El religioso y exprofesor del colegio La Salle Nuestra Señora Maravillas de Madrid, Pedro Antonio Ramos Lominchar, que se enfrentaba a una petición de 155 años de prisión por abusar de 14 menores y 4 adultos ha reconocido los hechos y aceptado una pena de 130 años de prisión. Puesto que la pena máxima de prisión en nuestro país son 20 años, al aceptar la acusación ha conseguido una reducción efectiva de pena de 3 años.
Este lunes ha comenzado un juicio que se esperaba se prolongara hasta diciembre, pero dado que las partes han llegado a una conformidad, no habrá más sesiones. El hombre ha reconocido que abusó de los niños utilizando medicamentos para provocarles un sueño profundo, así como que les grabó desnudos en aseos y guardó dichos materiales pornográficos.
Una vez cumpla la condena acordada, quedará bajo libertad vigilada: estará obligado a asistir a cursos de educación sexual y no podrá acercarse a menos de 500 metros de sus víctimas, ni sus domicilios ni centros educativos.
Aprovechaba excursiones y salidas
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el hombre se sirvió de su "condición de religioso de la Congregación de Hermanos de las Escuelas Cristianas de La Salle, a la que se incorporó en 1997, y de su condición de docente coordinador pedagógico de Educación Primaria del Colegio La Salle Nuestra Señora Maravillas (Madrid) con ánimo libinidoso y con el objetivo de satisfacer sus deseos sexuales y elaborar pornografía infantil, sirviéndose de sus teléfonos móviles, de aparatos de captación y reproducción de sonido y de la imagen, de los conocimientos que él mismo había adquirido sobre las distintas fases del sueño y de sustancias como la melatonina, sin consentimiento de sus víctimas" para cometer los presuntos delitos.
El exdocente aprovechó las salidas organizadas por el colegio como campamentos o actividades de verano para realizar tocamientos a los menores y grabar sus miembros con su teléfono entre los años 2013 y 2016, cuando fue detenido e ingresó en prisión provisional. Habría procedido de esta manera hasta con 14 menores y también con cuatro adultos, según la Fiscalía.
El religioso también instaló dispositivos de grabación en los lugares en los que los jóvenes se aseaban para grabar sus genitales. Así lo habría hecho el verano de 2016 durante una misión de su congregación en Keesara (India) en la que participó como voluntario, donde captó imágenes de un joven de 17 años y un mayor de edad. Lo mismo habría hecho en un baño de su propio colegio La Salle Maravillas de Madrid (cercano a Nuevos Ministerios), donde instaló una cámara oculta y pudo grabar imágenes de un menor mientras orinaba.