El Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha admitido a trámite la querella presentada por dos periodistas de Diario de Mallorca y Europa Press así como por la representación procesal de esta agencia de noticias contra el juez instructor del caso Cursach, Miquel Florit, por presuntos delitos de prevaricación judicial, contra la inviolabilidad del domicilio y contra el ejercicio del derecho al secreto profesional del periodista.
La Sala Civil y Penal del tribunal balear ha dictado un auto en el que admite dicha querella que los periodistas presentaron después de que la Policía les exigiera, con un auto del juez Florit en la mano apoyado por la Fiscalía, que entregaran sus móviles profesionales y personales y sus ordenadores portátiles.
Con esta diligencia, el instructor del mayor caso de corrupción que se instruye en Mallorca, el denominado caso Cursach, intentaba dar con el autor de una filtración periodística denunciada por las defensas de los principales investigados del caso, el magnate de la noche de Palma Tolo Cursach y su mano derecha, Tolo Sbert.
Los dos periodistas José Francisco Mestre y Blanca Pou publicaron este verano una noticia en la que avanzaban que la Policía sospechaba de que el Grupo Cursach habría defraudado más de 50 millones de euros a Hacienda. Una noticia que se remitía a un informe del Grupo de Blanqueo de la Policía Nacional de Palma de Mallorca que salió a la luz antes incluso de que dicho informe estuviera en la mesa del juez Florit.
Los abogados del Grupo Cursach denunciaron un presunto caso de revelación de secretos y el juez tomó la decisión de practicar tales diligencias en las que los periodistas no están investigados y, sin embargo, se vieron perjudicados.