El Pleno del Consejo General del Poder Judicial ha acordado este jueves expulsar de la carrera al magistrado Manuel Arce Lana por una "absoluta" dejación de funciones que se ha manifestado de manera constante a lo largo de su trayectoria profesional.
Arce ha sido objeto de otros 15 expedientes disciplinarios. El último, que ha terminado con su separación de la carrera -una sanción muy inusual-, se ha incoado tras su llegada al Juzgado de Primera Instancia número 5 de Tarragona, dedicado a asuntos de familia.
Por 14 votos frente a siete, el CGPJ ha acogido una propuesta del promotor de la acción disciplinaria, Ricardo Conde, en la que se destaca que el magistrado ha incurrido en un comportamiento de "generalizada e inadmisible dejación de los deberes más inherentes al desempeño de la función jurisdiccional, con grave y notorio quebranto del derecho a la tutela judicial efectiva".
Conde recordaba que, en el penúltimo expediente que tuvo, Arce Lana fue suspendido
cautelarmente de funciones el pasado año, reincorporándose al Juzgado el 26 de junio de 2020. El 28 de julio fue sancionado con tres años de suspensión por retrasos injustificados y, pese a todo ello, desde la reincorporación su rendimiento ha sido "anecdótico o testimonial": dictó una media de poco más de tres sentencias al mes.
"No resulta posible incurrir en un comportamiento de mayor desatención", concluía el promotor. "Tras su vuelta a la carrera judicial sufre una sanción gravísima ante la absoluta falta de rendimiento causando un grave perjuicio a los ciudadanos que demandaban su tutela y a la imagen del Poder Judicial en su conjunto. Tras esto, y pese a seguir en el desempeño jurisdiccional, persiste y agudiza su comportamiento".
Las sanciones impuestas por el CGPJ a Arce Lana han ido en progresión en los expedientes incoados. Tres de ellos acabaron en archivo y nueve con sanciones que fueron confirmadas por el Tribunal Supremo.
Las primeras sanciones fueron advertencias. Luego vinieron las multas (en tres expedientes) y las suspensiones en la función judicial.
Dos de los acuerdos sancionadores del CGPJ, en 2004 y 2009, fueron revocados por el Tribunal Supremo, que estimó recursos en los que el magistrado alegó la caducidad de los expedientes porque el Consejo tardó más de seis meses en tramitarlos.
De esta forma, el juez se libró de una suspensión de 90 días por acumular casi 500 resoluciones pendientes de dictar cuando estaba destinado en el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 4.
También quedó sin efecto una multa de un total de 8.000 euros por dos faltas disciplinarias de ausencias injustificadas del Juzgado y abuso de autoridad con los funcionarios, que denunciaron el "trato vejatorio" que el juez les dispensaba. "¿Qué es usted? ¿Usted tiene carrera? Usted es una simple auxiliar y yo soy la máxima autoridad", relató una interina.
Vocales que han votado en contra de la expulsión consideran que el órgano de gobierno de los jueces ha impuesto a Arce esta sanción por su deficiente actuación profesional a lo largo de toda su trayectoria, que ya ha sido objeto de los correspondientes castigos disciplinarios.
A su parecer, los nuevos hechos sancionables hubieran aconsejado otra suspensión por tres años, teniendo en cuenta los antecedentes no cancelados.