El Pleno del Senado ha dado luz verde a la reforma exprés planteada por los socialistas para permitir al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) nombrar a dos magistrados del Tribunal Constitucional.
La designación de esos dos magistrados tendrá que llevarse a cabo antes del 13 de septiembre, porque los socialistas consiguieron en la Cámara Baja que se aprobara una autoenmienda para que esos nombramientos se realizaran en ese plazo.
El pasado 12 de junio venció el mandato de cuatro magistrados del Constitucional, dos de los cuales deben ser designados por el Gobierno y otros dos por el CGPJ, pero el órgano de gobierno de los jueces no puede realizar nombramientos al estar en funciones.
Con la reforma, rechazada de plano por el PP, Vox y Ciudadanos, se levantará esa prohibición para elegir a los miembros del TC y antes del 13 de septiembre -cuando se cumplen tres meses desde que venció el mandato de los cuatro magistrados- el tribunal de garantías contará con mayoría progresista.
Los populares han acusado a los socialistas de querer controlar el Tribunal Constitucional, pero desde el PSOE se responsabiliza al PP del bloqueo que vive el CGPJ, pendiente de renovación desde hace tres años y medio.
El senador Fernando de Rosa, representante del Grupo Parlamentario Popular (GPP), ha formulado una propuesta de veto haciendo alusión a la "separación de poderes" y recordando que "esta iniciativa provocó un gran rechazo en el ámbito jurídico".
Y ha señalado que "las prisas del Gobierno por injerir en el Poder Judicial quedan una vez más demostradas cuando mediante enmienda introducida por PSOE en el Congreso, conminan al CGPJ a nombrar a los nuevos vocales del Tribunal Constitucional en tres meses".