El juicio de la trama Gürtel valenciana, en el que se ha abordado la financiación irregular del Partido Popular valenciano durante las campañas electorales autonómicas y municipales de 2007 y las generales de 2008 a través de la empresa Orange Market de Francisco Correa, ha quedado visto para sentencia.
Tras solo uno de los 19 acusados, Álvaro Pérez 'El Bigotes', ha querido hacer uso de la última palabra tras la exposición de las conclusiones definitivas de la Fiscalía, la Abogacía del Estado y las defensas.
Su última palabra se ha convertido en una auténtica confesión de sentimientos, como él mismo ha dicho. Ha afirmado que "ha dejado de creer en la Justicia" y que nunca más colaborará con la Fiscalía. "¿De qué me sirve?" Ha preguntado al magistrado José María Vázquez Honrubia y a la representante del Ministerio Fiscal, Myriam Segura, a la que ha reprochado que "unas veces me creen y otras no me creen". El Ministerio Público ha rebajado la petición de prisión para el responsable de Orange Market Valencia de los 27 años iniciales a 16 años y cinco meses de prisión por delitos electorales, de falsedad documental y contra la Hacienda Pública.
Durante su última palabra, Álvaro Pérez se ha quejado de haber conocido la sentencia del Tribunal Supremo sobre la pieza de Fitur que confirma las penas impuestas por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia a los principales cabecillas de la trama a través de los medios de comunicación este martes. A través de "los sicarios mediáticos", concretamente, ha dicho.
En dicha sentencia, que abarca la primera etapa de los negocios de Francisco Correa, se considera probado que Gürtel era una "asociación ilícita" que amañó contratos de la Comunidad Valenciana para la Feria Internacional de Turismo en las ediciones de 2005 a 2008. Motivo por el que el Supremo confirma las condenas de entre 3 y 13 años de cárcel a los acusados.
Esta sentencia condena a Álvaro Pérez 'El Bigotes' a 12 años y 3 meses de prisión y a 13 años y tres meses a los otros dos cabecillas de la trama, Francisco Correa y Pablo Crespo. "Hoy la verdad ha palmado. Rezo para que más pronto que tarde, todo esto llegue a un tribunal de Derechos Humanos", ha dicho en sede judicial. "Ese día saldré de la prisión de Valdemoro mirando a todos a los ojos. Si Dios me da fuerza y vida intentaré acabar con la vida de todos los que me han traído hasta aquí", ha espetado con tono sentenciador. El resto de acusados ha decidido no hacer uso de la última palabra. El juicio ha quedado así visto para sentencia.