El segundo informe presentado por el forense adscrito al Juzgado de Instrucción que investiga la celebración de la manifestación del 8-M pese a la extensión del Covid-19 afirma que documentos técnicos elaborados por el Ministerio de Sanidad 12 días antes de la celebración del Día de la Mujer ponen de manifiesto que "la posibilidad de una pandemia estaba ya en el sentir de las autoridades sanitarias".
El informe, conocido por EL ESPAÑOL, asegura que "ya entonces, 25 de febrero, había un alto índice de sospecha de que el país iba hacia una hecatombe sanitaria y se sabía cuáles eran las medidas que había que adoptar para evitarlo".
Entre esas medidas, añade, figuraba la "cancelación de eventos", pero no fue adoptada sino a partir del 9 de marzo.
El nuevo dictamen del forense, que completa el emitido el 19 de abril, realiza un análisis cronológico con el que agrava los datos incriminatorios a su juicio existentes no sólo contra el delegado del Gobierno José Manuel Franco -el único investigado hasta el momento- sino también contra el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, y contra el máximo responsable de Sanidad, Salvador Illa. La jueza Carmen Rodríguez-Medel ha descartado hasta ahora ampliar la investitación contra Simón, mientras que Illa escapa a su competencia por ser aforado ante el Supremo.
Las valoraciones desfavorables hacia Simón, que el forense expresa con "gran conmiseración" por ser consciente del "ingente trabajo" del CCAES, empiezan en la temprana fecha del 10 de febrero.
Ese día el Centro de Coordinación de Alertas emitió un informe técnico sobre el Covid-19 del que el forense deduce que "era conocida la gravedad de la epidemia no sólo por su extensión sino porque los primeros casos detectados son precisamente los más graves".
14/2: "reuniones masivas"
Cuatro días después, el 14 de febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publica una guía provisional de Recomendaciones clave de planificación para reuniones masivas en el contexto del brote actual de Covid. El forense califica este documento de "muy importante" porque "realiza indicaciones sobre lo que se analiza en esta causa", en particular respecto a la "planificación para los organizadores de reuniones masivas
en el contexto del nuevo brote de coronavirus".
La OMS advierte en esa fecha de que "las reuniones masivas son eventos que pueden tener graves consecuencias para la salud pública si no se planifican y gestionan cuidadosamente" y recuerda que "hay abundante evidencia de que las reuniones masivas pueden ampliar la propagación de enfermedades infecciosas".
También se indicó, según el forense, que "en el caso de seguir adelante con la organización del evento -se entiende que a pesar del riesgo sanitario para los
asistentes- se deberán tomar medidas para reducir la propagación del virus
entre los asistentes".
En este sentido, el médico destaca que se recomendaba a los organizadores del evento "acordar con la autoridad de salud pública cómo se mantendrá informados a los participantes" y "se indica claramente que 'se debe aconsejar a las personas que se mantengan alejadas del evento si se sienten enfermas'".
Por ello, el forense afirma en sus conclusiones que, aunque el 28 de febrero la Delegación del Gobierno en Madrid "conocía la situación de epidemia" y "era consciente del peligro que entrañaba para los ciudadanos", motivo por el que adoptó medidas de prevención para sus empleados, "en cambio no se instó a que quienes comunicaban manifestaciones o concentraciones en la vía pública dispusieran la evaluación del riesgo sanitario que dichas manifestaciones comportaban".
El "error" de Simón
El dictamen se refiere también a las declaraciones que Simón hizo en televisión el 23 de febrero en el sentido de que "el virus en España no está".
Para el forense, "estas declaraciones no se ajustan a la realidad -lo que no implica que sean deliberadamente contrarias a la verdad, pueden ser por error- y se pronuncian en televisión en un momento crucial para la expansión de ta epidemia"
Dos días después, el Ministerio de Sanidad elabora varios borradores de un documento sobre Medidas no farmacológicas ante la epidemia en los que "se alerta claramente sobre la posibilidad del colapso sanitario, como luego sucedió", lo que "demuestra que la alarma iba en aumento".
