El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, se ha exculpado de su responsabilidad en la operación de fusión de las cajas de ahorros integradas en Bankia y que posteriormente tuvieron que ser rescatadas, así como de la salida a Bolsa de la entidad, presuntamente fraudulenta.
Ha volcado toda la responsabilidad en el Banco de España y en el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y ha defendido que "las cajas no eran especuladoras, sino inversoras".
Según él, eran conscientes de la crisis "porque veían a sus clientes, veían lo que estaba sucediendo". De ahí que "vieron la oportunidad de crear una mochila para afrontar un entorno de deterioro que resultó ser aún mayor de lo que podíamos calcular", ha dicho en relación al estudio de provisiones (de 11.500 millones de euros) que las cajas encargaron a la consultora Price WaterHouse Coopers; una cantidad mucho mayor de la que había recomendado el FROB para la unión de cajas.
De hecho, ésta desviación es la única que Rato ha reconocido respecto a las recomendaciones del regulador: "Y no me arrepiento de ello, señoría", ha reconocido el expresidente de Bankia a la fiscal Carmen Launa. Finalmente, el Consejo de Administración de BFA encabezado por Rodrigo Rato presentó un informe con provisiones para reforzar a las cajas por valor de 13.000 millones de euros.
Rato ha dicho "no recordar" si aportó la información de dicho informe, que planteaba una situación negativa de las cajas, al Consejo de Administración de la entidad antes de la salida a bolsa.
"El BdE conocía las tripas"
El expresidente de Bankia, que se sienta en el banquillo acusado de un delito de estafa a inversores por el que la Fiscalía solicita cinco años de prisión para él, ha afirmado que el Banco de España "conocía las tripas de la entidad mucho mejor que el Consejo de Administración. Acabábamos de ser objeto de una inspección del Banco de España y había 14 inspectores dentro de la entidad, mayores garantías no podíamos tener", ha defendido Rato, quien también ha acusado al organismo español de pedir la integración de Bancaja.
Según Rato, el Banco de España dirigió cuatro cartas a cuatro de las cajas integradas en las que les informaba de que "los 4.675 millones de ayudas del FROB eran suficientes para realizar los saneamientos para la pérdida esperada en un escenario de dos años. El Banco de España estaba constatando que teníamos dos años de tranquilidad, teníamos cubierta la pérdida esperada durante dos años", ha defendido Rato.
Durante la declaración en sede judicial de este martes, en la que Rato ha contestado a las preguntas de la Fiscalía sobre la operación de fusión de las cajas que dieron lugar a Bankia (Bancaja, Caja de Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, las de Segovia, Rioja y Caja Madrid) éste ha afirmado que "hicimos todo para pasar el control de la Unión Europea porque la alternativa era la nacionalización. Nos fusionamos para poder tener capital habida cuenta de que las Cajas de Ahorros no tenían capital para hacerlo".