El promotor de la acción disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial ha abierto un expediente disciplinario a la magistrada María Jesus García Pérez, titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Lugo, por una posible falta muy grave consistente en el ejercicio de actividades incompatibles con el cargo de juez establecidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial.
El PAD, Ricardo Conde, abrió el pasado 31 de mayo unas diligencias informativas a García Pérez para investigar una comunicación recibida del Tribunal Superior de Galicia en la que se alertaba de que esta jueza se estaba dedicando a echar las cartas el tarot y cobrar por ello.
Previamente, el presidente de la Audiencia Provincial de Lugo había puesto en conocimiento del TSJ gallego que había tenido conocimiento de que la magistrada “de forma pública reparte octavillas publicitarias (…), anunciándose como tarotista y vidente con gran experiencia en echar cartas de tarot”.
Los hechos fueron desvelados por el periódico El Progreso, cuyos periodistas acudieron al consultorio en el que García Pérez les atendió de forma personal y les cobró. Los periodistas han comparecido en las diligencias informativas abiertas por el PAD, ratificando su información.
La jueza lo niega
En las mismas diligencias informativas, el promotor de la acción disciplinaria pidió un informe a la magistrada, que negó los hechos. María Jesús García afirmó que es su compañero de piso, y no ella, la que echa las cartas. Pero esta afirmación se ha relevado incompatible con otros elementos probatorios de los que dispone el PAD, que ha decidido abrir el expediente disciplinario para que, con todas las garantías y de forma contradictoria, se depuren los hechos.
García Pérez, de 55 años, ya ha sido sancionada en tres ocasiones anteriores por el órgano de gobierno de los jueces, una vez por irse al gimnasio demorando la puesta en libertad en un detenido, otra por fumar en la sala de vistas y una más otra por criticar la ley de violencia de género y faltar al respeto a mujeres denunciantes.
Cuando fue sancionada por esa falta García Pérez era jueza de violencia de género. Afirmó en una entrevista que la Ley de Violencia de Género "no vale para nada" y manifestó que "hay muchas mujeres, sobre todo sudamericanas, que irían en este grupo de las que vienen aquí con una sonrisa en la boca, de oreja a oreja, tomándonos el pelo a todo el mundo, diciendo 'ahora quiero retirar la denuncia, ahora quiero arreglarme, reconozco que soy yo la que le pegué'".
En un anterior destino que tuvo en Galicia -el Juzgado de lo Penal número 1 de Santiago de Compostela- los abogados se quejaron de que solía llevar un gato a los juicios y vistas.
En el supuesto de que el nuevo expediente acabara en sanción, García Pérez podría ser expulsada de la carrera judicial. La Ley Orgánica del Poder Judicial considera incompatible con el cargo de juez el "ejercicio de toda actividad mercantil, por sí o por otro" y lo tipifica como una falta muy grave. Las faltas muy graves están sancionadas con la suspensión en el ejercicio jurisdiccional, el traslado forzoso o la separación de la carrera.