El magistrado Francisco Javier Orduña ha comunicado al presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, su renuncia a continuar formando parte de la Sala Civil, a la que accedió en diciembre de 2011 por el turno de juristas de reconocida competencia.
Orduña es el segundo miembro de la Sala Civil procedente de la cátedra que renuncia al cargo de magistrado en los dos últimos y medio. En septiembre de 2016 se marchó Fernando Pantaleón. En su caso, la situación de creciente atasco de la Sala le hizo llegar a la conclusión de que le resultaba imposible seguir el ritmo de trabajo con el nivel de exigencia que él se imponía.
La renuncia de Orduña responde a causas diferentes. Ha esgrimido motivos personales y el deseo de emprender nuevos proyectos de investigación en la cátedra de Derecho Civil en Valencia. Pero fuentes de la Sala aseguran que "no está cómodo desde hace tiempo".
Orduña es un prestigioso experto en derecho de los consumidores. El 25 de marzo de 2015 formuló un voto particular discrepante de la sentencia del Pleno de la Sala Civil que limitó los efectos de la retroactividad de las cláusulas suelo. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Granada y la Audiencia Provincias de Alicante se apoyaron en ese escrito discrepante para plantear cuestiones prejudiciales que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea resolvió acogiendo las tesis de Orduña y desautrizando el criterio mayoritario de la Sala.
Lo mismo ha ocurrido en otras cuestiones como las cláusulas de vencimiento anticipado de las hipotecas. A ello se ha unido un "control" de la redacción de sus sentencias que ha generado alguna situación de tensión.
La baja de Orduña se hará efectiva el 30 de junio, plazo en el que terminará de poner las sentencias que tiene pendientes.