El comisario José Manuel Villarejo, en prisión desde el pasado 5 de noviembre por presuntos delitos de organización ilegal, cohecho y blanqueo de capitales, desveló en la comida que celebró el 23 de octubre de 2009 con la hoy ministra de Justicia, la fiscal Dolores Delgado, y Baltasar Garzón, entonces juez de la Audiencia Nacional, que participó en la investigación del caso Gürtel e intervino en los momentos previos a la judicialización de este proceso relacionado con la financiación irregular del PP.
Fue la sentencia del caso Gürtel, dictada por la Audiencia Nacional el pasado 24 de mayo, la base de la moción de censura que le costó el cargo de presidente del Gobierno a Mariano Rajoy. La mano de Villarejo en Gürtel era, hasta ahora, desconocida. Se ha puesto de manifiesto a raíz de la difusión por la web Moncloa.com de la grabación de la comida celebrada en 2009, grabación realizada a escondidas por el propio Villarejo.
A la comida, además de Dolores Delgado y Baltasar Garzón, asistieron el entonces director adjunto operativo de la Policía, Miguel Ángel Fernández Chico, ya fallecido, y dos mandos policiales adjuntos al DAO, Enrique García Castaño, alias ‘El Gordo’, y Gabriel Fuentes.
La mención al caso Gürtel se produjo al final de la comida, cuando Garzón y Delgado ya se habían marchado. Permanecían, por tanto, todos los mandos policiales convidados por Villarejo.
Es Villarejo el que entonces cuenta que "en 2008, en agosto" hubo una comida a la que asistieron "Balta, Juan Antonio, el Oli y yo". El diminutivo con el que Villarejo se refiere a Baltasar Garzón refleja la estrecha confianza que ambos llegaron a tener.
"Juan Antonio" era Juan Antonio González, entonces comisario general de Policía Judicial y estrecho colaborador del dirigente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, que era ministro del Interior cuando estalló el caso Gürtel.
"Oli" era el comisario José Luis Olivera, que en aquel momento era responsable de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), puesta en marcha en 2005 por Juan Antonio González.
"Comimos Balta, Juan Antonio, el Oli y yo, preparando lo de la Gürtel, en agosto, o sea, justo cuando al día siguiente admitía él el tema y tal y cual y estábamos haciendo así y tal y tal", relata Villarejo.
"Y entonces me dijo Juan Antonio: 'muy importante que tú le cuentes todo el tema de (ininteligible) al juez, porque es muy importante, porque ahora mismo es un hombre muy importante para este país, no sé qué y cual'. Y le digo: 'macho, a mi no me cuentes nada, que yo siempre [Garzón] me ha caído de puta madre, qué quieres y tal'. Y le conté.. bueno, las cosas que ¿te acuerdas? Que yo además… yo las cosas obviamente a mi todas las cosas (ininteligible) y eso te lo había contado, Balta te lo había contado, te había dicho lo del papeo, esto es así y tal".
Según el relato de Villarejo, durante esa comida Garzón le cogió en un aparte y le dijo que de él se fiaba pero de Juan Antonio González no.
Rubalcaba a Garzón: "Fíate de Juan Antonio"
"Y, entonces, en un aparte y no sé qué me dijo, Balta me dijo 'yo de ti, no se por qué, pero me fío, coño, porque eres un profesional, cojones, tu curras y tal cual, no tienes ná, te pasa como al Gordo, no tenéis sentimientos'. ¡Coño, no me jodas! 'No, no, hombre, no es así, tal'. Y dice 'nooo, no, además da gusto trabajar contigo, coño, porque tal, porque tú eres un tío y tal y cual', dice 'pero no me fío de Juan Antonio'. Me lo dijo, ¿eh? Me dijo. 'Y ¿por qué?' 'Porque, me dijo, me dice mucho Alfredo, Alfredo me dice: ''fíate de él y tal y cual'. Y me dice 'porque tu amigo Alfredo…'. 'Yo no conozco a Alfredo'. Y dice '¿serás hijo de puta? ¡Esto no te lo perdono!'. Y yo 'no le conozco' Y él 'así me gusta, así me gusta, que lo niegues'".
Garzón fue el primer instructor del caso Gürtel, un proceso que, según lo que se sabía hasta ahora, tuvo su origen en una denuncia presentada por el exconcejal del PP en Majahadonda José Luis Peñas.
Peñas compareció el 6 de noviembre de 2007 en las dependencias de la UDEF y entregó decenas de horas de grabaciones que había realizado de manera subrepticia a Francisco Correa, el empresario de cabecera del PP para la organización de actos electorales.
La denuncia de Peñas fue entregada en la Fiscalía Anticorrupción, que abrió unas diligencias de investigación. El asunto se judicializó el 6 de agosto de 2008, cuando Garzón incoó diligencias previas, las declaró secretas y empezó a pinchar teléfonos. El caso Gürtel estallaría seis meses más tarde, el 6 de febrero de 2009, cuando Correa y sus principales colaboradores fueron detenidos y encarcelados.
El relato de Villarejo durante la comida de octubre de 2009 no sólo pone de manifiesto su intervención encubierta en el asunto Gürtel. También evidencia que el entonces ministro socialista del Interior, Pérez Rubalcaba, tuvo conversaciones sobre ese asunto con el instructor del proceso abierto contra el PP instándole a que se "fiase" de uno de sus principales colaboradores, Juan Antonio González.
Debió fiarse, hasta el punto de que ambos -Garzón y González- compartieron cacería en Torres (Jaén) sólo unas horas después de las detenciones de Gürtel. Arrestaron a los imputados y se marcharon a pegar tiros junto a otro ministro socialista, Mariano Fernández Bermejo, titular de Justicia y también fiscal. La cacería con Garzón le costó el cargo: tuvo que dimitir el 23 de febrero.
En la cacería también estaba, cómo no, Dolores Delgado, hoy sentada en el mismo sillón que Bermejo y puesta en cuestión, como su antecesor, por sus amistades peligrosas.