Sergio Morate, el único acusado del asesinato de las jóvenes Marina Okarynska y Laura del Hoyo en agosto de 2015, se ha negado a declarar en el juicio por el ya conocido como 'crimen de Cuenca'. Morate se ha negado a contestar a las preguntas del juez, de la Fiscalía y de los abogados de las víctimas y el suyo propio. Llegado a las 9.25 de la mañana de este lunes a la Audiencia Provincial de Cuenca, donde se celebra el juicio ante un Jurado Popular que se prolongará durante toda la semana.
Morate ha sido trasladado en un furgón de la Guardia Civil desde la prisión madrileña de Estremera, donde está preso desde septiembre de 2015. Ha entrado al edificio escoltado por dos guardias civiles, cubriéndose la cabeza con una sudadera gris. A las puertas de la Audiencia le esperaban los amigos y familiares de las jóvenes, que le han gritado "¡Asesino!" entre llantos. El nerviosismo se hacía notar en los rostros de los seres queridos de las jóvenes. También en el de la hermana de Marina, Alina Okarynska, quien ha confesado a EL ESPAÑOL que este lunes es el peor día de su vida. "Siento mucha presión. Necesito verle la cara pero a la vez no quiero hacerlo. Ojalá por fin se haga justicia", ha contado a este diario minutos antes de que comenzara el juicio.
La defensa de Sergio Morate ha solicitado la "incomunicación" del Tribunal del Jurado durante el juicio por considerar que se encontraban "influenciados por los medios de comunicación". Una petición que rechaza la Fiscalía. El Jurado tan solo estará a puerta cerrada durante la deliberación previa al veredicto.
En la primera sesión del juicio que tiene lugar la mañana de este lunes, declarará el único acusado y 19 testigos durante la mañana y la tarde. Antes de nada se han leído los escritos de calificación provisionales y se ha hecho un receso para que el Jurado Popular deliberara si el juicio debe celebrarse a puerta cerrada o abierta.
Dos años y dos meses después del asesinato de Marina Okarynska y Laura del Hoyo en Cuenca, el único acusado se sienta en el banquillo frente a un Jurado Popular compuesto por siete hombres y dos mujeres. La Fiscalía pide para él una pena de prisión de 48 años: 25 por el asesinato de Marina Okarynska y 23 por el de Laura del Hoyo, además de una indemización de 540.000 euros para las familias de las víctimas.
¿QUÉ PASÓ EL 6 DE AGOSTO DE 2015?
Sergio Morate tan solo ha salido dos veces de la cárcel de Estremera, donde ingresó el 5 de septiembre de 2015, para ser interrogado y participar en el registro de su domicilio, donde presuntamente cometió los asesinatos de las dos jóvenes el 6 de agosto de 2015.
Aquel día, Marina Okarynska y Laura del Hoyo se dirigieron a casa de Sergio Morate para recoger las pertenencias de la primera, que mantuvo una relación con él durante casi 5 años antes de casarse en Ucrania con otro hombre y rehacer su vida. Avisó a su amiga Laura para que la acompañara en coche. Antes de llegar al residencial Ars Natura, en El Barrio de Villarromán de la capital conquense donde vivía Morate, Marina avisó a su exnovio.
Él no esperaba que acudiera acompañada. Según se recoge en el escrito de acusación, el hombre se puso nervioso al conocer que su exnovia llegaría con su amiga. Según habría confesado él mismo a un policía que participó en su repatriación desde Rumanía, a donde huyó el mismo 6 de agosto, tenía todo preparado para asesinar a Marina Okarynska.
Según denuncia la Fiscalía, las dos jóvenes murieron estranguladas. Morate recibió a las dos jóvenes en su casa. Habría apartado a Marina Okarynska en una habitación cerrada y la habría estrangulado con una brida. Después habría golpeado a Laura en la cabeza y la habría estrangulado con sus propias manos. Sin ayuda de nadie, habría trasladado los cadáveres de las jóvenes al maletero de su coche para llevarlos a una poza junto al río Huécar, cerca del municipio de Palomera (Cuenca). Allí las habría semienterrado en cal viva. Un vecino de Cuenca encontró sus cuerpos horas después de que sus familiares denunciaran su desaparición el mismo 6 de agosto.
El joven huyó aquel mismo día a Rumanía, donde se refugió en casa de un amigo hasta que las autoridades rumanas le localizaron y le tuvieron detenido durante 23 días, hasta que fue entregado a España el 5 de septiembre de 2015.
En el juicio que se celebrará durante esta semana en la Audiencia Provincial de Cuenca. Actuarán como acusación las familias de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Fiscalía.