Reino Unido ha entregado a la Justicia española a Robert Miller, ciudadano británico buscado por su presunta vinculación con la red del narcotraficante español Sito Miñanco.
Este miércoles, inmediatamente después de informar las oficinas SIRENE de que había aterrizado en el aeropuerto de Barajas, la jueza de la Audiencia Nacional, María Tardón, solicitó que lo pusieran a disposición de su Juzgado Central, donde le tomó declaración y decidió enviarle a prisión provisional.
Los investigadores le relacionan con el último gran alijo de 3.800 kilos de cocaína a bordo del Thoran, remolcador interceptado por los GEO a 530 millas de Canarias el 2 de octubre de 2017. La Audiencia Nacional atribuye esa carga de droga a Juan Ramón Prado Bugallo, 'Sito Miñanco', quien habría intentado introducirla en España.
La Policía considera que Miller fue el presunto "notario de la operación en alta mar". Es decir, la persona que se habría ocupado de revisar que todo estaba en su sitio. También, según fuentes de la investigación, era una de las personas que estaba previsto se acercaran al barco Thoran en lanchas motoras y recogieran parte de la droga para acercarla a la costa española. Una operación que finalmente fue frustrada por la intervención de los GEO.
Según detalló el diario El País, el barco zarpó del Puerto de la Luz de Las Palmas de Gran Canaria el 2 de agosto de 2017 con el puerto senegalés de Dakar como supuesto destino. Sin embargo, el 20 de septiembre la Policía colombiana alertó a España de que el remolcador "parece haber cargado una gran cantidad de sustancia estupefaciente, concretamente cocaína, mediante lanchas rápidas" a pocas millas de Colombia y que el barco había puesto rumbo a España.
Su coartada
Sin embargo, el investigado negó los hechos que se le atribuyen ante la jueza, según fuentes jurídicas. Miller defendió que en el momento en el que se le sitúa en alta mar estaba volando de Manchester a Madrid. La jueza decidió finalmente enviarle a prisión por los indicios que existen contra él y por riesgo de fuga.
El papel atribuido a Robert Miller se desprende de las conversaciones intervenidas por la Policía a Enrique García Arango, socio de Sito Miñanco, en su coche. En uno de los audios interceptados, se menciona al menos a Miller y a otra persona más como quienes estaba previsto se acercaran con las lanchas a recoger la droga. La investigación no sitúa a Miller directamente en la red de Sito Miñanco, sino en otra de las organizaciones de narcotraficantes con las que éste habría negociado para repartirse la droga en una especie de joint venture.