El juicio contra la mayor mafia rusa asentada en España, la organización Tambovskaya-Malyshevskaya, ha comenzado este lunes en la Audiencia Nacional con las cuestiones previas sin la presencia de su "autoridad criminal", Gennadios Petrov, huido de la Justicia. En 2008 fue detenido en Palma por orden del juez Baltasar Garzón y puesto en libertad bajo fianza. En 2012 consiguió fugarse, igual que algunos de sus principales colaboradores, que están en busca y captura y para los que la Fiscalía pide entre 5 y 8 años de prisión.
Precisamente la ausencia del líder de dicha organización y sus principales colaboradores, -que habrían controlado desde la Costa del Sol y Baleares a sus grupos criminales que actuaban en Rusia-, ha sido uno de los argumentos expuestos para pedir que se anule el juicio por parte de las defensas. Sin embargo, el representante de la Fiscalía, José Grinda, ha expuesto que siguiendo este argumento "no se habría juzgado a ETA".
Petrov y sus colaboradores se asentaron en España en 1996 procedentes de Moscú y San Petersburgo. Ya estaban siendo buscados por la justicia de su país, la Unión Europea, Suiza y Estados Unidos. Sin embargo, siguieron controlando desde sus domicilios de España al grupo que siguió cometiendo asesinatos, tráfico de armas, extorsión, estafa, falsedad documental, tráfico de influencias, cohecho, negociaciones prohibidas, contrabando, tráfico de drogas, delitos contra la Hacienda Pública, descapitalización fraudulenta de sociedades, palizas por encargo y amenazas.
Ha sido el abogado de Juan Antonio Untoria, que aparecía como apoderado de la sociedad Inmobiliaria Balear 2001 SL en manos de Petrov y que también está investigado en la causa, quien ha solicitado que se suspenda el juicio por la ausencia de éste.
Los defensores de otros acusados han pedido la nulidad del escrito de acusación de casi 500 páginas de la Fiscalía porque consideran que es "inconcreto, vago e impreciso". En este sentido se han manifestado, por ejemplo, los abogados de la secretaria y administradora de Petrov en España que le reconocía como "gran jefe", Svetlana Vassiljeva o Ioulia Kasimirovna Ermolenko, su traductora y socia de algunas de sus empresas, según el escrito de la Fiscalía. Sin embargo, el fiscal se ha referido a los puntos del escrito en los que se menciona a las acusadas y ha negado falta de concreción.