Ángel Hurtado, presidente del tribunal de la Audiencia Nacional que juzga los delitos atribuidos a la trama Gürtel entre los años 1999 y 2007, ha comunicado este viernes a las partes que, "dadas las discrepancias habidas sobre algunos puntos" de la sentencia, estos aspectos serán redactados por los otros dos miembros del tribunal, José Ricardo de Prada y Julio de Diego.
La comunicación de Hurtado, a quien corresponde la ponencia del caso -que no ha declinado-, permite deducir que en el seno del tribunal que juzgará un proceso por corrupción que compromete gravemente al PP se ha impuesto la línea 'dura' de De Prada y De Diego, partidarios desde el principio de una extensa condena, incluidas las de Jesús Merino y Rosalía Iglesias, esposa del extesorero Luis Bárcenas, sobre las que había controversia.
Fuentes de la Audiencia señalaron, no obstante, que el presidente del tribunal va a decidir su postura final a la vista de la concreta redacción que le propongan sus compañeros.
Hurtado invoca en su escrito los preceptos de la Ley Orgánica del Poder Poder Judicial y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que establecen que "cuando el ponente no se conformare con el voto de la mayoría, declinará la redacción de la resolución, debiendo formular motivadamente su voto particular". El hecho de que Hurtado conserve la ponencia, salvo en esos concretos aspectos en los que ha quedado en minoría, significa que el tribunal ha llegado a un amplio acuerdo sobre la sentencia, que se espera para las próximos días. El ponente ha entregado esta semana a sus colegas el borrador de la resolución ya ultimado.
Las discrepancias del tribunal ya se pusieron en evidencia con motivo de la citación como testigo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que finalmente tuvo que ir a declarar por decisión de De Prada y De Diego y con la oposición de Ángel Hurtado.
Rajoy compareció el pasado 26 de julio ante el tribunal y lo hizo desde el mismo estrado en el que estaban situados los magistrados. Aseguró que el PP “jamás” recibió donativos en efectivo de empresarios que resultaron adjudicatarios de contratos públicos y negó los sobresueldos opacos que le atribuyen los llamados 'papeles de Bárcenas', la presunta caja B del partido, que no se juzga en este procedimiento.
Más de un año de juicio
El juicio de la primera época de Gürtel (1999-2005), que afecta a 36 acusados, terminó el pasado 17 de noviembre tras más de un año de vista oral, que comenzó el 4 de octubre de 2016, y se desarrolló a lo largo de 125 jornadas.
La Fiscalía pide la mayor pena para Francisco Correa, 125 años de prisión, seguida de los 85 años que solicita para el presunto número dos de la trama, el exsecretario de Organización del PP gallego Pablo Crespo, mientras que para Luis Bárcenas reclama 39 años de prisión.
El Partido Popular se enfrenta a una condena no por delito sino como partícipe a título lucrativo por haberse beneficiado, presuntamente, de la actuación de la trama. Para su defensor, Jesús Santos, sin embargo, la acusación no está justificada ni acreditada con pruebas.