Ángel Luis Viana, el guardia civil que mató a un hombre de origen marroquí al que no conocía de nada con 14 disparos tras arrollarle con su coche mientras ambos conducían por la A3, ya amenazó a dos magrebíes en un mercadillo de Arganda del Rey (Madrid), enseñándoles su arma reglamentaria.
Los hechos, que se han conocido este martes -durante la primera sesión del juicio en el que se sienta en el banquillo acusado de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento-, ocurrieron menos de una semana antes de que Viana asesinara a Younes S, de 39 años de edad y vecino de la localidad de Illescas (Toledo) desde hacía 10 años.
El guardia civil se habría acercado a dos hombres de origen magrebí a las puertas del mercadillo de Arganda del Rey (Madrid) y les habría sacado su pistola reglamentaria amenazándoles. Unos hechos por los que fue detenido y pasó a disposición judicial. Sin embargo, no se le retiró el arma reglamentaria.
Después de aquel incidente, Ángel Luis Viana, de baja médica por una lumbalgia, cogió su pistola y un machete de 45,5 cm y subió a su coche para ir a recoger a sus padres, que volvían de un viaje del Imserso. A mitad de camino, el coche de Younes se cruzó en su camino en la A3. Le embistió, le disparó desde el vehículo en dos ocasiones y, una vez fuera de la carretera, le persiguió disparándole hasta en 13 ocasiones. Seis de esos disparos impactaron en su cuerpo, dejándole malherido. Cuando llegó cerca de él, le sentó en la calzada, le propinó varios puñetazos, golpes con el arma y finalmente un disparo en la sien a 1,5 cm de distancia que acabó con su vida.
"En su mente enferma tenía que parar un atentado terrorista"
Según su defensa, cometió los hechos con "sus capacidades mentales altísimamente modificadas". Según el abogado Juan Arroyo, la locura hacía al acusado estar convencido de que un atentado terrorista ocurriría de manera inminente y él tenía que pararlo. De ahí que tuviera una "obsesión con las personas con rasgos árabes".
Con estos argumentos, la defensa pide que se le condene a 3 años y medio de prisión por homicidio en lugar de los 22 años por asesinato, delitos contra la seguridad vial y delito de daños que pide la acusación particular y a 21 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento que pide el Ministerio Público.
El abogado defensor sostiene que el acusado sufre un trastorno obsesivo desde que perdió a su hermano, también guardia civil destinado en Haití, donde cumplía con labores humanitarias. Según Arroyo, sentía una idealización exagerada de la figura de su hermano.
Una semana antes de que ocurrieran los hechos, había roto con su novia, con la que estuvo durante 8 años, y se trasladó a vivir a casa de su hermano fallecido que estaba "llena de recuerdos, entre ellos el machete" que portaba el día que mató a Younes.
Allí, según su defensa, comenzó a consumir grandes cantidades de alcohol, de hachís y de marihuana. El día que cometió los hechos, había consumido hachís, motivo por el que en el escrito de acusación de la Fiscalía se indica que concurre una atenuante analógica de alteración psíquica.
Antecedentes de conducta violenta
Sin embargo, la abogada de la familia de Younes que ejerce la acusación particular tiene muy claro que Ángel Luis Viana "actuaba con total tranquilidad y conciencia de lo que hizo", que la ira le movió a cometer el asesinato.
Según Beatriz de Vicente, "la coartada de que tenía que paralizar un atentado terrorista" no se le ocurrió hasta una hora y media después de ser detenido. La letrada también argumenta que, después de los hechos, el acusado no ha vuelto a tener ningún brote psicótico y que tampoco tenía antecedentes psiquiátricos, sino que estaba de baja únicamente por un dolor de espalda.
De ahí que sea extraño, según de Vicente, que "uno delire solo un rato cuando tiene un brote psicótico".
La defensa, la acusación particular y la fiscal han expuesto sus argumentos al Jurado Popular, constituido este mismo martes, y que tendrá que elaborar el objeto del veredicto cuando acabe el juicio.
El Ministerio Fiscal también sostiene que Ángel Luis Viana "cometió los hechos y sabía lo que estaba haciendo" y que "salió de casa con la intención de matar", de ahí que llevara un machete y un arma cargada". Sostiene la Fiscalía que el asesinato se podría haber cometido contra cualquiera que se hubiera cruzado en su camino.