El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha decidido abrir juicio oral por el llamado caso Nueva Rumasa y ha impuesto una fianza de 496 millones de euros a los seis hijos del empresario José María Ruiz-Mateos implicados.
En el auto, conocido hoy, el magistrado precisa que además de los seis hermanos también se sentarán en el banquillo el empresario Ángel de Cabo y ocho personas más por los delitos de estafa agravada, blanqueo de capitales, alzamiento de bienes y contra la Hacienda pública.
De la Mata señala a 57 empresas como responsables civiles subsidiarias y a nueve personas en calidad de partícipes a título lucrativo, entre ellos el que fuera abogado de José María Ruiz-Mateos, Joaquín Yvancos.
Según la investigación del magistrado, el mecanismo ideado por los hermanos Ruiz-Mateos Rivero, su padre y Manuel Sánchez Marín, consistió en la obtención de préstamos de los inversores cuya devolución junto con el abono de los intereses se garantizaría mediante la entrega de "pagarés de empresa" o "pagarés corporativos" no a la orden, emitidos y generalmente avalados por sociedades del Grupo Nueva Rumasa, aprovechando la confianza que los consumidores venían depositando en los productos comercializados por sus empresas con mayor presencia en el mercado bajo marcas conocidas que se incluían estratégicamente en la publicidad.
Para obviar el control que la Comisión Nacional del Mercado de Valores pudiera ejercer sobre ese mecanismo de financiación, los investigados establecieron como condición que la inversión mínima fuera de 50.000 euros. El número total de inversores, según sus propios responsables fue, al menos, de 4.110 personas. De acuerdo con información proporcionada por tales responsables, el importe total de los fondos captados de esos inversores fue de 337.377.450,60 euros.