El teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, autor del escrito de acusación provisional en el que se atribuye ub delito de rebelión al mayor Josep Lluis Trapero, ha sugerido esta mañana ante el tribunal que juzga al exjefe de los Mossos que modificará a la baja los cargos contra él.
"La Fiscalía de la Audiencia Nacional es consciente de la sentencia del Tribunal Supremo de 14 de octubre y en el momento oportuno se considerará la conveniencia de calibrar la calificacion jurídica", ha dicho Carballo con una perífrasis que se resume en que cambiará la acusación porque el fallo de la Sala Penal que descartó la rebelión no puede ser ignorado.
Las normas procesales permiten, al principio del juicio, una retirada de la acusación -que frustraría la celebración del juicio- o un pacto con las defensas -del que no se tienen noticias que se haya planteado en este caso-. Pero la modificación de la calificación provisional sólo puede hacerse en el trámite de elevar la acusación a definitiva, tras la práctica de la prueba.
Un tribunal integrado por Concepcion Espejel, Francisco Vieira y Ramón Sáez (este último, ponente) juzga desde las 10,30 horas de este lunes a quien era responsable de la Policía catalana cuando se celebró el referéndum ilegal del 1-O y el Parlament aprobó la declaración unilateral de independencia el 27 de octubre de 2017.
En el banquillo también se sientan la intendente Teresa Laplana, el ex secretario general de Interior de la Generalitat, César Puig, y Pere Soler,director general de los Mossos.
En un escrito de acusación provisional presentado antes de la sentencia del Supremo sobre el 'procés', la Fiscalía pide para Trapero, Puig y Soler 11 años de cárcel por un supuesto delito de rebelión y 4 años de prisión por sedición para Laplana.
Con rostro serio pero aparentemente tranquilo, Trapero, en su día un icono independentista, llegó a la Audiencia Nacional acompañado por el actual jefe de los Mossos Eduard Sallent, y varios de sus colaboradores cuando estaba al frente de la Policía catalana.
Apartado del cargo el 28 de octubre de 2917 tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, Trapero se ha apartado desde entonces de toda exposición pública y sólo ha vuelto a las portadas de los medios con motivo de su declaración como testigo en el Supremo, en la que escenificó el distanciamiento entre los Mossos y el Govern que llevó a cabo el referéndum independentista del 1-O en contra de las resoluciones del Tribunal Constitucional y del Tribunal Constitucional.
La Fiscalía sigue manteniendo, no obstante, que Trapero fue "una pieza clave" para "impedir o dificultar gravemente el cumplimiento de las órdenes emanadas de los tribunales con la finalidad de llevar a cabo el proceso secesionista".
En el escrito de acusación también se afirma que "dio cobertura efectiva a las actuaciones de una parte de la población catalana movilizada desde las instituciones autonómicas y las asociaciones independentistas para imponer por la fuerza de las masas derechos de los que carecían y apoyar la efectividad de las normas abiertamente inconstitucionales emanadas del Parlament y del Govern" de Puigdemont,
La defensas -ejercidas por Olga Tubau, Cristóbal Martell y Fermin Morales- han abierto la primera sesión del juicio sin apenas poner énfasis en la cuestión de la competencia de la Audiencia Nacional, que han venido combatiendo sin éxito desde el principio del proceso. También han pedido la incorporación de nuevas pruebas documentales.