El Mayor de los Mossos d'esquadra cesado, Josep Lluis Trapero, ha defendido este viernes ante la jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, que transmitió al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante dos reuniones los días 26 y 27 de septiembre, la preocupación de los Mossos por la seguridad ciudadana el 1 de octubre, según fuentes de su defensa.
Las mismas fuentes han explicado que en dichas reuniones a las que también asistió el exvicepresidente Oriol Junqueras, el exconsejero de Interior Joaquim Forn y tres comisarios del Cuerpo catalán, Trapero también habría transmitido a Puigdemont que la Jefatura de los Mossos estaba molesta porque desde el ámbito público se estaba contando que facilitarían y promovería la celebración del referéndum.
Según la defensa de Trapero, éste habría dicho a Puigdemont que el "procès" debía quedar al margen de los Mossos d'esquadra y que iban a cumplir con el mandato judicial del TSJ de Cataluña.
El Mayor de los Mossos cesado ha defendido que las 17 llamadas que hizo a Jordi Sánchez el día 20 de septiembre -cuando se produjo el asedio a la comitiva judicial que registró la consejería de Economía catalana- fueron por indicación y en contacto con el consejero de Interior, Joaquim Forn, según fuentes judiciales. Tampoco ha podido justificar que los cierres de los colegios electorales fueran efectivos.
En libertad sin fianza
La jueza de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, ha decidido dejar en libertad sin fianza a Josep Lluis Trapero, el exmayor de los Mossos d'esquadra, contra quien mantiene las medidas cautelares de comparecencias quincenales y quedar sin pasaporte.
La jueza considera que no hay riesgo de fuga ni destrucción de pruebas. Argumenta para su decisión que "viene cumpliendo escrupulosamente las medidas que le fueron impuestas" en el auto tras su declaración el día 16 de octubre. También recuerda Lamela que, aunque es cierto que se le ha imputado un nuevo delito de sedición por los hechos ocurridos el 1 de octubre, ya fue interrogado sobre esos hechos, conoce su imputación por un delito que podría calificarse de "organización criminal" desde el 19 de febrero y aún así ha comparecido.
Aclara además que la investigación se encuentra bastante avanzada y las diligencias acordadas "no pueden verse comprometidas por acción de Trapero. La petición que ha hecho el Ministerio Fiscal "podía ser intuida por el Sr. Trapero, al haberse hecho eco ya de ello algunos medios de comunicación y, en todo caso, ha comparecido", incide también la jueza.
Considera la jueza los motivos expuestos por la Fiscalía para pedir que se le impusiera una fianza de 50.000 euros "no son suficientes" para incrementar las medidas cautelares contra él.
Lamela ha rechazado la petición de la Fiscalía basada en dos motivos: que se le investiga por los hechos del 1-O, que podrían constituir otro delito de sedición, y que ha aportado "detalles importantes que anteriormente ocultó, entre otros, reuniones previas con el presidente Puigdemont, el consejero de Interior y otros mandos policiales, sobre el referéndum celebrado el 1 de octubre de 2017, sobre el que no llevó a cabo ningún intento de impedir su celebración", según ha explicado la Fiscalía.
Después de conocer la petición de la Fiscalía, Trapero ha permanecido en el edificio de la Audiencia Nacional a la espera del auto de la jueza, que también ha tomado declaración como testigo al actual jefe del Cuerpo catalán, Ferran López, a petición de la letrada de Trapero.
El Mayor de los Mossos está investigado por sedición por su responsabilidad en el asedio a la comitiva judicial que registraba la consejería de Economía catalana los días 20 y 21 de septiembre y los hechos ocurridos el 1 de octubre, cuando finalmente se celebró el referéndum ilegal.
La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela apuntó claramente en su último auto a la "inactividad" de la Policía Autonómica Catalana que habría permitido la celebración del referéndum ilegal. También considera que los Mossos realizaron labores de contravigilancia a la Policía y Guardil Civil que se ocuparon de la seguridad aquél día para permitir la votación.
El mayor de los Mossos cesado ha declarado ya en otras dos ocasiones ante la jueza. La primera vez fue el 6 de octubre, cuando quedó en libertad sin medidas cautelares. La segunda, diez días después, la titular del juzgado central de instrucción número 3 decidió imponerle las medidas cautelares de comparecer cada 15 días y entregar su pasaporte.
La declaración como testigo de Diego Pérez de los Cobos, el coronel de la Guardia Civil que coordinó a las fuerzas desplegadas el día 1 de octubre en Cataluña, fue muy clarificadora sobre la actuación de los Mossos aquel día y los previos. Un testimonio que sirvió a la Fiscalía de la Audiencia Nacional, acusación en este caso, para redactar un último escrito en el que apuntala la responsabilidad de Trapero en los hechos.