Los investigadores del caso Tándem, conocido como caso Villarejo, hablan ya en sus informes de un "clan policial mafioso" dirigido por éste y del que también habría formado parte el comisario y exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Policía Nacional, Enrique García Castaño. Ambos se habrían beneficiado de sus cargos policiales y la información confidencial a la que podían acceder para enriquecerse personalmente, según las pesquisas realizadas.
Anticorrupción considera que "el concierto criminal" entre Villarejo y García Castaño, más conocido como 'El Gordo' en el ámbito policial, se remonta a 2005. La Fiscalía ve indicios de que Villarejo habría pagado en negro y en especies a García Castaño para que le proporcionara "listados de tráficos de llamadas y de movimientos bancarios sin autorización judicial", así como le habría facilitado "medios técnicos como dispositivos de grabación o dispositivos de geolocalización" para los trabajos de espionaje que el primero hacía desde su empresa privada Cenyt y por los que cobró millones de euros. Comenzó a sospechar de esta operativa tras el hallazgo de las conversaciones entre ambos que Villarejo grabó y la Unidad de Asuntos Internos requisó en su casa.
Los dos están investigados por blanqueo de capitales y organización criminal en la pieza principal de Tándem. Según la información del sumario al que ha accedido EL ESPAÑOL, los investigadores ponen el foco en la "titularidad de bienes activos y patrimoniales" de García Castaño "cuyo origen no puede ser justificado con su sueldo y complementos como Comisario Principal en activo del Cuerpo Nacional de Policía", donde trabajó durante más de 40 años con un cargo de responsabilidad y autonomía que muy pocos tenían.
El comisario ya jubilado contaba con el beneplácito de los altos mandos del Cuerpo y de las compañías telefónicas para acceder a datos confidenciales sin orden judicial, pues su rapidez de actuación era vital, por ejemplo, para controlar los pasos de terroristas de ETA en los años de mayor violencia de la banda.
Casas y coches de lujo
Pero lo que nunca se sospechó es que García Castaño utilizaría su posición para lucrarse. Los investigadores presentan ahora una lista de viviendas, coches de alta gama y una cuenta con ingresos en efectivo por casi 600.000 euros a nombre de 'El Gordo' o de sus familiares que podrían proceder de las mencionadas actividades presuntamente ilícitas.
En esa lista aparecen una casa en Boadilla del Monte (Madrid) y otra en su pueblo natal, San Martín de Trevejo (Cáceres), a nombre de su hija, así como el 50% de una vivienda en Pozuelo de Alarcón (Madrid), un Wolkswagen Touareg, un Wolkswagen Golf, un Volvo V30 y un BMW 320D que García Castaño utilizó desde 2006 aunque fue de Villarejo y éste fingió una venta a su colega que él mismo sufragó. También un BMW Z4 transferido desde una sociedad de la mujer de Villarejo a la actual pareja de García Castaño, transferencia sobre la que no se ha podido esclarecer si "llevó aparejado un movimiento real de dinero".
400 ingresos de 1.000 euros
En cuanto a la cuenta en el Banco Santander en la que García Castaño llegó a acumular cerca de 600.000 euros, ha afirmado que 100.000 de éstos se corresponden con regalos de su boda.
La Unidad de Asuntos Internos de la Policía elaboró un informe sobre los movimientos bancarios de García Castaño y concluyó que éste realizó ingresos en efectivo en una cuenta que compartía con su mujer hasta sumar 451.305 euros. En total realizó 391 ingresos "de manera fraccionada por un valor medio de 1.106 euros con una periodicidad de más o menos 11 días, en torno a 3.000 euros de media mensuales".
Cuando García Castaño fue a declarar como investigado en la pieza Kitchen -en la que se investiga el operativo policial al margen de la Justicia que el Ministerio de Interior durante el Gobierno de Rajoy habría llevado a cabo para recuperar documentos en manos de Bárcenas- se le interrogó sobre los repetidos ingresos en efectivo que habría realizado en su cuenta por si se trataba del pago de sus servicios para este operativo.
Su explicación
Su defensa presentó un escrito al Juzgado Central de Instrucción número 6 en el que explicaba que García Castaño hacía esos ingresos para pagar después a los "operativos de carácter sensible" que tenía a su cargo "debido a su carácter reservado" a los que tenía que pagar "comidas, estancias en hotel, etc,...En ocasiones incluso servicios secretos de otros países. Debido a su carácter resevado y al hecho de que no existían tarjetas de crédito en el CNP destinadas a tal fin, era habitual que el principal mando de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), el Sr. García Castaño utilizase habitualmente sus propias tarjetas de crédito".
Según explicó en el escrito de finales de marzo de este año su abogado Aitor Martínez, "en unas ocasiones García Castaño asumía ese gasto con sus propias tarjetas y posteriormente se le entregaba dinero en efectivo para hacer frente a dicha contingencia y en otras ocasiones lo que sucedía es que debía realizar pagos de carácter reservado a confidentes, se le adelantaba el dinero y él o un policía asignado en el operativo correspondiente ingresaba la cantidad en la cuenta del Sr. García Castaño".