El comisario jubilado e investigado en la Audiencia Nacional, José Manuel Villarejo, sirvió de enlace entre altos mandos sirios y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la búsqueda de una estrategia conjunta contra el terrorismo. La buena relación que Villarejo tenía con el traficante de armas sirio Monzer Al Kassar, conocido como el 'Príncipe de Marbella', permitió a la Policía española (a través del comisario también investigado Enrique García Castaño) una relación prolongada en el tiempo con las autoridades sirias.
Así se desprende de una de las conversaciones entre Villarejo y su amigo Enrique García Castaño, 'El Gordo', que obra en el sumario del Juzgado Central de Instrucción número seis. El 12 de octubre de 2005, justo después de que un alto mando sirio viajara a España para reunirse con la Cúpula policial y con Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad, Villarejo telefonea a 'El Gordo' para trasladarle la "impresión" que se llevó el magnate sirio de todos ellos. Según cuenta a su amigo, se lo había dicho un "colega" del consulado de dicho país.
Le cuenta que precisamente él, García Castaño, le causó la mejor imagen: "Ha dicho, tu amigo el 'Big' es el que más sabe. Te llama el 'Big', el grande, me ha gustado, he dicho, le voy a llamar así ahora", bromea. Precisamente de esa anécdota recibe su segundo apodo quien fuera jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) durante treinta años. Con el mismo nombre se ha bautizado también a la pieza abierta contra él en la Audiencia Nacional.
Ofrecen la misma relación con Arabia Saudí
Después de comentar con todo lujo de detalles los obsequios que dieron al magnate sirio, entre ellos un "toro para que lo pusiera en su despacho y cuando lo mirara se acordase de los cojones que tienen los españoles", como comentó García Castaño, ambos acordaron cómo acercarse al secretario de Estado saltándose a los mandos policiales para ofrecerle "establecer la misma línea de colaboración con Arabia Saudí que con Siria".
Para ello, 'Big' tenía que hacerle ver a Camacho que la Policía española tenía tan buena relación con Siria gracias al trabajo de Villarejo durante años. Villarejo dio órdenes a su amigo para que convenciera a Camacho con esos argumentos:
Villarejo: "Punto uno, lo del tema del secretario de Estado, macho, tírate a muerte y...pero insisto, pero el tema de Siria véndele la burra".
Enrique García Castaño: "Pero no venderle, decirle es que esto viene así, así y así".
Villarejo: "Dile que los inicios que lo organizaste tú coño"
Enrique García Castaño: "Que sí, claro, porque era Al Kassar, el rollo que es amigo de este hombre, aunque tenga sus historias y no se qué, que Monzer Al Kassar es un tío muy importante...Un colega nuestro que está liberado que tiene amistad con Monzer Al Kassar, lo del primer viaje a ... con Jesús de la Morena, un año perdido, que tiene mucho interés y hay que mantener la continuidad. Con Arabia Saudita tenemos la posibilidad bien de ir o bien de que ellos vengan aquí. Y mantener los contactos y la línea directa".
Villarejo: "Y línea con los que no son proamericanos".
Enrique García Castaño: "Exacto, con los que mandan allí".
Al margen de sus mandos
Los audios entre los dos comisarios investigados da muestra de cómo trabajaron ambos durante años, uno como mando oficial y el otro como agente encubierto saltándose a sus superiores en la Policía.
De hecho, ambos critican en dicha conversación al entonces Comisario General de Información de la Policía, Telesforo Rubio, que también estuvo en la reunión con el mando sirio pero al que prefieren puentear para dirigirse al Secretario de Estado. García Castaño le tilda de "subnormal" y dice que "no quiere participar en su ruina", porque "la cosa pinta muy mal y este va a caer", le cuenta a Villarejo.
García Castaño, según contó a su amigo, se acercó directamente a Camacho para hablar con él sobre la posibilidad de establecer la misma relación con Arabia Saudí y éste le pidió que se vieran a solas, según su versión.