Este martes ha quedado visto para sentencia un juicio histórico en Madrid, el primer caso de bebés robados que llega a los tribunales. En el banquillo, el ginecólogo jubilado de 86 años, Eduardo Vela Vela, acusado de regalar una niña (Inés Madrigal) a unos padres adoptivos en 1969.
A las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Madrid se manifestaban alrededor de una decena de personas en representación de las asociaciones de bebés robados de toda España. Pero, esta vez, en lugar de lazos amarillos en sus solapas, llevaban camisetas de algodón amarillas y guantes del mismo color. El motivo, que no les confundieran con "los indepes". Denuncian que los sectores independentistas catalanes "se han adueñado" de un símbolo que llevan utilizando desde hace ocho años en representación de su lucha.
"Varias personas me han preguntado en los últimos meses si estaba a favor de los presos por llevar el lazo amarillo. ¡Pero qué va! ¡Yo paso de política!, he contestado siempre. Esta mañana he ido al juicio y no he llevado el lazo para que no me confundan con una indepe", -quien habla es Mari Cruz Rodrigo, presidenta de la Asociación de Bebés Robados de Madrid que lleva años denunciando que le arrebataron a un hijo que nació prematuro.
Como ella, otras compañeras de la asociación también han decidido quitarse el lazo este martes. "Ahora voy con mis compañeras en el coche y ellas tampoco lo llevan, ¿verdad?", les pregunta a la vez que habla por teléfono con EL ESPAÑOL.
Rodrigo explica que su asociación adoptó el lazo amarillo en 2010, cuando se fundó su asociación en Madrid, porque era el "color de la búsqueda y de las víctimas". Sin embargo, ahora el independentismo "se ha adueñado" de este lazo, según denuncia ella misma, y la repercusión del símbolo independentista es tan grande que cualquiera relaciona este símbolo con él. De ahí que en un día tan importante para ellos, hayan decidido aún así renunciar a su símbolo.