La Audiencia Nacional ha condenado a los dos tuiteros Luis Fernando de Reyna y Tomás Santos a un año y un año y medio de prisión, respectivamente, por un delito de enaltecimiento del terrorismo en su modalidad de humillación a las víctimas por difundir a través de las redes sociales mensajes vejatorios contra Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo.
Los dos hombres tendrán que pagar sendas multas de 3.000 y 6.000 euros por los daños morales causados, atendiendo al dolor ocasionado a la víctima y a la afectación de su vida personal y familiar.
Para el Tribunal, "es difícil imaginar una acusación más grave, más hiriente y más ofensiva que la de imputar a una madre, que tanto ha sufrido, ser mala madre, hacer negocio o apoyar la impunidad de los asesinos", en referencia a los mensajes difundidos por los tuiteros, en los que se podía leer: "¿Qué se puede esperar de una mala madre que hace negocio apoyando la impunidad de los asesinos de su hijo?".
Lo hicieron a sabiendas de que la ofendían
Los magistrados de la Sección Segunda de la Sala Penal consideran que los mensajes publicados por los acusados "objetivamente encierran una evidente carga de desprecio, vejación o humillación a Pilar Manjón, víctima del terrorismo por ser madre de una de las personas que fueron asesinadas en los atentados del 4 de marzo de 2004 en Madrid, que ha tenido cierta relevancia pública por su condición de presidenta de una asociación de víctimas del terrorismo".
La Sentencia llega tres semanas después de que los condenados declararan en la Audiencia Nacional. Mientras Luis Fernando de Reyna manifestó que envió el mensaje "en un momento de ofuscación" y que no se dio cuenta de que iba dirigido a la persona afectada, Tomás Santos negó que fuera el autor de los mensajes.
Sin embargo, el Tribunal ve probado que Fernando de Reyna hizo público en Twitter el mensaje "¿qué se puede esperar de una mala madre que hace negocio apoyando la impunidad de los asesinos de su hijo?" así como a la propia afectada, Pilar Manjón. Según la Fiscalía, lo hizo "aún a sabiendas de que con ello ofendía gravemente y ocasionaba una pública humillación a doña Pilar Manjón en su calidad de víctima del terrorismo como madre de uno de los fallecidos en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid".
En el caso de los mensajes enviados por el condenado Tomás Santos, los magistrados ven claro que "el contenido vejatorio de los mensajes difundidos no admite discusión. Los calificativos utilizados son manifiestamente ofensivos, e incluso se extienden y afectan a la dignidad del progenitor del hijo asesinado, cuya paternidad se gestiona".