El comisario Villarejo y su intento fallido de estrechar lazos con el nuevo fiscal general
El mando policial, investigado por el caso del pequeño Nicolás, aprovecha un acto público para acercarse a José Manuel Maza.
5 diciembre, 2016 01:50Noticias relacionadas
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El comisario de Policía José Manuel Villarejo, investigado en el Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid por la sospecha de que está detrás de la grabación ilegal a otro comisario de Policía con miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y hacérsela llegar al 'pequeño Nicolás' para buscar la nulidad de toda su investigación, intenta aproximarse al nuevo fiscal general, del que en buena medida depende su suerte en ese proceso.
El pasado 24 de noviembre, el mando policial, jubilado recientemente, acudió acompañado de otro comisario, José Luis Olivera -en las quinielas como posible nuevo director adjunto operativo, es decir número dos de la Policía- al primer acto público de Jos Manuel Maza como fiscal general in pectore.
Se trataba de la presentación del libro "Estudio práctico de los delitos leves. Análisis sustantivo y procesal", de la magistrada de la Audiencia Provincial de Madrid Pilar Alhambra, en el Ateneo de Madrid.
La presentación de la obra corría a cargo de Maza. El magistrado del Tribunal Supremo todavía no había sido designado oficialmente fiscal general del Estado aunque su nombramiento se produjo al día siguiente. 24 horas antes, había obtenido el plácet del Congreso para acceder al cargo.Maza tenía el compromiso previo de presentar el libro de su compañera y, pese a las complicaciones relacionadas con el proceso de nombramiento, no falló.
La asistencia de Olivera y, sobre todo, de Villarejo en el acto llamó la atención, especialmente por su indisimulado objetivo de saludar al nuevo fiscal general. El primero de los comisarios, todavía en activo y con gran peso dentro de la Policía, es asiduo a este tipo de encuentros de temática jurídica que le permiten estar cerca de jueces, fiscales y abogados.
Villarejo tampoco es la primera vez que se deja ver en estos actos, pero su presencia es más ocasional. Además, en su caso, el acercamiento a Maza tiene otras connotaciones. Este mando policial está siendo investigado por el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, Arturo Zamarriego, por la grabación ilegal al entonces comisario de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas.
En ese caso, la postura del fiscal va a ser clave para que Villarejo acabe o no sentado en el banquillo de los acusados. Por ahora, ya ha ido a declarar en calidad de investigado y ha negado que él tuviera conocimiento ni estuviera detrás de aquella grabación que tenía como objetivo desmoronar toda la investigación a Francisco Nicolás Gómez Iglesias. La reunión entre Policía y CNI en el marco de las pesquisas al 'pequeño Nicolás' se intentó utilizar por la defensa del joven como una prueba de que estaba siendo investigado con métodos ilegales.
Sin embargo, hasta el momento no hay indicio alguno que haga sospechar que en esa reunión se hablar de “lavar pruebas” o “pinchar” el teléfono del Gómez Iglesias de manera ilegal, tal y como éste trata de hacer creer. Según los investigadores, fue Villarejo quien ordenó a un periodista grabar esa reunión a través de un programa espía activado en el teléfono de Martín Blas y fue Villarejo quien hizo llegar esa grabación a otros dos periodistas para que éstos se la entregaran al 'pequeño Nicolás' para que pudiera pedir la nulidad de toda la causa.
A pesar de que Martín Blas sospechaba que la grabación de la conversación se pudo realizar a través de dos aplicaciones instaladas por el directo adjunto operativo entonces, Eugenio Pino, un reciente informe de Policía Científica sostiene que no se pudieron utilizar esos programas porque en el momento de los hechos no estaba operativas. Es más, tras le entregada de este último informe policial Villarejo ha solicitado el archivo de la causa, que está pendiente de resolución por parte del juez instructor.
Situación incómoda para Maza
Tras la presentación del libro hubo un pequeño cóctel en la misma sala, y Olivera y Villarejo se centraron en acercarse a Maza. Según fuentes presentes en el acto, cuando el nuevo fiscal general les vio acercarse éste se mostró incómodo con su presencia. Tras un saludo de cortesía y unas breves palabras, el nuevo jefe de la Fiscalía se alejó, rehuyendo mantener una conversación más larga con ellos.
Fuentes próximas a Maza explican que efectivamente conoce a Olivera, que actuó como introductor de Villarejo, con el que no mantiene ninguna relación. Además, fuentes presenciales aseguran que fue un momento algo embarazoso para el entonces magistrado del Tribunal Supremo, en quien percibieron una clara incomodidad por la aproximación del polémico comisario, investigado (actual denominación imputado) en un proceso penal.