La red empresarial y policial liderada por el excomisario José Manuel Villarejo ofreció honorarios en efectivo a un informático, Antonio Serrano, para que llevara a cabo un ataque ilegal al despacho de abogados de Madrid BALDER IP Law y le tranquilizó con que no sería descubierto porque "si nos pillan lo hacemos pasar por una intervención oficial".
Dos audios encontrados en el domicilio del socio del excomisario y abogado Rafael Redondo desvelan el plan para consumar el ataque ilegal por el que también están investigados el exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Policía, Enrique García Castaño y otros tres policías por presuntamente proporcionar datos de las bases secretas de la Policía a la red para sus trabajos de espionaje.
De dichos audios se extrae el plan trazado por Villarejo y su "equipo" para ejecutar el encargo de los socios del despacho Herrero & Asociados, que habrían pagado 600.000 euros al excomisario para que consiguiera información de BALDER IP Law, despacho fundado por una escisión de su equipo, y la recogiera en un informe.
El inspector de policía Antonio Bonilla -que trabajaba para las empresas de Villarejo gracias a su posición de segunda actividad en el Cuerpo- introdujo al informático Antonio Serrano en la presunta organización delictiva. Se lo presentó a Rafael Redondo y los tres mantuvieron una conversación en la que Redondo se compromete a pagarle en efectivo los honorarios por el ataque informático. Una conversación que fue grabada por el propio Redondo y que la Unidad de Asuntos Internos de la Policía reproduce en un informe incorporado al sumario de la pieza Iron del caso Tándem a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
En ésta, Redondo traslada al informático que "como andamos un poco perdidos (...) estamos pensando en utilizar una vía de obtención un poquito más directa". "Nosotros no queremos asumir el riesgo, pero si alguna vez hubiese algún riesgo, nos cubriríamos inmediatamente con el gremio y lo haríamos pasar por una intervención oficial", le cuenta para convencerle de que haga el trabajo.
En el encuentro acuerdan todos los detalles para llevar a cabo el ataque y también cómo cobrará el informático: trasladándose para recibir el dinero en efectivo por cada hora trabajada.
Villarejo y Gemma Alcalá, detrás
De la conversación entre los tres investigados se desprende que José Manuel Villarejo, al que se refieren como "Pepe" o "el jefe" es quien está detrás de la operación. Al inicio de la conversación, Redondo pide a Gemma Alcalá (esposa de Villarejo) un móvil para que Bonilla pueda recibir correos.
El inspector de policía reconoció en su declaración como investigado por presuntos delitos de revelación de secretos y cohecho tras ser detenido que trabajó para Cenyt, aunque siempre analizando información de fuentes abiertas. Afirmó que nunca recurrió a los bases de datos policiales para sus trabajos en la empresa de Villarejo.
Precisamente la Fiscalía sostiene que el excomisario tenía a sueldo en su empresa Cenyt a personas que habían trabajado o trabajaban en la Policía para aprovecharse de la información secreta a la que éstos tenían acceso por su posición. Ésa habría sido precisamente la clave de su negocio hasta que fue descubierto.
En el sumario del caso también obra una denuncia encontrada en el registro de la casa de Villarejo que, para los investigadores, forma parte de su estrategia para conseguir el encargo de Herrero & Asociados. Se trata de una denuncia formulada por los socios de este despacho contra los fundadores de BALDER IP Law por "apoderarse de los secretos de la sociedad Herrero y Asociados, la base de datos de clientes y proveedores, los métodos de trabajo y Know How o sus tarifas".