El expresidente de la Comunidad Valenciana Eduardo Zaplana vuelve a desvincularse de los hechos en los que se centra la investigación de la Guardia Civil y de la jueza María Isabel Rodriguez en el caso Erial, donde aparece como principal sospechoso: el supuesto cobro de comisiones por la adjudicación de las estaciones de ITV y del plan eólico de la región.
Después de tres años de instrucción, la titular del Juzgado número 8 de Valencia encuentra indicios de los delitos de blanqueo de capitales y organización criminal, entre otros, presuntamente cometidos por Zaplana con la ayuda de varias personas de su máxima confianza.
Tras el levantamiento parcial del sumario, fuentes del entorno del exministro aseguran a EL ESPAÑOL que no han encontrado en la investigación ninguna prueba directa contra él, ningún dato tangible y sólido más allá de indicios que le imputa la Guardia Civil basándose en las amistades del expolítico.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil considera acreditado en un informe que obra en el sumario que el exministro del PP habría recibido 10,5 millones de euros en sobornos pagados por la familia Cotino a cambio de las adjudicaciones de los dos concursos citados.
Según el mismo informe, para que dichas comisiones llegaran a Zaplana, los Cotino habrían creado dos sociedades instrumentales (Imison y Fénix Investment) y habrían utilizado a varias personas como su jefe de gabinete, Juan Francisco García, el empresario Joaquín Miguel Barceló o su asesor fiscal Francisco Grau, también investigados. Los dos últimos también han estado nueve meses en prisión preventiva, no así García. Zaplana vuelve a negar los hechos tras conocer los detalles del sumario, cuyo secreto ha levantado la jueza de manera parcial.
Conversación con Belhot
Parte de la investigación contra Zaplana se sustenta en el audio de una conversación que obra en el sumario entre el expresidente valenciano y el empresario uruguayo Fernando Belhot. Durante ésta, que se produjo en el hotel Wellington de Madrid el 18 de abril de 2018, los investigadores deducen que Zaplana pedía información al también asesor fiscal para sacar su dinero de España. También sospechan que pudiera tener algún negocio oculto con Ignacio González, expresidente madrileño, porque afirma que un tal "Ignacio" no le está dando "el dinero... (ininteligible) de Andorra".
En la misma conversación Zaplana transmitía su preocupación porque el nombre de una de las sociedades de Joaquín Barceló, amigo suyo, apareciera en prensa relacionado con el caso de corrupción brasileño Odebrecht, según los investigadores.
Fuentes del entorno del exministro aseguran que dicha conversación duró más de tres horas y sólo se han recogido algunas partes seleccionadas con intencionalidad. También que mantuvo entre 10 y 12 encuentros con Belhot en los que habló de multitud de asuntos de forma coloquial y sólo se ha recogido ésta, que además resulta ininteligible en momentos clave.
Las preocupaciones que manifestó sobre el caso Odebrecht en la reunión con la frase "me acojonó ver la web" hacían referencia a una publicación en prensa que vio ese mismo día, asegura el entorno de Zaplana. En cuanto a la relación con Ignacio González, reconoce que planeó montar una sociedad legal con el expresidente madrileño pero que nunca fructificó.
Cuentas en el extranjero
Fuentes próximas al expresidente de la Generalitat valenciana niegan que éste tuviera cuentas en el extranjero ni a su nombre ni a la de la familia Cotino. Su jefe de Gabinete, Juan Francisco García, sí abrió una sociedad con uno de los clientes de Sedesa (empresa de la familia Cotino) una vez que Zaplana se había trasladado a Madrid para formar parte del Gobierno de José María Aznar.
De hecho, Zaplana habría propuesto a su jefe de gabinete que se fuera con él y éste lo rechazó, según fuentes conocedoras de la relación entre ambos.
Fue esta sociedad, Fénix Investment, la que regularizó una cantidad de más de 2,3 millones de euros acogiéndose a la amnistía fiscal de Montoro. García fue detenido durante la operación Erial, pero fue puesto en libertad inmediatamente.
El documento del 'sirio'
La investigación del Juzgado de instrucción número 8 contra Zaplana parte de un documento encontrado por el ciudadano sirio Imad Al Naddaf, tercer inquilino de un piso del expresidente en Valencia, en el altillo de dicha vivienda. Éste la habría entregado al despacho de abogados del 'yonqui del dinero', Marcos Benavent, y éstos a su vez a la Fiscalía Anticorrupción.
El documento, que se habría "redactado a ordenador entre finales del mes de agosto y principios de septiembre del año 2001" según se puede leer en el sumario, supone una "hoja de ruta" de las actividades presuntamente delictivas de Zaplana para la jueza del caso.
Zaplana niega haber redactado dicho documento, incluso conocerlo. Fuentes próximas a él aseguran que nunca ha escrito a ordenador y que el ciudadano sirio que presuntamente lo encontró negó los hechos en sede judicial. Se trataría, además de un documento mucho más incriminatorio para los Cotino que para Zaplana.
El puerto de Altea
Según sostienen los agentes de la UCO en el informe principal que obra el sumario, Zaplana habría intentado comprar el puerto deportivo de Altea (Alicante) con 1,8 millones de euros que ocultaba en Suiza.
La jueza atribuye al exministro una cuenta en el país helvético con más de 6 millones de euros. De hecho, le dejó en libertad la pasada semana tras la localización del dinero. De esta cuenta, según la instructora, habrían salido los fondos para esa operación, aunque a nombre de Fernando Belhot.
El expresidente valenciano sostiene, según fuentes cercanas a él, que Belhot le habría pedido ayuda para comprar el puerto deportivo al banco de Sabadell por 1,8 millones. Pero finalmente el banco optó por otra oferta superior y Belhot retiró la suya y el dinero.
Terrenos de Villajoyosa
Fuentes del entorno de Zaplana aclaran que otra de las operaciones incluidas en el sumario y divulgadas por algunos medios es el intento de venta de unos terrenos en Villajoyosa.
Los terrenos son de sus amigos e imputados Joaquín Barceló y Francisco Grau y que el exministro lo único que hizo fue ayudarles a promover una venta que finalmente no se consumó.