La jueza que investiga la muerte de la joven escocesa Kirsty Maxwell, ocurrida el pasado 29 de abril en Benidorm (Alicante) al caer desde el décimo piso de un edificio del llamado barrio inglés, ha rechazado la petición del abogado de la familia de encarcelar de forma preventiva a los cuatro hombres de nacionalidad británica que ocupaban el apartamento en el que se produjo la tragedia.
Kirsty Maxwell, que había viajado a Benidorm junto a unas amigas para celebrar una despedida de soltera, falleció en el acto tras precipitarse al vacío desde el balcón de una habitación que no era la suya sino la de cinco ingleses que ocupaban un apartamento contiguo.
La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Benidorm, que en un primer momento tomó declaración como investigado únicamente al hombre que abrió la puerta a la joven, dejándolo en libertad, ha interrogado este miércoles, a petición del letrado de la familia Maxwell, a los otros cuatro ingleses. Todos ellos han quedado en igual situación que el primero.
Con el acuerdo del fiscal, la instructora ha desestimado la petición del abogado de los parientes de Kirsty Maxwell de decretar la prisión provisional sin fianza de los británicos ya que, a falta sólo del informe de la Policía Científica, "no existen en este momento nuevos indicios de participación de los investigados en el fallecimiento" de la mujer.
"Siguen sin alcanzarse conclusiones distintas a las aportadas" por la Policía "y se confirma desde el Instituto de Toxicología que cuando sucedieron los hechos Kirsty se encontraba gravemente afectada por la ingesta de alcohol".
Confusión y pánico
Los efectos que pueden darse en el nivel de intoxicación alcohólica detectado en el víctima son desorientación, confusión mental, estado emocional exagerado (miedo, cólera...) y alteración de sensaciones. Ello "sería compatible con la versión ofrecida por la Policía" de que la mujer "por motivos que se desconocen, tal vez por error y pensando que accedía al apartamento de sus amigas, se introdujo en el que ocupaban los investigados y, posiblemente debido a su estado de intoxicación etílica y la corpulencia observada en los chicos que se encontraban en su interior, entró en situación de pánico, desorientada, encontrando como única vía de escape la puerta corredera que se encontraba parcialmente abierta, asomándose y saltando quizás con la intención de caer dentro del agua".
La resolución judicial añade que "sólo así podría explicarse que nadie la escuchara gritar pese a la cercanía de los apartamentos colindantes y teniendo en cuenta que ya eran las 7.51 horas de la mañana".
El informe de autopsia, argumenta asimismo la instructora, indica que en el cuerpo de Kirsty "no había ningún tipo de señal defensiva o lesiones incompatibles con la precipitación". Tampoco había vestigios de violencia en los investigados.
La magistrada, de otro lado, no cree que exista riesgo de fuga ya que los investigados "se han desplazado hoy desde su lugar de residencia en el Reino Unido para prestar declaración". La medida de prisión incondicional le parece, en este contexto, "desproporcionada".