mismo que usted sabe de Corea es lo que Trump sabe de España.
Es decir, absolutamente nada.
Hombre, sabrá usted lo del Parlamento, que metieron preso al presidente y tal.
Sí, eso sí.
Pues eso. Quiero decirle: no hay razón siquiera para que Trump sepa más de Corea o de España. Uno vive en su país y se cree el ombligo del mundo, pero la geopolítica hay que estudiarla con un punto de vista relativo. A menos que a uno le guste venir de vacaciones, España no tiene un interés especial para Estados Unidos… No tiene ninguna industria espectacular.
Tenemos el Museo del Prado.
Es cierto.