El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, rechaza abrir una nueva investigación sobre el atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid, en el que murieron 191 personas, a raíz de las revelaciones del excomisario José Manuel Villarejo.
Éste envió un escrito al Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional -donde continúa abierta una pieza sobre el atentado relativo a las huellas encontradas en el piso de Leganés donde se inmolaron los terroristas- en el que aseguraba que la investigación se cerró en falso y acusaba a sus responsables de las Fuerzas de Seguridad de no querer aclarar lo ocurrido. Afirmaba que él tuvo acceso a informaciones que así lo demostraban.
Dichas informaciones, según Villarejo, irían en la dirección de que los servicios de Inteligencia francesa y marroquí estuvieron detrás de la masacre. La inteligencia marroquí habría instruido a quienes pusieron los explosivos en los trenes, afirmaba. También que el atentado se preparó en un castillo a unos 50 kilómetros de París.
"Conjeturas y chascarrillos"
A raíz de dicho escrito, el juez citó a declarar a Villarejo. Tras la declaración, el pasado 29 de marzo, la Fiscalía de la Audiencia Nacional rechazó que la investigación pudiera reabrirse a raíz de las "conjeturas y opiniones" vertidas por el excomisario en sede judicial, como adelantó EL ESPAÑOL. Días más tarde, envió un escrito al juez pronunciándose oficialmente en este sentido.
Ahora, el juez confirma que la declaración del también exagente secreto supuso más bien una suma de conjeturas o "chascarrillos" sin ninguna base documental o prueba que lo sustentase. De ahí que rechace de pleno reabrir la investigación del atentado, que tiene ya 18 condenados por sentencia firme del Tribunal Supremo.