La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a cuatro años y medio de prisión al doctor José V. B., exjefe de sección del servicio de urgencias del hospital Clínico, por falsificar recetas de un fármaco que tiene un principio activo similar al de la Viagra aparentando que estaba destinado a un tío suyo que sufría una enfermedad pulmonar. El médico, que siguió obteniendo el medicamento (Revatio) incluso después de que su familiar falleciese, realizó esta práctica durante un año y medio y perjudicó a la sanidad valenciana en 6.995 euros. El precio de cada caja de Revatio se situaba en torno a los 500 euros.
Además de la pena de prisión, el facultativo ha sido inhabilitado para ejercer su profesión durante cuatro años y deberá pagar una multa de 6.750 euros. El dinero estafado ya fue devuelto antes del juicio.
Los hechos han sido juzgados por un Jurado que, pese a considerar excesiva la pena, se mostró en contra de la opción de proponer un indulto o de que José V.B. se beneficiase de cualquier eventual posibilidad de suspensión de la condena. La sentencia, dictada por el magistrado José Manuel Ortega, no es firme, ya que puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de la Comunidad Valenciana.
El Jurado declaró al médico culpable por siete votos frente a dos tras considerar probado que entre 2009 y 2011 sacó hasta 14 cajas de Revatio de la unidad de Farmacia del Clínico con la tarjeta sanitaria de su familiar. "Aprovechando la confianza que generaba su condición de jefe de sección del Servicio de Urgencias del hospital", señala la sentencia, José V.B. hizo creer al responsable de Farmacia del centro sanitario que un tío suyo necesitaba el medicamento para tratarse de una enfermedad pulmonar.
En realidad, este familiar sufría una patología cuya medicación suministrada conjuntamente con el Revatio estaba contraindicada. El tío del condenado falleció en septiembre de 2010, pero el doctor no comunicó la muerte y sacó cinco cajas más del mismo fármaco hasta abril de 2011. Las recetas las firmaba él mismo.
Durante el juicio no se aclaró el destino de los medicamentos pero la sentencia indica que "no puede obviarse que el Revatio, por tener como componente activo el sildenafilo, está indicado, además de para tratar la hipertensión pulmonar primaria, para el tratamiento de la disfunción eréctil. Como señaló el médico forense en juicio, el Revatio tiene el mismo componente que la Viagra."
Falsedad y estafa
La sentencia explica que cuando en una receta oficial consta algo incierto y el destino de la medicación no es el tratamiento del enfermo cuya patología se usa como excusa “para generar la apariencia necesaria para conseguir que el servicio de Farmacia expida la medicación”, quien se responsabiliza de la prescripción como médico “incurre en una falsa narración de los hechos relevantes del documento, es decir, en falsedad”.
Además de ese delito, la actuación del médico constituye un delito de estafa a la Administración Pública, ya que el engaño al responsable de Farmacia provocó un perjuicio patrimonial para las arcas públicas en el importe de los medicamentos suministrados.