Carlos Dívar, expresidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ha fallecido esta madrugada en Madrid a causa de una enfermedad, según han informado fuentes del Alto Tribunal. Malagueño, de 75 años -cumpliría los 76 el próximo 31 de diciembre, Divar se convirtió en el único juez que llegó a presidir el Supremo sin dirigir ninguna de sus salas.
Dívar ingresó en la carrera judicial en 1969 tras estudiar Derecho en la Universidades de Deusto y Valladolid. Ejerció como juez de instrucción en Castuera (Badajoz), Durango (Vizcaya) y Orgaz (Toledo). En 1979 obtuvo destino como magistrado en San Sebastián, donde pasaría apenas un año. Nacido en 1941 fue nombrado magistrado del Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional en 1980 y luego pasó a ser presidente de este tribunal de 2001 hasta 2008.
Dívar dio muestras de su firmeza cuando en 1990, como magistrado de la Audiencia Nacional, inadmitió a trámite una querella del entonces fiscal del estado, Leopoldo Torres Boursault, que el mismo Felipe González había ordenado. La Fiscalía acusaba a cuatro periodistas de El Mundo -Melchor Miralles, Fernando Garea, Pedro Cuartango y Juan Carlos Escudier- de imputar al Gobierno un delito de revelación de secretos tras una información en la que se contaba cómo en un Consejo de Ministros se había acordado una subvención para una empresa del hermano de Alfonso Guerra y varios de los ministros habían comentado este vínculo con el entonces vicepresidente.
Años después, en la Nochebuena de 2003, Dívar sufrió un intento de atentado de la banda terrorista ETA que planeó acabar con su vida durante su desplazamiento diario desde su domicilio hasta la Audiencia Nacional. La acción fracasó debido a que su comitiva empleó aquel día un trayecto diferente al habitual. Dívar atribuyó su salvación "a la intercesión de la Virgen de Fátima".
Así, mantuvo el cargo de presidente de la Audiencia Nacional hasta su nombramiento como presidente del Tribunal Supremo y del órgano de Gobierno de los jueces en septiembre de 2008, puesto para el que fue elegido a iniciativa del entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y con el beneplácito de Mariano Rajoy, y por unanimidad por los veinte vocales del CGPJ. Su figura fue calificada en una declaración institucional avalada por los vocales como la "persona idónea para generar confianza y consenso en el órgano de gobierno de los jueces".
Sin embargo, Dívar presentó su dimisión del cargo de presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo el 21 de junio del año 2012, convirtiéndose en el primer presidente del Poder Judicial que abandonaba su cargo, como consecuencia de la polémica suscitada a raíz de conocerse que cargó a los presupuestos de este órgano parte del coste de una treintena de viajes que realizó en fines de semana por valor cercano a los 28.000 euros. Fue sustituido por el entonces presidente de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, Gonzalo Moliner.