El Informe Número 8 de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (Onif), que puede considerarse el documento definitivo de los investigadores sobre los delitos fiscales que se atribuyen al ex vicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, afirma que éste utilizó las sociedades panameñas Red Rose Limited y Westcastle, la británica Vivaway y la española Kradonara para "velar, ocultar u opacar la identidad del beneficiario efectivo de los fondos con el objetivo de perjudicar a la Hacienda Pública".
A través de esas sociedades circularon, según el informe, tres tipos de rentas obtenidas por Rato: las cobradas por servicios profesionales -de sociedades como Telefónica o las ingresadas por conferencias, entre otras; las rentas "presuntamente ilícitas" procedentes de comisiones de publicidad de Bankia en la época en que Rato presidía la entidad y "las entradas de dinero vía bancaria y desde el extranjero de origen desconocido".
Según los cálculos de la Onif, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, Rato habría ingresado un total de 887.497 euros por comisiones "ilícitas" en 2011 y 2012 y habría ingresado divisas por importe de 7,3 millones entre 2006 y 2014.
El informe cuantifica la cuota supuestamente defraudada por el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional en 6.859.602 euros entre 2004 y 2015. Entre 2009 y 2015, los años la Onif considera que no han prescrito, las cuotas supuestamente defraudadas "ascienden a un importe cercano a los 5,4 millones”.
La cuota presuntamente defraudada fue 'in crescendo' con el paso de los años. Si en 2004 habría ascendido a 247.258 euros, en 2006 sería de 761.020 y en 2014 de 1,2 millones.
Blanqueo de capitales
La ONIF sostiene que, además de los delitos fiscales, se aprecian tres operaciones de blanqueo de capitales supuestamente realizadas por Rato.
Serían la inversión en un hotel de Berlín al que el ex dirigente del PP habría destinado unos 3,5 millones de euros. La Onif admite que ha revisado los cálculos realizados en anteriores informes, en los que consignó una cuota de inversión de 6,4 millones.
La segunda operación sería la construcción de un chalé en Cabueñes, con una inversión "superior a 700.000 euros".
La última sería un hotel en Layos (Toledo) con una inversión todavía pendiente de analizar de unos 1,2 millones de euros entre 2004 y 2010.
La Onif matiza que el cálculo final de estas operaciones dependerá de las conclusiones de la unidad de la Guardia Civil que está investigándolas.