El exconseller de Empresa de la Generalitat, Santiago Vila, es el único acusado por los delitos de sedición, rebelión y malversación que podrá salir de la cárcel si deposita una fianza de 50.000 euros en metálico en el Juzgado central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional.
La jueza Carmen Lamela ve en su actuación la misma responsabilidad que en el resto de exconsellers del Gobierno de Puigdemont, pero argumenta que en su caso "no se aprecia riesgo de reiteración delictiva, teniendo en cuenta que él mismo desistió voluntariamente de proseguir con el proceso soberanista el día 26 de octubre de 2017, esto es, un día antes de que la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) fuera votada en el Parlament, lo que pone de manifiesto su voluntad contraria a consumar el intento secesionista".
Así, el paso atrás que el responsable de Economía dio en el último momento, dimitiendo incluso de su cargo antes de que el Parlament aprobara la DUI, le ha salvado de ir a la cárcel. Ese gesto le ha costado, por otro lado, que los miembros de su partido le hayan dado la espalda. Este jueves, a su llegada a declarar a la Audiencia Nacional, los parlamentarios del PdeCat que se hallaban en la plaza donde se encuentra el Tribunal, han guardado un significativo silencio a su paso.
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La magistrada sí que mantiene otras medidas cautelares contra Vila incluso después de que deposite la fianza, como son la prohibición de salir del territorio español con entrega del pasaporte en el plazo de un día, la presencia quincenal ante el Juzgado de Instrucción más cercano a su domicilio y la fijación de un teléfono donde poder ser localizado inmediatamente en España. También tendrá que indicar a una persona para recibir las notificaciones o citaciones. Hasta que abone su fianza, ingresará en la cárcel madrileña de Estremera, según el Ministerio del Interior.