"Esta vez los que hemos desconectado hemos sido nosotros", relata uno de los seis vocales del Consejo General del Poder Judicial defendiendo la actuación del órgano de gobierno de los jueces en la reunión celebrada al mediodía de este miércoles para analizar el funcionamiento de los Juzgados especializados en cláusulas abusivas, en la que la representante de la Generalitat de Cataluña pretendía intervenir exhibiendo un lazo amarillo.
Era un encuentro al que el CGPJ, que capitanea el plan de desatascar la resolución de los miles de pleitos relativos a la cláusulas abusivas, daba la máxima importancia. Presidido por el presidente del Poder Judicial, Carlos Lesmes, a él estaban convocados representantes del Ministerio de Justicia y de las comunidades autónomas. Todos ellos habían anunciado su asistencia presencial (finalmente el representante de Navarra no pudo acudir) excepto los de Cataluña, que habían pedido intervenir mediante videoconferencia en lugar de desplazarse a la sede del Consejo en Madrid.
El incidente se produjo momentos antes del inicio de la reunión. La mayoría de los asistentes estaban ya en la sala donde se iba a producir el debate, mientras que Lesmes aguardaba en su despacho. Los técnicos prepararon la conexión con la Consejería de Justicia de Cataluña y aparecieron dispuestas a intervenir dos representantes del departamento. Una de ellas, Montserrat Muñoz, directora general de Modernización de la Administración de Justicia, apareció luciendo en la solapa el símbolo con el que desde el independentismo se ensalza a quienes consideran "presos políticos".
El comienzo de la reunión quedó paralizado mientras desde el CGPJ se hacía una gestión telefónica con la Consejería para solicitar que la representante catalana participara en la reunión sin mostrar el lazo amarillo. Muñoz se negó y el Consejo desconectó la videoconferencia.
"Era una reunión técnica en la que participaban representantes de distintas Administraciones Püblicas, administraciones que tienen un deber de neutralidad", explican desde el órgano de gobierno de los jueces.
"Era totalmente improcedente la exhibición de símbolos de tipo político", añaden, "y en ningún caso era tolerable en la sede del órgano de gobierno del Poder Judicial". Recordaron, en este sentido, que aún está abierto el proceso penal iniciado tras la declaración unilateral de independencia de Cataluña. Este procedimiento se tramita en el Supremo, tribunal que preside Lesmes. Era fácilmente previsible que el máximo representante del Poder Judicial no podría presidir una reunión permitiendo la intervención de alguien que luce un lazo amarillo.
Fuentes del CGPJ aseguran que la decisión de vetar la intervención de Muñoz con el lazo amarillo fue consultada a Lesmes. El presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo ha recibido este miércoles por la tarde una carta de la consejera catalana de Justicia, Ester Capella, en la que manifiesta su "perplejidad e incredulidad por la discriminación por motivos ideológicos" de la que habría sido objeto Muñoz.