Iván Jiménez Aybar, el abogado que se encargó de defender a Jamal Zougam -único condenado como autor material de los atentados del 11-M- ante el Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, es asesor del Reino de Marruecos en Tarragona, Lérida y Aragón.
Zougam y su familia han denunciado a EL ESPAÑOL que este letrado les ha dejado desasistidos y, lo que es peor, ha agotado la última opción que tenía el condenado de que se revisase su caso.
Jiménez Aybar se pasó dos años (desde 2016 a 2018) desaparecido, sin ver a su defendido y sin aportarle el texto de la demanda presentada ante el TEDH. En ella se pedía revisar el archivo por parte del Constitucional de un recurso para que se declararan nulos dos testimonios clave: el de las mujeres que aseguraron haberle visto en los vagones y que fueron la prueba en la que se basó la condena.
Zougam, condenado a 42.917 años, contrató los servicios de Jiménez Aybar para que presentara dicho recurso y le pagó 3.630 euros por sus servicios.
Hasta hace dos días, Zougam y su familia no sabían si el abogado presentó el escrito y si éste fue admitido o no. EL ESPAÑOL pudo saber que la demanda no cumplió con las normas básicas que exige el TEDH y que, por tanto fue inadmitida, pero el letrado nunca se lo ha comunicado ni a su defendido ni a la familia de éste.
Especializado en musulmanes
Este desenlace acrecienta las sospechas de Zougam sobre las intenciones del letrado. Colegiado en Zaragoza, Jiménez Aybar es asesor jurídico del Consulado del Reino de Marruecos en Lérida, Tarragona y Aragón, una relación con el país natal del condenado por yihadismo que no comunicó a su cliente.
Este abogado está especializado, según asegura él mismo, en Derechos Humanos, y se ha hecho cargo de distintas defensas de ciudadanos musulmanes relacionadas con las ofensas hacia su religión. En el año 2010 representó a la joven Najwa Mahla,a la que se prohibió asistir a su instituto de Pozuelo (Madrid) con hiyab (el clásico pañuelo que muchas musulmanas llevan en la cabeza).
También representó al centro islámico de Barcelona Camino de la Paz en su denuncia contra la portada de la revista El Jueves por considerarla una ofensa a su religión. En dicha portada se presentaba a un grupo de musulmanes en una rueda de reconocimiento y se formulaba la pregunta: "Pero...¿alguien sabe cómo es Mahoma?".
El propio Jiménez Aybar se definió en una entrevista a El Periódico de Aragón como "especializado en Derecho de la libertad religiosa", y afirmó: "Estoy en contacto con la comunidad musulmana en España y he llevado asuntos relacionados con el cierre de mezquitas y la detención de yihadistas en territorio español".
De ahí que Zougam y su familia se inclinasen por sus servicios para su última defensa ante los tribunales. Sin embargo, se han encontrado con una situación que definen como mínimo de falta de profesionalidad y estudian presentar una denuncia contra él. Por el momento, ya han remitido sus quejas al Colegio de Abogados de Zaragoza, que ahora tiene que decidir si abre un expediente deontológico contra él.
Profesor de Derecho Eclesiástico
Desde que el letrado comenzó a hacerse cargo de la defensa de Zougam, dejó el despacho donde trabajaba en Barcelona y se trasladó a Zaragoza, aunque no comunicó nada a la familia pese a que trataron dar con él en numerosas ocasiones y por diversas vías.
Intentaron infructuosamente que les trasladara el texto del escrito de la demanda ante el TEDH, tanto por teléfono como por correo electrónico, le solicitaron citas y no dio señales de vida hasta pasado más de un año del vencimiento del tiempo para presentar dicho recurso. De ahí, y también por su relación profesional con el Reino de Marruecos, que la familia sospeche que suactitud puede responder a algo más que la dejadez o la falta de profesionalidad.
El letrado continúa siendo profesor de Derecho Eclesiástico de la Universidad de Barcelona, donde impartirá sus clases en el segundo semestre del curso.