El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha enviado a prisión a Alonso Ancira, empresario mexicano propietario de Altos Hornos Mexicanos, la mayor siderurgia de este país.
El magnate investigado por presunta corrupción en el caso Odebrecht por la Fiscalía de México se disponía a coger un vuelo en el aeropuerto de Palma (Mallorca) cuando agentes de la Policía Nacional le han detenido respondiendo a la orden internacional de detención tramitada por Interpol que pesaba contra él.
Trasladado a los Juzgados de Palma, ha declarado por videoconferencia ante el juez Pedraz, de guardia en la Audiencia Nacional. Durante la vista, el empresario se ha negado a su extradición a México, donde es reclamado por "delitos económicos que motivaron un grave daño patrimonial a Pemex", empresa desde la que se presentó una denuncia contra el magnate el pasado 5 de marzo.
Según las informaciones publicadas en medios mexicanos, Ancira está investigado por vender una planta de fertilizantes a la empresa Pemex en el año 2013 con un sobreprecio de 500 millones de dólares.
Por este motivo, el Ministerio de Hacienda de México ordenó congelar sus cuentas y las de su empresa, Altos Hornos de México. Medida que no evitó su salida del país, tras la que se ordenó una orden internacional de detención que este miércoles ha acabado con su detención en Palma.