Iglesias tras su primera declaración en la Audiencia Nacional, en 2019.

Iglesias tras su primera declaración en la Audiencia Nacional, en 2019. EFE

Tribunales

El juez insinúa que Iglesias dañó la tarjeta con datos íntimos de su asesora antes de devolvérsela

García-Castellón desestima el recurso con el que el vicepresidente segundo pretendía recuperar la condición de perjudicado de Villarejo

17 junio, 2020 18:20

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El juez de la Audencia Nacional Manuel García-Castellón, que instruye el caso Tándem contra el comisario José Manuel Villarejo, ha desestimado el recurso interpuesto por Pablo Iglesias contra la decisión del magistrado de retirarle la condición de perjudicado en la pieza Dina de esa causa judicial. En una resolución conocida este miércoles, el instructor reafirma sus sospechas sobre el comportamiento del vicepresidente segundo del Gobierno.

En la pieza Dina se investiga la presunta implicación de Villarejo en el descubrimiento de los datos íntimos -mensajes, fotografías, videos, etc.- que almacenaba en su móvil Dina Bousselham, antigua asesora de Iglesias. Algunos de esos datos empezaron a ser publicados en medios de comunicación en julio de 2016, ocho meses después de que personas desconocidas robaran el móvil de Bousselham.

El vicepresidente segundo del Gobierno defendía en su recurso que el robo del móvil se produjo por encargo en el marco de una maniobra para perjudicarle políticamente, trazando una conexión entre la sustracción, la publicación de mensajes que comprometían la imagen de Iglesias (entre ellos, el de que "azotaría hasta sangrar" a una presentadora de televisión) y Villarejo, que sería el cerebro de la operación de desprestigio.

Pero el juez señala que la investigación no ha permitido determinar que el filtrador de los datos del móvil fuera el comisario, al tiempo que se ha descubierto que la propia Dina envió información de su tarjeta de memoria SD a terceros.

García-Castellón explica que los archivos informáticos intervenidos en el domicilio de Villarejo fueron creados en abril y julio de 2016 de uno anterior creado en diciembre de 2015 y que no ha sido encontrado. "Es decir", constata, "no ha resultado acreditado que Villarejo posea la primera copia de la tarjeta".

Sin embargo, el instructor destaca que quien sí tenía la tarjeta del teléfono de Dina era el propio Iglesias, que ha admitido que se la dio el presidente del Grupo Z, Antonio Asensio, el 20 de enero de 2016 (fecha en la que Villarejo no tenía esa información).

"Lo ocultó a Dina"

El juez afirma que "Pablo Iglesias Turrión ocultó a Dina Bousselham la posesión de la tarjeta de memoria" de su móvil y, "pese a ser conocedor del contenido de la tarjeta y de la sustracción de la misma, no se la devolvió la tarjeta hasta tiempo después", lo que "tuvo consecuencias para el esclarecimiento de los hechos investigados".

"Este comportamiento", señala el instructor, "se manifiesta incompatible con la dimensión que el recurrente pretende dar a la sustracción de la tarjeta y lo desvincula completamente" de la tesis de la operación política contra él.

Iglesias tuvo en su poder la tarjeta, vio la información "personal e íntima" que contenían sus archivos, sabía que había sido obtenida de forma ilícita al ser producto de un robo y, sin embargo, no devolvió la tarjeta a Dina ni cuando él la recibió (enero de 2016) ni cuando empezó a ser difundida en los medios (julio de 2016) y ello pese al "carácter particularmente degradante y vejatorio que el hecho tenía para Dina Bousselham, su compañera de partido, en la medida que la tarjeta almacenaba fotografías, documentos y otros archivos de su esfera más íntima que habían acabado en manos de un medio de comunicación".

Esa "pasividad" de Iglesias "confirma (de nuevo) que no puede ser tenido por perjudicado en ningún caso" ya que "no hizo nada" cuando el contenido de la tarjeta empezó a ser difundido.

Ello "tuvo influencia en la investigación de los hechos", añade el juez, porque Bousselham, que se personó en agosto de 2016 en el procedimiento abierto por el robo de su móvil para denunciar que determinados mensajes estaban apareciendo en la Prensa, no pudo aportar la tarjeta de memoria que, sin embargo, estaba en poder de su jefe político desde enero.

Tarjeta dañada

Iglesias "sabía lo que había dentro de la tarjeta, porque él mismo se lo dijo a Dina", destaca el instructor, que añade que "es probable que este último apunte pueda ser la clave para entender no solo por qué Pablo Iglesias Turrión no devolvió la tarjeta a Bousselham, sino lo más relevante: el estado en que se la devolvió".

García-Castellón se refiere al hecho de que la tarjeta SD que supuestamente estaba en el móvil sustraído a la asesora fue finalmente devuelta a ésta por Iglesias (se ignora en qué fecha) y entregada en la Audiencia Nacional en marzo de 2019.

Pero no se ha podido acceder a su contenido ya que, según un informe de la Policía Científica, estaba "parcialmente quemada".

El juez ha encargado un segundo informe pericial para indagar en el "origen" de los desperfectos y determinar si hay indicios de que, como sugiere en la resolución, la tarjeta ya estaba dañada cuando su último poseedor, el vicepresidente segundo Iglesias, la devolvió a su dueña después de haber visto su contenido "íntimo y personal".