El prestigioso abogado Miquel Roca ha ratificado este viernes ante la Sección Penal Cuarta de la Audiencia Nacional, que juzga el caso Ausbanc, que el presidente de esta entidad, Luis Pineda, pidió tres millones de euros para retirar la acusación que el sindicato Manos Limpias sostenía contra Cristina de Borbón, juzgada en el caso Nóos, en el que fue absuelta.
Roca ha comparecido en la vista oral como testigo a propuesta del fiscal José Perals y ha confirmado lo que, junto al abogado Gonzalo Barettino, director de la asesoría jurídica del banco Sabadell, denunció ante inspectores de la Udef el 30 de marzo de 2016: el intento de Pineda de extorsionar a la infanta.
El 'padre' de la Constitución de 1978 testificó con precisión y brevedad tras llegar a la sala y mostrar su respeto al tribunal con una inclinación de cabeza, a la antigua usanza.
Relató que el 14 de marzo de 2016 el responsable de la asesoría jurídica del Sabadell, entidad a la que Roca está vinculado como secretario del Consejo, le informó de que Luis Pineda le había trasladado telefónicamente "el deseo de hablar conmigo sobre 'el tema de Palma' como abogado de Manos Limpias".
Roca dirigía en aquel momento el equipo de letrados que defendía a la infanta. "Yo dije que no tenía interés en hablar con este señor porque no me constaba que fuese abogado de Manos Limpias. La letrada con la que yo coincidía en el caso Nóos era Virginia López Negrete", prosiguió.
"Pero sí tenía curiosidad por saber qué es lo que Pineda quería", añadió. Roca le dijo a Barettino que se reuniera con el presidente de Ausbanc y le escuchara. "No llevaba ninguna instrucción", señaló.
"Barettino me trasladó que en la conversación que tuvieron en un momento determinado Pineda le manifestó que podía retirarse la acusación contra la infanta pero se habían producido unas costas que significaban que se tendrían que pagar 3 millones de euros", confirmó Roca.
Cuando Barettino se lo trasladó, la reacción de Roca fue decir que "no quiero que se hable más con este señor, no quiero ningún trato más, por razones obvias".
A continuación, por consejo de los penalistas Jesús Silva y Pau Molins, Miquel Roca y Gonzalo Barettino decidieron denunciar los hechos, para lo que dos inspectores de la Udef se trasladaron al despacho profesional del primero en Madrid el 30 de marzo, tras la Semana Santa.
"Para mí fue una sorpresa la aparición del nombre de Pineda porque como Manos Limpias sólo conocía a Virginia López Negrete. De él sabía su vinculación a Ausbanc pero no estaba comparecido en la causa", indicó.
- ¿Barettino le dijo que tenía alguna duda de lo que le había manifestado Pineda o estaba claro que le habían pedido el dinero?, preguntó Perals.
- Me dijo rotundamente que eran tres millones, contestó Roca.
La defensa de Pineda intentó rebajar el valor de su testimonio subrayando que Roca hablaba por referencia de lo que le había dicho Barettino. El testigo manifestó entonces que "para mí la fiabilidad de Barettino es absoluta, total y plena".
El defensor de la infanta aseguró que no hubo "absolutamente ningún acercamiento" a Manos Limpias para que retiraran la acusación contra Cristina de Borbón, que estaba en el banquillo de Nóos sólo debido al sindicato, ya que el fiscal nunca la acusó.
El juez Castro
A este respecto, afirmó que "no he pedido jamás al juez Castro [instructor del caso Nóos] ni directamente ni por mandato ningún tipo de entrevista. No se me ocurriría jamás porque con un juez que lleva la causa estas cosas no se hacen".
- ¿Entonces la tesis del juez Castro es contraria a la verdad?, le preguntó Luis de las Heras, defensor de Pineda.
- No lo califico, respondió secamente Roca.
La pregunta del letrado se refería a una carta que José Castro envió en marzo de 2016 al juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, instructor del caso Ausbanc. En ella aseguraba que un letrado del equipo de defensa de la infanta, Jaime Riutort, le habría trasladado la propuesta de Roca de reunirse con el juez "en una finca en Barcelona o Mallorca".
La propuesta, que Roca siempre ha negado y en todo caso no llegó a materializarse, se habría producido unos días antes de que Castro imputara por segunda vez a la infanta, a finales de 2013. Durante la instrucción de Nóos Castro mantuvo una fluida relación fuera y dentro del Juzgado con la letrada de Manos Limpias, con la que fue fotografiado de copas.
En el caso Ausbanc la Fiscalía pide para Pineda 118 años y 5 meses de cárcel y para el que fuera presidente de Manos Limpias, Miguel Bernad, 24 años y 10 meses por organización criminal y extorsión, entre otros delitos.