El documento de Sanidad mencionaba entre las medidas no farmacológicas para contener el virus el distanciamiento social, incluido "el cierre de centros escolares, de centros de trabajo o la cancelación de eventos que pueden provocar costes masivos y una disrupción económica y social significativa".
Para el forense, este apartado es "muy significativo" pues "hace alusión expresa a la cancelación de eventos como medida eficaz para reducir la probabilidad de contagios y añade, de forma muy clara, que esas medidas (en lo que nos ocupa, la cancelación de eventos, se entiende masivos) deben realizarse de forma temprana y consistente".
"La posibilidad de una pandemia ya estaba en sentir de las autoridades sanitarias", añade. "Ya entonces, 25 de febrero, había un alto índice de sospecha de que el país iba hacia una hecatombe sanitaria y se sabía cuáles eran /as medidas que había que adoptar para evitarlo".
2/3: un informe "fundamental"
El forense otorga una importancia singular al documento emitido el 2 de marzo por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
Lo considera "fundamental" porque en él se eleva el riesgo del Covid-19 a moderado-alto, se afirma que las medidas no farmacológicas reducen la transmisión, se alerta de que hay muchos más casos de lo que parece, se insiste en la comunicación del peligro a la población porque "estamos ante una enfermedad altamente contagiosa" y se remarca la conveniencia del distanciamiento social individual "evitando el transporte abarrotado y las reuniones masivas innecesarias", que debían seguirse en todos los escenarios como una medida preventiva.
Las indicaciones del ECDC "marcan un punto de inflexión en la evolución de lo que deberían ser las normas preventivas para evitar la propagación de la epidemia. Y no fueron atendidas", dice el forense.
En España "no se adoptaron esas normas, como marcó el organismo europeo en lo referente a las medidas de distanciamiento social. Otros países sí debieron hacerlo y quizá por eso ostentamos el récord de ser uno de los países, si no el que más, con más víctimas (fallecidos y enfermos/habitante)", añade.
3/3: Illa y la difusión del virus
El forense afirma que el 3 de marzo -todavía cinco días antes de la manifestación del 8-M- el ministro Illa, "haciéndose eco de los datos de nuevos infectados sin que hubieran tenido contacto con personas procedentes de otros países en situación de riesgo", comunica que "nos encontramos en una fase o escenario más avanzado de la epidemia, cual es la de 'transmisión comunitaria esporádica' con varios focos en cuatro comunidades autónomas distintas".
El dictamen considera evidente que el virus había entrado en una fase de "gran difusión". "Es más", sostiene, "seguramente ya estaba desde hacía tiempo pero -como reconoció Fernando Simón más adelante- no se habían dado cuenta de ello, subestimaron la gravedad y su fulminante desarrollo, y eso que ya lo había advertido el ECDC".
El médico forense adscrito al Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid se ratifica en que, de no haberse celebrado las manifestaciones que tuvieron lugar a principios de marzo, "se habría evitado una amplia difusión de la enfermedad y de igual modo de haberse advertido a la población sobre el gran riesgo de contagio para que los ciudadanos adoptaran las medidas higiénicas necesarias para su protección".
"No por casualidad", señala, "un número indeterminado de las personas que estuvieron en la manifestación del 8 de marzo, me refiero a ministras y demás personajes públicos, contrajeron la enfermedad del Covid-19", aunque no hay un "signo inequívoco" de que la contrajeran en esa concentración.
Irene Montero y el "pueblo llano"
Al igual que la Guardia Civil, el forense recoge las manifestaciones realizadas el 9 de marzo por la ministra de Igualdad, Irene Montero, minutos antes de una entrevista en televisión y cuando no se dio cuenta de que estaba siendo grabada.
Los comentarios de Montero le parecen "interesantes" porque la titular de Igualdad atribuyó al "miedo al coronavirus" la disminución de asistencia a la manifestación del 8-M. La ministra manifestó que "no puedes hacer nada" ante el contacto directo y estrecho en una concentración de personas de esa naturaleza.
"Lo tomo como ejemplo del sentir popular, del conocimiento del pueblo llano sobre la capacidad de contagio del coronavirus, puesto que ella carece de conocimientos epidemiológicos demostrados. Es un testimonio muy válido por espontáneo y sincero, precisamente por esa espontaneidad".