La Audiencia Provincial de Orense ha condenado a 12 años de cárcel a un conductor sin carnet que se dio a la fuga tras atropellar a un motorista, que falleció a causa del atropello. El autor de los hechos no tenía permiso de circulación porque la DGT se lo retiró durante dos años. 

El tribunal ha considerado a Carlos P. P. culpable de homicidio, conducción temeraria y sin carnet. Además se le ha impuesto la privación del permiso de conducción durante seis años. 

Los hechos ocurrieron en septiembre de 2019 en la N-525 a su paso por Orense cuando, sobre las 11:00 horas, el condenado, después de haber consumido bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes, conducía a más de 125 km/h por un tramo con limitación a 60.

A esa velocidad, realizó una maniobra antirreglamentaria de cambio de carril con la que impactó con una moto, que quedó atrapada por la llanta de su rueda trasera contra el frontal del vehículo.

El padre de la víctima iba detrás, en otra moto, comunicados por radio y escuchó el fuerte ruido y el grito de su hijo. Ambos regresaban a Portugal tras unos días de vacaciones en Galicia, aunque la víctima finalmente falleció en el hospital tras las heridas sufridas.

El Ministerio Público solicitaba para el acusado 20 años de prisión por el atropello, la conducción sin carnet y bajo los efectos de alcohol y drogas, y omisión de socorro, ya que prosiguió conduciendo hasta que su propio coche dejó de funcionar al haber perdido todo el aceite por el impacto.



"Antepuso su propósito de no ser descubierto, por hallarse privado del permiso de conducir, a aminorar el daño físico a un tercero", han manifestado los jueces quienes han señalado que "pese a las reiteradas advertencias de su copiloto no detuvo el coche".

El condenado, en vez de frenar, aceleró la marcha por lo que el conductor de la motocicleta "resultó envuelto y atrapado en los bajos del Audi conducido por el acusado durante una distancia aproximada de 50 metros".

"No solo no frenó", añaden, tras contactar con "especial violencia" con la motocicleta, sino que aceleró y con ello "arrastró brutalmente al motociclista lo que a buen seguro le causó la muerte".



El tribunal asevera que percibió que llevaba arrastrada la víctima bajo su coche y no frenó, indicando que "tal y como fue mostrando el juicio", el motociclista "era muy corpulento" y la "percepción de su arrastre bajo el turismo es indiscutible".



"Sabía que si no frenaba tras el alcance inicial las consecuencias, plenamente perceptibles, serían letales. A pesar de ello continúa su marcha", zanjan.

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