La Audiencia Nacional ha confirmado la extradición a Perú de César Hinostroza, el juez Supremo de dicho país latinoamericano que fue detenido en el municipio madrileño de Navalafuente en octubre de 2018, después de fugarse de Perú a través de Ecuador y pedir asilo en nuestro país.
La Justicia peruana le reclama por realizar nombramientos ilegales dentro del poder judicial utilizando su pertenencia a la Corte Suprema de Justicia. De hecho, los investigadores de su país argumentaron ante la Audiencia Nacional que pertenecía a una "organización criminal" denominada los Cuellos Blancos del Puerto, formada por altos mandatarios judiciales.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha confirmado este lunes su extradición, aunque no por pertenencia a organización criminal, sino por delitos equiparables al tráfico de influencias y las negociaciones prohibidas a funcionario.
Colocar a un amigo
El auto de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en el que los magistrados rechazan el recurso de súplica del juez peruano contra su extradición saca a la luz algunas de las conversaciones con otros miembros de la judicatura peruana que le delatan.
Por ejemplo, Hinostroza habría solicitado a Walter Ríos Montalvo, presidente de la Corte Superior de Callao, que colocara a un amigo suyo en dicha institución. Así, según los audios aportados por Perú y que los magistrados españoles tienen en cuenta, Hinostroza habría mantenido la siguiente conversación con Ríos para que dieran un puesto a su protegido, de nombre Michael:
-Hinostroza: Antes que me olvide, no te olvides de este chico Michael hermano ah.
-Ríos: Lo que pasa con este chico es que todavía no cumple requisito y él quiere ser primera instancia.
-Hinostroza: No, no, no. Juez de Paz Letrado no más quiere.
Tráfico de votos de jueces
Hinostroza también habría maniobrado con otros consejeros de la Corte Superior de Callao para ratificar a Ricardo Chang Racuay 'El Chino' como juez especializado en lo Constitucional de Lima, según las conversaciones que se le interceptaron.
Los jueces habrían hablado entre ellos para comprarse los votos y poner al elegido en el cargo. Con el fin de ocultar su amaño, hablaban de "entradas de concierto" en lugar de votos, como si estuvieran cerrando la asistencia a un "show". Así, por ejemplo, se les podía escuchar decir: "¿Cuántas entradas quieres?", "Cuarenta entradas, pucha ya, que se va a hacer, usted es bien duro ah".
La Audiencia Nacional ve en estas conversaciones indicios de que Hinostroza traficó con las influencias que le daba su cargo y de ahí que los magistrados acuerden enviarle a su país, donde se enfrenta a una pena de más de 15 años de prisión. Rechazan así que sea víctima de una persecución política de la corriente contraria a la familia Fujimori, estrechamente vinculada a Hinostroza.