La Audiencia de Ciudad Real ya ha puesto fecha al juicio contra el sacerdote acusado de abusar sexualmente hasta en 20 ocasiones de nueve menores en el Seminario Diocesano de la capital manchega. El caso, destapado por el propio Obispado, se juzgará entre el lunes 30 de septiembre y el viernes 4 de octubre.
El presunto abusador es Pedro Jiménez A., de 34 años de edad y natural de Membrilla (Ciudad Real) según ha podido saber EL ESPAÑOL. El sacerdote, apartado por el Obispado tras salir a la luz el escándalo, habría aprovechado su puesto como formador de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el cento, -donde los jóvenes pueden cursar sus estudios preuniversitarios como en cualquier instituto aunque enfocados al sacerdocio-, para abusar sexualmente de los adolescentes, presuntamente.
El hombre habría buscado situaciones en las que se quedaba a solas con sus víctimas para pedirles que se desnudaran, tocarles los genitales y someterles a distintos tipos de abuso, según sostiene el Ministerio Público. De ahí que solicite 40 años de prisión para él por distintas situaciones que serían constitutivas de delitos de abuso sexual en diferente grado.
Los hechos se remontan a los cursos 2013-2014 y 2014-2015, cuando Jiménez A., con menos de 30 años, era formador de la ESO y ecónomo del Seminario. Sólo tres de los nueve menores que sufrieron presuntamente sus abusos ejercen la acusación particular contra él. Durante la investigación del caso, que se siguió en el Juzgado de instrucción número 1 de la ciudad, no solicitaron su ingreso en prisión preventiva porque consideraron que una vez en el punto de mira y despedido no podría volver a abusar de ellos. Su defensa sostiene que es inocente y reclama su absolución.
Tres meses después de que el sumario del caso llegara a la Audiencia Provincial, ésta ha fijado la fecha del juicio, que se celebrará ante la Sección Primera entre el lunes 30 de septiembre y el viernes 4 de octubre, según ha podido saber este diario de fuentes jurídicas.
"Apenas sale de casa"
La denuncia partió del Obispado de Ciudad Real, con el obispo Antonio Algora a la cabeza, que llevó sus sospechas ante la Fiscalía cuando el equipo de psicología del centro educativo-religioso le trasladó los hechos. Previamente, ya habían abierto una investigación interna que se entregó a la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma.
A finales de 2016 el sacerdote fue apartado del Seminario y ahora se encuentra en su localidad natal con su madre "sin ninguna dedicación concreta", trasladan fuentes de su entorno a este diario. Las mencionadas fuentes afirman que "apenas sale de casa, únicamente para ir a misa en una pequeña ermita cercana a su casa".
El joven fue ordenado diácono en 2009 y en 2012 asumió la responsabilidad de formar a los estudiantes de Educación Secundaria en el Seminario Diocesano, lo que le proporcionó oportunidades para viajar con los menores fuera de Ciudad Real y acudir a convivencias u otro tipo de encuentros junto a ellos.