Javier Ramos, el rector de la Universidad Rey Juan Carlos en la que la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, obtuvo su máster de Derecho Público por el que ahora está investigada por presunta falsificación y cohecho impropio ha declarado esta tarde ante la juez que investiga el caso como testigo.
Después de tres horas de comparecencia, Ramos ha explicado a los medios de comunicación en una brevísima declaración que los hechos son "muy anteriores" a su toma de posesión como rector de dicha universidad pública y que "la gran perjudicada es la Universidad".
Ha intentado marcar distancias con los hechos investigados afirmando que "está colaborando con la Justicia con total transparencia" y que fueron ellos (en referencia a la Universidad) quienes denunciaron ante la Fiscalía.
Contradicciones y "mala memoria"
Sin embargo, durante su larga declaración, en la que ha contestado a las preguntas de los distintos letrados, Ramos se ha mostrado confuso. En algunas ocasiones ha contestado a las cuestiones de los abogados con un "no me acuerdo", aludiendo a su "mala memoria". Un extremo que incluso ha sorprendido a la propia jueza.
Por ejemplo, cuando ha sido preguntado por las profesoras que aparecían en la firma del acta del Trabajo de Fin de Máster de Cifuentes que podría haber sido falsificado, en un principio ha declarado que eran tres y después pensaba que eran dos.
Ramos ha negado haber recibido presiones del entorno del consejero de Educación madrileño, Rafael Van Grieken, para que proporcionara la información necesaria sobre las calificaciones de la expresidenta madrileña cuando salió a la luz que podía no haber cursado el máster.
Sí ha explicado que, antes de la primera rueda de prensa que ofreció junto a Enrique Álvarez-Conde y el profesor Pablo Chico de la Cámara nada más conocerse el caso, y en la que se afirmó que Cristina Cifuentes sí había cursado el máster (aunque después tuvo que dar una segunda rueda de prensa en la que dijo que no podía acreditarloenvió la información que ambos le requirieron a través de su correo personal en lugar de hacerlo desde su dirección de la Universidad. Este extremo ha sido uno de los que ha llamado la atención de la magistrada que instruye el caso, Carmen Rodríguez-Medel.
Ramos ha salido de los juzgados de Plaza de Castilla acompañado por su abogado y ha abandonado la calle Castellana a toda prisa, evitando contestar a las preguntas de los periodistas.