Uniformado y acompañado de dos lugartenientes, el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha comparecido este viernes en la Audiencia Nacional para responder de la imputación de un delito de sedición ante la jueza Carmen Lamela. Detrás de él lo han hecho Jordi Sánchez y Jordi Cruixat, los líderes de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, las organizaciones que están detrás del activismo independentista y de la toma de las calles en estos cruciales días para Cataluña y para el resto del Estado.
Los tres han abandonado la Audiencia Nacional en la misma condición de investigados por sedición que tenían antes de someterse a la citación judicial pero sin medidas cautelares. Al menos de momento.
Tal como adelantó EL ESPAÑOL, la Fiscalía pidió a primera hora la suspensión tanto de las declaraciones de los investigados ante la llegada de un nuevo informe de la Guardia Civil de más de 200 folios y anexos videográficos como de la vista para la petición de medidas cautelares, algo que, de acuerdo con lo que expuso ante el Juzgado el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, debe realizarse valorando todo el material obrante.
Además, esta mañana no ha podido prestar declaración la intendente de los Mossos que estuvo en la Consejería de Economía durante el asedio contra la Guardia Civil. Teresa Laplana contactó con la Audiencia Nacional por videoconferencia y alegó sufrir vértigos que le impedían declarar. Se trata de una investigada de especial relevancia para contextualizar lo ocurrido en Barcelona cuando unas 40.000 personas se concentraron ante las dependencias de la Consejería de Economía mientras la Guardia Civil practicaba un registro. La comisión judicial y los agentes estuvieron sitiados durante 18 horas.
Todos ellos volverán a ser citados a declarar por Lamela y, entonces sí, podría celebrarse la vista para la adopción, en su caso, de medidas cautelares. No hay fecha para ello entre otros motivos porque el nuevo informe policial propone diligencias cuya realización deberá ser valorada por la instructora.
Fuentes de la Fiscalía aseguran que de los últimos datos policiales se desprende la implicación de más personas en los hechos del 20 de septiembre e incluso la posibilidad de ampliar la investigación a los sucesos del 1-O, aunque esta decisión no está tomada.
Trapero, "no convincente"
El mayor Trapero ha dicho durante su comparecencia judicial que no fueron avisados del despliegue para impedir el referéndum. “Contrariamente a lo que ocurre siempre, esta vez no nos avisaron con antelación y el dispositivo en la vía pública se tuvo que precipitar cuando nos enteramos por la televisión” ha dicho. Alegaciones de tono exculpatorio que, sin embargo, se consideran "no convincentes " por parte de la Fiscalía. Pero el fantasma de que el icónico responsable de los Mossos acabara este viernes en prisión se ha disipado con el aplazamiento solicitado por el fiscal y aceptado in extremis por Lamela. En una partida de ajedrez que cambia cada segundo, es difícil pronosticar qué puede ocurrir pero, en todo caso, el proceso penal sigue adelante.
Cruixat no ha declarado y Sánchez ha apelado al derecho de reunión y a la ausencia de carácter sedicioso en la concentración.