El caso del asesinato de Laura Luelmo ha reabierto la reflexión pública sobre la Prisión Permanente Revisable. Incluso el debate político, con el Partido Popular como único defensor sin ambages de la norma -aprobada durante el Gobierno de Mariano Rajoy- y Ciudadanos y PSOE -hasta ahora contrarios-, dando largas a la espera de lo que decrete el Tribunal Constitucional. Entre los cuatro grandes partidos, Podemos es el que más vehemente se muestra en contra de esta figura penal.
Lo mismo reclama el hasta ahora presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) Francisco Javier Vieira, aunque dejando clara su postura: "Yo creo que no se puede cuestionar porque vaya en contra del principio de reinserción porque no establece una duración indefinida" de la condena. En su opinión, en casos como el de Bernardo Montoya, el asesino confeso de la profesora de El Campillo (Huelva), la sociedad se ha dotado de un mecanismo, el de la Prisión permanente Revisable, que "habría permitido ver si esa persona tenía un buen pronóstico para salir".
En una entrevista con Europa Press, Vieira deja el TSJM para incorporase a la Audiencia Nacional denunciando que "la Justicia está en una situación complicada" al trasladarse "muchos conflictos sociales a los juzgados" y al afectar al ámbito judicial la vinculación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con los partidos políticos por los nombramientos de los vocales.
La Prisión Permanente Revisable -que se aplica cuando hay víctimas menores de 16 años o en asesinatos múltiples-, según el magistrado, sí respeta el principio de inserción, e incluso reclama que se amplíen los supuestos de su aplicación, como en muertes por violencia machista.
"Desgraciadamente nos encontramos con estos sucesos tan absolutamente lamentables. Me planteo que la prisión permanente revisable se cuestiona por decir que va en contra del principio de inserción. Pero yo francamente creo que es una pena que respeta ese principio porque establece no una duración indefinida, sino que cuando se cumple una parte importante se revisa la evolución y se determina el grado de reinserción", señala.
Así, por ejemplo con el asesino confeso Montoya, "si ese grado permite pronosticar que va a hacer una vida honrada, se le pone en libertad. Yo creo que respeta y es respetuosa, aunque ya lo dirá el Tribunal Constitucional, con la Constitución", asevera.
"Si no están reinsertados, que no salgan"
Para Vieira, "hay una serie de delincuentes que se ponen en libertad y no están reinsertados. Sí se puede evitar que si no están, no salgan, y que no sean una amenaza para la sociedad", subraya el magistrado, quien cree que el sistema penitenciario español hace todo lo posible para que los presos se reinserten.
"España es un país modélico. Es un buen sistema y da posibilidades de reinserción. No podemos olvidar que hay delincuentes que no se reinsertan y la experiencia lo demuestra", señala.
"Si hubiera estado en vigor, habría permitido ver si esa persona tenía un buen pronóstico para salir. Habría menos riesgo e impulsaría más la reinserción porque aquél que quiera salir en libertad sabe que tiene que luchar más por la reinserción", señala.
"La sociedad tiene derecho a defenderse de esa persona. El sistema se puede equivocar, pero con la prisión permanente habría menos riesgo de equivocarse", zanja.
Su salida del TSJM
Vieira se incorporará en los próximos días a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional tras dos mandatos al frente del máximo órgano de la jurisdicción madrileña. Emprende un nuevo reto que afrontará con "el mayor rigor jurídico" que le ha caracterizado hasta ahora, según destaca el magistrado.
Hace cuatro días, firmó el acta de cese como presidente del TSJM. Pasará a integrar la Sala de lo Civil y Penal de la Audiencia Nacional, en sustitución de Antonio Díaz Delgado. Se despide del cargo con una Justicia madrileña "más organizada, más tecnológica y más transparente".
Entre sus logros al frente de esta sede judicial, destaca el impulso del arbitraje, su apuesta por reforzar los órganos judiciales, el aumento de las competencias de las Salas del TSJM y su empeño en facilitar el acceso de los medios de comunicación a la Administración de Justicia madrileña.
Pese a las mejoras, admite que "falta mucho por hacer" en lo que se refiere a medios materiales e infraestructuras. Vieira cree que se ha puesto "un remedio parcial" en alusión al plan de mejora impulsado por la Consejería de Justicia del Gobierno regional de Ángel Garrido, echando de menos "una resolución definitiva" para el problema crónico de la dispersión de sedes judiciales. "Urge que se haga. Y en la periferia, también", asevera.
Finalmente, a Vieira le preocupa que "desgraciadamente" el tema de los nombramientos en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y su vinculación con partidos políticos afecte al ámbito judicial. "Nos afecta porque parece transmitir que esa vinculación del Consejo con partidos políticos se traslada a los órganos judiciales. Y no es así. Cada juez y cada tribunal, es independiente y actúa con absoluta independencia de cualquier criterio político", apostilla.