Este jueves ha salido a la luz que, hace mes y medio, un hombre fue detenido por los Mossos d'Esquadra en Tarrasa (Barcelona) por manifestar a través de un grupo de WhatsApp que estaba dispuesto a "sacrificarse por España" y atentar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por querer exhumar el cadáver de Franco del Valle de los Caídos.
Tras conocerse la identidad del detenido, Manuel Murillo Sánchez, un aficionado al tiro de 63 años que, una vez registrado su domicilio, se comprobó que guardaba un arsenal de armas, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, criticaba que la Audiencia Nacional no se hubiera ocupado del caso. También que dicho tribunal considere que "los titiriteros de Alkaeta, tuiteros y raperos si fueron juzgados y algunos condenados y encarcelados por la AN. Están que lo parten últimamente algunos jueces", se quejaba en Twitter.
La explicación que dan a EL ESPAÑOL fuentes jurídicas para que el detenido esté siendo investigado en el juzgado de instrucción número 3 de Tarrasa (Barcelona) y no en la Audiencia Nacional es que no se le imputa ningún delito de terrorismo o contra la Corona, para los que tienen competencia los juzgados centrales de instrucción.
El hombre está en prisión provisional por los presuntos delitos de conspiración por atentado contra la autoridad, amenazas graves, tenencia ilícita de armas y delito de odio.
Por otro lado, según fuentes de la Audiencia Nacional, los Mossos no informaron en ningún momento de la detención de este hombre a dicho tribunal ni pidieron que investigara el caso.
Grupos de ultraderecha
Según ha trascendido tras la detención, el detenido era afín a grupos de ultraderecha. Precisamente fue en uno de sus grupos de Whatsapp donde se compartían contenidos de dicha ideología donde manifestó su intención de atentar contra Pedro Sánchez.
Una militante de Vox que también formaba parte de ese grupo fue la que avisó a las fuerzas de seguridad de que el hombre podía suponer un peligro. Lo que no ha trascendido es el nombre del grupo de ultraderecha con el que se identificaba. Si el hombre hubiera reivindicado sus acciones en nombre de un grupo terrorista, se le podría haber imputado un delito de enaltecimiento del terrorismo que sí se investiga en la Audiencia Nacional.