El Gobierno contempla un progresivo "desescalamiento" de las medidas adoptadas para luchar contra la pandemia del Covid-19 si las cifras continúan la tendencia a la baja de fallecimientos y contagios que han transmitido este lunes los responsables técnicos que gestionan la crisis. Pero también está valorando la necesidad de que, en esa nueva fase del combate, las personas a las que se diagnostique como positivos y sean asintomáticas permanezcan aisladas -bien en sus domicilios, bien en lugares habilitados por las Administraciones públicas- hasta su curación.
"Si la tendencia descendente continua habrá que pensar en prolongar el aislamiento de los positivos asintomáticos, porque la sociedad no nos perdonaría que enfermos diagnosticados puedan ocasionar un rebrote", afirman fuentes del Ejecutivo, que aseguran que se está pensando en un confinamiento "voluntario" de tales enfermos, que sólo sería forzoso en caso de negativa y siempre que se cuente con autorización judicial, aunque la medida aún no está decidida.
Las mismas fuentes afirman que, en caso de que se llegue a ese escenario, sería preciso distinguir entre los supuestos en los que el confinamiento es posible en el propio domicilio y aquellos otros que, por razones familiares, económicas o de otro orden, los diagnosticados de coronavirus sin síntomas quieran o tengan que realizar el aislamiento en establecimientos habilitados por los poderes públicos.
Es la distinción que este lunes ha hecho en rueda de prensa el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, al diferenciar la situación de "alguien que es positivo y vive con sus padres octogenarios y no les quiere contagiar, que pide que lleven a otro lado para ser atendido", la situación de "aquel que vive solo, no quiere pasar esa situación en soledad" y solicita ser atendido por la Administración y, finalmente, la actitud del enfermo "reticente o renuente a someterse a aislamiento, pese a dar positivo en los test de detección de la enfermedad".
La petición realizada por el Gobierno a las comunidades autónomas para que presenten una relación de locales públicos y privados (hoteles, hostales, alberges, polideportivos, palacios de congresos) está orientada a valorar los medios de los que se dispondría para el caso de que se decrete el aislamiento voluntario de los positivos asintomáticos con carácter generalizado y masivo.
¿Y si alguien se niega? "Habrá que recurrir al juez, como ya se está haciendo", señalan las fuentes consultadas. Este lunes se ha conocido la decisión de un Juzgado de Palencia que ha avalado el internamiento forzoso de un enfermo de Covid-19 que exigió el alta voluntaria porque no quería permanecer en el hospital.
Valoración médica individualizada
"Desde el punto de vista del amparo legal al confinamiento, no hay diferencia entre estar en Ifema con un respirador o sin él", afirman, por su parte, fuentes de la Fiscalía, que consideran que el mantenimiento de la cuarentena de los enfermos asintomáticos tiene una "perfecta cobertura legal" en la Ley Orgánica de Medidas Especiales de Salud Publica.
"Es lo mismo que se hace con los enfermos sintomáticos: se les priva de su libertad deambulatoria al internarlos en un hospital o en otro establecimiento habilitado. Y ello se hace en protección de la salud pública y de la del propio enfermo", explican los expertos del Ministerio Público.
Según estas fuentes, "la clave es que el aislamiento -de un enfermo sintomático o asintomático- sea una medida que responda a una prescripción médica individualizada", ya que la Administración "no puede encerrar de forma masiva a los ciudadanos en ningún sitio".
Si el paciente no quiere aislarse tras esa prescripción facultativa, "el procedimiento está regulado: es precisa la autorización judicial", señalan las fuentes consultadas.
Inciden, además, en que sería "fundamental" un desarrollo de la aplicación masiva de esa medida contra el Covid-19 ya que "los médicos y el resto del personal sanitario tienen que tener instrucciones claras de cómo enfrentarse a las situaciones".
De esta manera, los médicos decidirían el aislamiento de los positivos asintomáticos bien en sus domicilios si es posible -dando cuenta a las Fuerzas de Seguridad para que vigilen el cumplimiento de la medida-, bien en los establecimientos público o privados que las Administraciones habiliten con este fin. El personal sanitario tendría que recabar la autorización del Juzgado, que puede ser el de guardia, en caso de negativa del paciente a aislarse.