Después de 14 meses de investigación en secreto, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha levantado el secreto de la pieza del caso Tándem relativa a los encargos que hizo el BBVA al grupo de empresas Cenyt, perteneciente al comisario José Manuel Villarejo, encarcelado por numerosas imputaciones de corrupción.
La resolución que levanta el secreto confirma que el banco pagó 10,2 millones de euros a Villarejo durante la época en la que la entidad estaba presidida por Francisco González.
Pero el instructor sólo cita en su auto el nombre de un investigado: Julio Corrochano, el ex responsable de seguridad del BBVA que era amigo de Villarejo y fue su contacto directo con el banco. García-Castellón no menciona ni a González, que compareció en la Audiencia Nacional el pasado 19 de noviembre, ni a otros exdirectivos del banco que se han negado a declarar debido al secreto de las diligencias.
La pieza BBVA del caso Tándem tiene por objeto "investigar las sucesivas contrataciones del entonces comisario en activo del Cuerpo Nacional de Policía José Manuel Villarejo Pérez por parte de altos directivos de la entidad BBVA no plenamente identificados en aquella fecha, salvo su responsable de Seguridad Corporativa Julio Corrochano Peña, también antiguo miembro del Cuerpo Nacional de Policía", explica la resolución.
Investigaciones "ilícitas"
Añade que esas contrataciones "tendrían por objeto el desarrollo de múltiples servicios de inteligencia y/o de investigación de carácter patrimonial, de carácter ilícito atendida la incompatibilidad de los encargos asumidos por su entramado empresarial Grupo Cenyt con su condición de funcionario policial en activo y que, además, en el desarrollo de la prestación de los servicios contratados, implicó una reiterada injerencia en los derechos fundamentales de las personas mediante el acceso a sus comunicaciones, mediante seguimientos personales o mediante el acceso a su documentación bancaria".
El juez se refiere, así, al delito de cohecho pasivo (por la contratación de Villarejo siendo funcionario) y a "múltiples" delitos de descubrimiento y revelación de secretos que se habrían cometido para llevar a cabo investigaciones que, como la que tuvo por objeto el llamado asalto de Sacyr al BBVA, conllevó injerencias en la privacidad familiar, sexual, económica y de las comunicaciones de los espiados por el comisario, entre ellos miembros del Gobierno socialista y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Francisco González negó en su declaración ante el juez haber conocido la utilización de métodos ilegales para descubrir datos íntimos de sus adversarios. Eso era "inimaginable", dijo. Añadió que si hubiera visto algo de ese tipo habría echado del banco a los responsables.
Pero ante la evidencia de los informes de Villarejo y su contenido, el exbanquero tuvo que admitir que pudo haber "irregularidades" que él desconocía y que situó en el departamento de seguridad del banco.
Caso Ausbanc
El levantamiento del secreto de la pieza relativa al BBVA se produce a 72 horas de que la Sección Penal Cuarta de la Audiencia Nacional, que juzga el caso Ausbanc, tenga previsto resolver las cuestiones previas planteadas por las defensas al comienzo de la vista, el pasado 30 de enero.
Los defensores del presidente de Ausbanc, Luis Pineda, y del resto de los acusados creen que en la pieza BBVA hay pruebas del origen espurio del caso Ausbanc, que se habría debido a una denuncia presentada de forma anónima pero redactada por el banco con datos aportados por Villarejo y con el acuerdo de la Udef.